Dormir con todas las comodidades en edificios tan especiales como palacios, conventos e incluso molinos rehabilitados. Y hacerlo, además, en pleno corazón de España. Es la experiencia inolvidable que ofrece la Red de Hospederías de Castilla-La Mancha, compuesta por alojamientos singulares en los que se combina la tradición centenaria con el confort más actual.
Promovida por la Junta de Comunidades, la Red de Hospederías de Castilla-La Mancha cuenta hoy por hoy con seis establecimientos hoteleros de entre tres y cinco estrellas que conjugan historia y relevancia arquitectónica con una ubicación privilegiada en entornos de gran valor paisajístico, monumental o natural.
Una simbiosis que invita a sus huéspedes a soñar y a impregnarse de la esencia de Castilla-La Mancha sintiéndose como en casa, gracias a una atención personalizada, una cuidada decoración y una gastronomía que apuesta por productos frescos de la tierra.
Hospitalidad y calidad
Promovida por la Junta de Comunidades, la Red de Hospederías de Castilla-La Mancha comenzó su andadura a finales de 2018 y en los próximos años espera crecer con fuerza, llegando a superar la quincena de alojamientos, siempre con la hospitalidad y el compromiso con la calidad como máximas fundamentales.
Los establecimientos que la integran pueden ser tanto de titularidad pública como privada, aunque en este último caso solo son admitidos si superar un proceso previo de selección que gira en torno a la excelencia y que está regulado mediante un decreto, haciendo de las hospederías la punta de lanza del sector hotelero castellano-manchego.
Los seis alojamientos que forman parte de la Red de Hospederías de Castilla-La Mancha son los siguientes:
1. Hospedería Santa Elena, en San Carlos del Valle (Ciudad Real)
A San Carlos del Valle, un pequeño pueblo de poco más de mil habitantes situado en la comarca ciudadrealeña del Campo de Montiel, se le conoce como 'El Vaticano manchego'.
La Hospedería Santa Elena, con habitaciones dobles desde solo 40 euros por noche, ocupa un edificio de finales del siglo XVII conocido como la Casa Grande. Ubicada en la bellísima plaza Mayor, desde sus tradicionales galerías de madera ofrece a sus huéspedes las mejores vistas a la imponente iglesia del Santísimo Cristo del Valle.
Dispone de una sala de catas para degustar los mejores vinos de la Mancha y un restaurante en el que se sirve una "cocina de fusión con materias primas naturales de nuestra tierra y productos de temporada, consiguiendo así una cocina de vanguardia con sabores que transportan los sentidos".
A pocos kilómetros se encuentran el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, que harán las delicias de los amantes del senderismo, las bicicletas de montaña o las actividades acuáticas.
Más Información:
Hospederias.castillalamancha.es/hospederia-santa-elena
2. Hotel Boutique Adolfo, en Toledo
Descansar en plena Plaza de Zocodover, en el corazón del milenario Casco Histórico de Toledo, es posible en el Hotel Boutique Adolfo, que cuenta con 12 exclusivas habitaciones (tres de ellas suites).
A pocos metros de los principales monumentos toledanos como el Alcázar o la Catedral, esta coqueta hospedería de cuatro estrellas se presenta como un "paraíso del confort".
Deslumbra a sus huéspedes con "unas maravillosas vistas sobre la plaza del antiguo zoco árabe" y la experiencia se convierte en única al ser maridada con la cocina del dueño, el afamado chef toledano Adolfo Muñoz, Premio Nacional de Gastronomía.
Más Información:
Hospederias.castillalamancha.es/hotel-boutique-adolfo
3. Hotel Convento del Giraldo, en Cuenca
Una histórica casa palaciega del siglo XVII, que también fue convento hasta finales del siglo XX, funciona en la actualidad como un acogedor hotel de cuatro estrellas en pleno centro de Cuenca. Su ubicación privilegiada, junto a la Catedral y la plaza Mayor, y las imponentes vistas desde sus habitaciones a la hoz del Huécar convierten al Hotel Convento del Giraldo (cuatro estrellas) en un placer para los sentidos.
