Castilla-La Mancha no tiene playa, pero dispone de 35 zonas de baño autorizadas para todos aquellos que quieran darse un chapuzón. Sin duda, una vía de escape para aliviar el calor asfixiante del verano y para disfrutar de espectaculares parajes que muchas veces pasan desapercibidos. Ríos, embalses, pantanos y piscinas naturales con los que no echarás de menos las zonas de costa.
En nuestra región, estas zonas de baño corresponden a 21 municipios y están integradas en las demarcaciones hidrográficas del Júcar, Tajo, Guadiana y Guadalquivir. Por provincias, nueve de ellas se encuentran en Ciudad Real, ocho en Albacete, siete en Cuenca, otras siete en Guadalajara y cuatro en Toledo. Se trata de espacios habilitados y controlados donde se puede disfrutar de la naturaleza y de rincones tranquilos de gran belleza. Algunos de ellos, a tan solo un paso de Madrid.
A continuación, te ofrecemos un recorrido por las diez piscinas naturales más bonitas de Castilla-La Mancha. Todas ellas merecen una visita y son ideales para darse un remojón en estas fechas. En estos lugares, los turistas pueden practicar deportes acuáticos, disfrutar de un pícnic improvisado en familia, pasear por los alrededores y contemplar unos maravillosos paisajes que no tienen nada que envidiar a otras zonas del país.
Lagunas de Ruidera (Albacete y Ciudad Real)
Entre las provincias de Ciudad Real y Albacete se encuentra el paraíso turquesa de La Mancha, un auténtico oásis natural formado por 15 lagunas que están conectadas entre sí por cascadas. Se trata de un paraje único en España que constituye, junto con Plividje (Croacia), la mejor representación de lagos formados la acumulación de carbonato cálcico. En este lugar, varias empresas ofrecen actividades multiaventura como paddle surf, snorkel, rutas en kayak, buceo y visitas guiadas a algunas cuevas muy curiosas. Y también hay numerosos merenderos y chiringuitos para comer o tomar un refresco después del remojón.
Pantano de Carboneras (Ciudad Real)
El Pantano de Carboneras es una parada ideal en el municipio de Brazatortas (Ciudad Real) para refrescarse durante los meses de verano. En él hay una playa artificial donde se puede tomar el sol y preparar un picnic en familia, aunque también cuenta con un restaurante en el que poder degustar la gastronomía típica de la zona. Además, los más pequeños disponen de un área recreativa en este paraje natural, donde también se pueden practicar deportes acuáticos como el kayak. Eso sí, se recomienda ir provisto con cangrejeras o escarpines para evitar rozaduras con las piedras.
Playeta de Alcalá del Júcar (Albacete)
Este es uno de los destinos clásicos para huir de las altas temperaturas. Una playa natural de aguas cristalinas -que forma el río Júcar a su paso por la localidad- donde también se pueden practicar actividades acuáticas. Además, a tan solo unos metros del agua se encuentra un chiringuito ideal para tomar un aperitivo o desgustar los típicos platos manchegos, así como restaurantes, comercios y alojamientos rurales. Cabe destacar que Alcalá del Júcar forma parte de la red Los Pueblos Más Bonitos de España, siendo uno de los municipios más espectaculares y pintorescos de Castilla-La Mancha.
Charco de Las Canales (Albacete)
El agua del arroyo de Letur, que nace entre las sierras de los Estepares y de la Umbría de Mata, es la que alimenta esta piscina natural, situada en el casco antiguo de la localidad y rodeada de jardines y fuentecillas. La zona no tiene aparcamiento, por lo que hay que dejar el coche en los alrededores e ir andando hasta allí, donde te puedes llevar comida de casa y disfrutar de un pícnic improvisado. Además, una ruta obligada después del chapuzón es ir hasta el arroyo y seguir su curso para llegar a la cascada de El Charco Petaco.
