El dj manchego Ramiro López está viviendo el proceso de apogeo de un proyecto que nació en la terraza de su domicilio en Madridejos en plena pandemia como estrategia para pasar el tiempo y que ya le ha llevado a incorporar a primeros espadas de la electrónica internacional en una combinación de ingredientes que le ha llevado a sumar cocina, música y escenarios característicos Castilla-La Mancha para su difusión a nivel mundial.
Las 'Chef Sessions' arrancaron en Madridejos, orgulloso origen de Ramiro López, que en los meses más duros de pandemia optó por regalar su arte combinándolo con otra de sus pasiones, la cocina.
De este modo, hasta en cuatro pases llegó a cocinar en solitario y mientras pinchaba, elaborando platos desde gachas hasta pisto pasando por mojete, todo con sello castellano-manchego y a golpe de beat.
"Cuando empezó la pandemia estuve dos semanas en shock. No sabía qué hacer, cómo abordar esto, hasta que empecé a pensar en cómo mostrarme a la gente, qué podía hacer desde casa para seguir en contacto con el público mostrando mi música", relata en entrevista con Europa Press.
Esta suma de pasiones "tuvo mucha aceptación" en sus primeros pases girando en torno a "un concepto bastante simpático", y visto el auge empezó a poner la vista en la opción de agrandar la iniciativa.
Tenía claro que una vez se abrieran las puertas y decayeran las restricciones quería dar cabida a más djs a esta iniciativa, introduciendo en la receta la posibilidad de elegir escenarios emblemáticos de la Comunidad Autónoma para hacer su particular escaparate turístico de la región.
Y desde entonces, los molinos de Consuegra, el Castillo de San Servando en Toledo, Cuenca, Sigüenza y la plaza mayor de Tembleque han servido como escenarios de sus sesiones.
"Quería invitar a gente en cuanto se pudiera y quería hacerlo en sitios chulos, que la gente viera un show divertido, buena música y lugares espectaculares", rememora, afirmando que el punto de partida --los molinos de Consuegra con dj Nano y cocinando tortilla-- se puso en marcha gracias a su "gran equipo" y a su familia. "Gracias a ellos ha sido posible".
A partir de ahí, el Castillo de San Servando junto a Fátima Hajji, Coyu le acompañó desde el Parador de Cuenca con las Casas Colgadas como telón de fondo; Lilly Palmer se sumó a la sesión de Sigüenza; y el ucraniano Spartaque conoció a fondo la plaza mayor de Tembleque en el último pase.
Como platos, Fátima aportó tallarines, Lilly un salmón glaseado; Coyu un curry vegano y Spartaque la típica 'borsch' ucraniana, un guiso con remolacha.
El proyecto, "cada vez mejor"
Lo que empezó como un pasatiempo ha cogido velocidad de crucero y ahora el proyecto seguirá adelante mientras crece. "Va cada día mejor", asegura López, que ha conseguido que los dos últimos pases se estrenen a través de la estadounidense Insomniac TV.
"Es algo muy televisivo y un concepto redondo. Podría estar en cualquier televisión. Ahora toca seguir mejorando, hacerlo en sitios chulos y traer a gente de todo el mundo. No me marco ningún techo, pero esto tiene muchas posibilidades y el concepto está gustando a la gente", ha afirmado.
Incluso, sugiere llevar la propuesta a festivales, y aunque abre la puerta a buscar localizaciones en el extranjero, asegura que como punto de partida seguirá apostando por exhibir escenarios castellanomanchegos. "Siempre llevo a Castilla-La Mancha por bandera. Quiero mostrar las cosas bonitas que tenemos aquí", ha apuntado.
Tras los meses más duros de la pandemia, ahora la escena "está empezando a moverse" aunque con restricciones, panorama que valora como "muy positivo".
"Por fin se puede bailar, y conforme avance la vacuna, espero que podamos estar pronto al cien por cien de capacidad", ha apuntado Ramiro López.
En este punto, ha lamentado la "demonización" del sector de la música electrónica, sector al que considera que se le ha culpado de los contagios.
En su opinión, ha sido "un error" no permitir a los clubs ejercer su negocio, ya que en caso de haber podido funcionar, hubieran incluso contribuido a aplacar el avance de la pandemia "evitando botellones incontrolado".
El contexto actual tras el parón, según vaticina, es de que mucha gente de la escena se haya quedado en el camino
Mucha música por delante
En cuanto a su carrera compositiva, "hay mucha música por salir", y aunque ya ha compartido en streaming algún avances, son temas "hechos para la pista".
Ahora, por fin, en Europa empiezan a programarse sesiones ante la flexibilización de algunas normas, lo que le permitirá desplegar su música en directo.
Sobre los temas a estrenar, aunque ha dejado algunos en el cajón, ha dicho que son fruto de una época en la que ha reflexionado mucho. "A veces vamos con un ritmo frenético y no te paras a pensar, pero para mí ha sido importante para soltarme un poco, salirme de los límites de la música y probar otros estilos diferentes que estoy deseando mostrar a la gente", ha indicado.
Así, confiesa incluso que le ha venido bien el periodo de parón. "Me he quitado cosas de la cabeza, he eliminado límites, he hecho lo que quiero, lo que me apetece", indica, asegurando que en su último lanzamiento pergeñado en pandemia incluso hay temas que "han quedado un poco tristes, pero muy curiosos".