Tras varios años cerrada, la ciudad de Cuenca cuenta otra vez con una de sus cafeterías más queridas: Café Central. Un establecimiento que abrió sus puertas por primera vez en 1993 y que con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los locales más emblemáticos de la capital.
Fue Sabrina Calleja quien decidió tomar hace unos meses las riendas de este negocio -ubicado en la calle Fermín Caballero-, un céntrico local lleno de luz y con un servicio muy cercano en el que se puede disfrutar de un producto de calidad y un ambiente excelente. Allí se puede desayunar, merendar o tomar una copa a cualquier hora de día.
Aunque la esencia del establecimiento se ha mantenido, Sabrina lo ha dividido en tres zonas: una pensada para tomar el café tranquilamente mientras se mantiene una charla o se trabaja, otra zona 'chill out' con sofás y mesas bajas para tomar una copa y una última dedicada al ocio.
"He intentado que la robustez del local sea la misma, pero lo he actualizado y le he dado mucha más luz. Las lámparas, el suelo y la barra no los he tocado, pero he metido un mobiliario neoclásico para que el espacio sea acorde a un público de amplia edad. Mi idea es que esté cómoda una persona de 20 años y también una de 60", cuenta la propietaria.
Café de especialidad y bollería recién hecha
Café Central abre sus puertas a las 8:30 horas y ofrece desayunos durante toda la mañana, además de meriendas por las tardes. De su carta destacan los cafés de especialidad, las tostadas saladas y la bollería, elaborada en un obrador. "Todos los días me traen napolitanas de chocolate, rollitos de canela, cinnamon rolls de Nutella y tartas que voy cambiando cada semana", explica Sabrina.
Además, el local dispone de "bocadillos que no hay en ningún otro sitio de Cuenca". "Aquí se puede disfrutar de un exquisito sándwich de pastrami o un bocadillo cubano con cochinita pibil. Estuve estudiando los locales de la ciudad antes de abrir y no encontré esto en ninguno", señala. Pero eso no es todo. Café Central también está pensado para el 'tardeo'.
Un lugar "cálido y acogedor"
Según cuenta Sabrina, su objetivo es hacer de este establecimiento "un lugar cálido y acogedor". "Quiero que todo el mundo se sienta cómodo y poder llamar a la gente por su nombre, atenderles en mesa... En Cuenca hacía falta un lugar como este porque las cafeterías son demasiado frías y automáticas", subraya la joven, que nunca antes había emprendido en el sector hostelero.
"Yo nací en Madrid, me crié en Canarias y me vine a vivir a Cuenca hace unos años por mi pareja. Él es chef, pero yo venía del sector médico estético. Aquí era difícil encontrar trabajo de lo mío y empecé a trabajar con él. Me di cuenta de que no se me daba mal la atención al público y, como siempre he sido una amante del café, me quedé con Café Central", explica.
Respecto a la acogida del local, señala que ha sido "bastante buena". "Abrí en septiembre y ya hay clientes que vienen prácticamente cada día. Resaltan la calidad del producto, lo bueno que está el café, la atención y el lugar en sí. Todo el mundo me dice que echaba de menos un trato tan cercano", añade.
Además, según relata, "hay personas que vienen ahora con sus hijos pequeños y me dicen que ellos mismos, de niños, también correteaban por este suelo". "Es entrañable que la gente pueda seguir viniendo a su cafetería de toda la vida".
Café Central abre de martes a domingo de 8:30 a 13:30 horas, mientras que por la tarde está a disposición de los usuarios los martes y miércoles de 16:30 a 22:00 horas y de miércoles a sábado de 16:30 a 00:00 horas.