Chorreras del Cabriel (Cuenca)
En el curso del río Cabriel a su paso por la provincia de Cuenca, a la altura de Enguídanos, se encuentra el paraje excepcional de Las Chorreras, una zona natural formada por saltos, cascadas, pozas de agua cristalina, rápidos y aguas tranquilas donde se puede hacer senderismo, deportes acuáticos y turismo de naturaleza. Para acceder a ellas, la mejor opción es dejar el coche en un aparcamiento habilitado y, posteriormente, realizar una pequeña ruta hasta llegar al destino. Abundan en la zona las tobas, una original forma de risco originada por la abundancia de roca caliza.
Embalse de la Toba (Cuenca)
El Embalse de la Toba -alimentado por el río Júcar- es la laguna más grande que se puede encontrar en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Esta zona de baño se sitúa en el municipio de Uña y es un destino ideal para visitar con la familia, tanto por las maravillosas vistas del paisaje natural como por la cantidad actividades que se pueden realizar en él, como piragüismo, kayak, o buceo. El pantano cuenta con unas 150 hectáreas y en su perímetro tiene diversos miradores desde los que se puede contemplar el horizonte coronado por la Muela de la Madera. Además, llegar hasta allí es bastante sencillo, por lo que es un lugar de obligada visita para aquellos que quieran sofocar su calor con un refrescante baño.
Lago de Bolarque (Guadalajara)
Otra buena opción si buscas una piscina natural para darte un buen chapuzón es el Lago de Bolarque, situado cerca de Almonacid de la Zorita (Guadalajara). Esta fantástica playa de agua dulce se encuentra en plena sierra de Altomira, justo donde el Tajo y el Guadiela se funden, y dispone de socorristas, baños, duchas, parking gratuito, alquiler de hamacas, embarcadero, chiringuito y un merendero. También se puede practicar kayak, snorkel y paseo en catamarán y, si decides acudir hasta allí, no te puedes perder el miradero, con unas vistas privilegiadas de todo el lago.
Embalse de Entrepeñas (Guadalajara)
El Embalse de Entrepeñas, conocido como el Mar de Castilla, siempre ha sido uno de los más apreciados por los turistas de interior. Está situado en la Alcarria Baja de Guadalajara y cuenta con tres zonas de baño: Alocén, Durón y Pareja. Desde la presa se puede contemplar la hoz del Tajo y merece la pena dar un paseo por sus jardines y asomarse a sus balcones hasta llegar al río y al Puente Romano. Además, uno de sus principales atractivos es la diversidad de deportes náuticos que se pueden realizar, así como senderismo, rutas a caballo, escalada o descenso de barrancos.
Lagunas de Villafranca (Toledo)
Este conjunto de piscinas naturales ubicadas en Villafranca de los Caballeros (Toledo) es otro de esos lugares repletos de naturaleza e ideales para darse un chapuzón que no deberías perderte. Destaca la Laguna Grande, centro turístico y de recreo de primer orden, con una importante infraestructura hostelera donde aprovechar las cualidades medicinales de sus aguas. Sus orillas, con 2,5 kilómetros de playa, son un refrescante oasis en los meses estivales siendo, sin duda, la más conocida y visitada. Pero también cuenta con otras dos zonas habilitadas para el baño que se presentan como una buena elección para refrescarse en verano.
Embalse de Cazalegas (Toledo)
A los pies de la Sierra de San Vicente se encuentra el Embalse de Cazalegas -con aguas del río Alberche-, una de las playas de interior más cotizadas de la zona centro de España. Se trata de un lugar ideal para el turismo de interior con una amplia zona de ribera donde poner la toalla, hacer un picnic, jugar con los niños o aliviar las altas temperaturas del verano. Allí, además de disfrutar de un refrescante baño, también se pueden practicar deportes acuáticos como windsurf, canoa, vela o piragüismo. Y si eres aficionado a la pesca, este es uno de los mejores embalses para su práctica.