Hay lugares donde parece que el tiempo se ha detenido. Conjuntos históricos que presumen de tener plazas empedradas, imponentes castillos, palacios señoriales, iglesias antiquísimas y murallas que dan fe de su importancia siglos atrás. Pequeñas joyas medievales que merece la pena visitar al menos una vez en la vida.
La revista internacional Condé Nast Traveler, especializada en viajes y estilo de vida, ha publicado recientemente una lista con los pueblos y ciudades medievales más bonitos de España y en ella ha incluido a dos de Castilla-La Mancha: Toledo y Sigüenza (Guadalajara).
Según relata, hablar de la época medieval de Toledo es hablar de tres culturas: la hebrea, la musulmana y la cristiana. Todas ellas lograron convivir durante la Edad Media dejando su huella en las diferentes zonas de la ciudad, siendo la arquitectura mudéjar la más representativa de todas. "Merece mucho la pena visitar Toledo con detenimiento y perderse por el entramado de sus estrechas calles, y por supuesto, por los pueblos de alrededor", señala.
En el ranking también aparece Sigüenza, una villa de Guadalajara que alberga uno de los castillos medievales mejor conservados de España, hoy reconvertido en Parador Nacional. Instalado en una alcazaba árabe, esta imponente fortificación data del año 1123 y sirvió como residencia a obispos, cardenales y reyes. "Hoy podemos dormir en sus aposentos reales como si viajáramos a la Edad Media", explica la revista, que recomienda también subirse en el curioso tren medieval que "cada año sorprende en una ruta desde Madrid hasta la ciudad".