Hay restaurantes de carretera que forman parte del paisaje por sus años de apertura o por las historias allí vividas. Y uno de ellos es el Área 103 de la A-2, la autovía que comunica Madrid con Barcelona. Este establecimiento, situado a en Almadrones (Guadalajara), ofrece una experiencia gastronómica única a todo el que pasa por él.
El Área 103 es famoso por sus torreznos y sus asados. De hecho, el Rey Felipe se detuvo allí hace unos días, acompañado por un equipo de la Casa Real, para disfrutar de una buena comida cuando volvía de entregar en Soria el I Premio de Hispanismo Internacional Duques de Soria.
Este restaurante recibe más de 2.000 visitas diarias y ofrece cada día unos 1.500 desayunos, lo que acredita su alto nivel de aceptación entre los viajeros. Los pimientos de cristal, las alubias pochas y el riquísimo dulce de los almadrones de chocolate y crema son algunos de sus productos estrella.
Además, el establecimiento enciende su brasa todos los días, con una selección de las mejores carnes cortadas y servidas al momento que acercan a los comensales "los sabores primitivos más puros".
Abrió en el año 1889
Tal y como relatan los propietarios del local en su página web, la historia de la familia Rebollo y del Área 103 empezó allá por el año 1889, fecha en la que se hizo cargo de la Venta de Almadrones la bisabuela Celestina. Continuaron con el negocio familiar la abuela Cayetana y el abuelo Mariano, a los que les sucedieron Nieves y Antonio.
La huerta familiar es uno de los secretos del éxito de este establecimiento, que ofrece productos de calidad que llegan directamente a la mesa de los comensales.