En Valdeolivas, un pequeño pueblo conquense de tan solo 200 habitantes, han decidido hacerle la competencia a las ciudades navideñas por excelencia -Madrid y Vigo- con una decoración de lo más llamativa.
Con motivo del III Certamen de Villancicos del municipio, donde se congregan buena parte de los pueblos vecinos para cantar, un grupo se ha puesto manos a la obra para convertir a esta diminuta localidad en un referente de la Navidad.
Un mes han tardado en preparar todo que está presente en el pueblo: renos hechos con troncos, un jardín mágico de gnomos y flores, el gran abeto de la Plaza Mayor o el nacimiento de la iglesia. Todo ello, fabricado con materiales reciclados y gracias a una donación de casi 2.000 euros por parte de empresas locales y vecinos.
No hay rincón sin luces
Además, el Ayuntamiento también ha querido aportar su granito de arena organizando un concurso de fachadas navideñas, por lo que que no hay rincón de Valdeolivas donde no haya luces.
En el recorrido por las calles del municipio, además de todo o mencionado hasta ahora, los turistas también podrán encontrar la casa de Papá Noel, un lugar mágico creado por la asociación del pueblo (APROVAL) que puede ser visitado por los más pequeños.