España está llena de bonitos pueblos habitados por cientos de personas, pero también de pequeños municipios que el tiempo ha abandonado a su suerte. Infinidad de emplazamientos congelados en el tiempo -muchos de ellos en ruinas- que han perdido por completo su población pero que, aun así, resultan espectaculares tanto por su arquitectura como por el entorno que los rodea. 

La revista Condé Nast Traveler, una de las más importantes del mundo, ha elaborado un listado con los 12 pueblos abandonados más impresionantes de España y entre ellos destaca dos de Castilla-La Mancha, uno en la provincia de Toledo y otro en la provincia de Guadalajara. 

Según los autores, es un recorrido por los lugares más espectaculares y frecuentados entre los amantes de las escapadas rurales, la fotografía, la aventura y el misterio. Pueblos con silenciosas calles donde se puede imaginar cómo fue la vida de sus habitantes de antaño a pesar de las huellas que el abandono, el expolio y el vandalismo han dejado en muchos de ellos con el paso de los años.

[El pueblo abandonado de Guadalajara que llevan cuatro décadas reconstruyendo a mano]

En nuestra región, los dos municipios incluidos en el ranking son los siguientes:

Caudilla (Toledo)

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Quedó despoblado tras la Guerra Civil, durante la cuál el terrateniente y sus tres hijos fueron represaliados. Lo más espectacular, sin duda, son las ruinas del Castillo de Rivadeneyra, construido en el siglo XV. En 1999, fuertes vientos provocaron el desmoronamiento de gran parte de su fachada, dejando expuesta de forma casi irreal una escultura de Cristo en lo alto de la torre izquierda.

También se pueden ver los restos de su iglesia y cementerio (ambos cerrados), las ruinas de su ayuntamiento-escuela y apenas un par de calles (algunas de las viviendas siguen en uso como casas de campo).

Umbralejo (Guadalajara)

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Preciosa muestra de la arquitectura negra a base de barro y pizarra propia de los pueblos de la sierra de Ayllón. Quedó sin habitantes entre las décadas de los 60 y los 70. En 1984, pasó a formar parte –junto con Búbal (Huesca) y Granadilla (Cáceres)– del Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados (PRUEPA).

A ello se debe la rehabilitación y buen estado de conservación de sus aproximadamente 70 construcciones, entre ellas la antigua iglesia parroquial de la Natividad de Nuestra Señora. Se puede visitar todos los días a partir de las 12:00 horas.