La mejor pizza de Castilla-La Mancha se hace en este pueblo de Ciudad Real: cuesta 12 euros y es "otro nivel"
- Está elaborada con una base de masa napolitana, tomate, mozzarella, mortadela trufada, pesto, burrata cremosa y pistacho.
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El Leñador de Valdepeñas (Ciudad Real) se ha vuelto a alzar por segundo año consecutivo con el premio a la mejor pizza de Castilla-La Mancha. Ha sido en el II Campeonato de España de Pizzas, que ha entregado sus premios este martes en Barcelona.
Un total de 151 establecimientos de todo el país han participado en este concurso, en el que han sido los propios clientes los encargados de puntuar las distintas propuestas a través de una página web, valorando la masa, la combinación de ingredientes y el sabor en su conjunto.
En Castilla-La Mancha han sido siete las pizzerías que han participado en el campeonato, aunque ninguna de ellas ha conseguido llegar a la final. A nivel regional, la ganadora ha sido la pizza 'Oro Verde' de El Leñador (Valdepeñas) y han quedado en segunda y tercera posición la 'Pizza Toledana' de Hunetti (Toledo) y 'La Vampy' de Tapería Da Vinci (Casas-Ibáñez).
Tradición italiana y producto español
La mejor pizza de Castilla-La Mancha se llama 'Oro Verde' y está elaborada con una base de masa napolitana, tomate, mozzarella 100 %, mortadela trufada de alta calidad, pesto de pistacho 100 % italiano, burrata cremosa y tierra de pistacho.
Según cuentan sus creadores, esta pizza "nació de la pasión por la cocina artesanal y la búsqueda de nuevas formas de sorprender a nuestros comensales". "Decidimos presentar lo mejor de la tradición italiana y del producto español: el pistacho, conocido como "oro verde", que simboliza el lujo de los sabores de Sicilia, mientras la burrata y la trufa aportan una riqueza que rinde homenaje a la tierra", señalan.
Cuesta 12 euros
Desde El Leñador aseguran que "cada ingrediente de esta pizza cuenta una historia y juntos crean una experiencia que celebra la unión entre la autenticidad y la innovación".
Con una base de tomate suave y mozzarella derretida, la mortadela trufada aporta su inconfundible aroma, mientras el pesto de pistacho y la burrata crean una combinación sedosa y rica en matices. El toque final lo dan los pistachos granulados que aportan una textura crujiente, elevando la experiencia a otro nivel. Su precio son 12 euros.