Esta hospedería es el punto de partida perfecto para pasear por las estrechas calles de la ciudad y para disfrutar de forma renovada de la tradicional gastronomía conquense en su restaurante Piola, que sirve una cocina de autor con José Ignacio Herraiz en los fogones.
Más Información:
Hospederias.castillalamancha.es/hotel-convento-del-giraldo
4. Hotel Spa Palacio del Infante Don Juan Manuel, en Belmonte (Cuenca)
Los amantes de la historia podrán emocionarse descansando, haciendo noche e incluso relajándose en el spa de este hotel que ocupa el que fuera el primer alcázar de Belmonte, que el famoso literato Don Juan Manuel, príncipe de Villena, ordenó construir en el siglo XIV.
Allí nació en 1419 Don Juan Pacheco, Marqués de Villena, y es su hijo quien lo donó a la monjas dominicas, quienes lo mantuvieron como convento hasta los años 60 del siglo XX, cuando quedó en desuso hasta que años después reabrió una vez rehabilitado como establecimiento hotelero de cuatro estrellas.
Ahora cuenta con las máximas comodidades (pistina, terraza de verano o restaurante con una variada carta de vinos), pero no por ello ha perdido la esencia de la arquitectura e historia originarias que atesora entre sus paredes.
Aquellos viajeros interesados en las rutas culturales, naturales o enológicas de la zona tienen en esta hospedería una gran opción para alojarse y, cómo no, conocer Belmonte y su afamado castillo.
Más Información:
Hotelspainfantedonjuanmanuel.es
Hospederias.castillalamancha.es/hotel-spa-palacio-del-infante-don-juan-manuel
5. Molino de Alcuneza, en Sigüenza (Guadalajara)
Los turistas más exigentes verán colmadas todas sus expectativas en Molino de Alcuneza, un antiguo molino que antiguamente surtía de harina al valle de Sigüenza y ahora se ha convertido en un remanso de paz y lujo entre campos de cereal, donde el gorjeo de los pájaros es el sonido predominante.
El spa, el jardín o la bonita piscina invitan a disfrutar durante horas del entorno, pero tampoco es aconsejable dejar de visitar la preciosa ciudad medieval de Sigüenza, los parques naturales que se encuentran a pocos kilómetros de allí, las salinas o los ríos encajonados de la comarca.
Algunas de sus 17 habitaciones se encuentran en una antigua casona del siglo XV que ha sido restaurada con un gusto exquisito, como no puede ser de otra forma en un hotel boutique de 4 estrellas.
La calidad del restaurante Molino de Alcuneza es tal que ha sido merecedora de una estrella Michelin, con unos panes artesanos que están entre los mejores de España. Los hermanos Samuel y Blanca Moreno plantean una cocina moderna, de base tradicional, centrada en sacar a la luz los maravillosos productos de temporada de la serranía de Sigüenza, dando protagonismo a las setas, a la caza y a las verduras u hortalizas de su propia huerta.
Más información:
Hospederias.castillalamancha.es/molino-de-alcuneza
6. Hotel Eugenia de Montijo, en Toledo
El hall de este hotel toledano de cinco estrellas no deja indiferente a nadie. No es para menos con su cúpula de vidrio, sus suelos de mármol en mosaico y el gran retrato de Eugenia de Montijo, emperatriz que no solo da nombre al establecimiento, sino que tuvo allí su residencia.
Este palacio renacentista enclavado en el Casco Histórico de Toledo fue renovado en 2018 y reconvertido en hotel de cinco estrellas al estilo clásico, con las máximas comodidades y atenciones a un paso de la Catedral Primada, la judería, etc.
El hotel en sí mismo conserva restos de otros momentos de la historia de Toledo, como tres alfarjes policromados y parte de muros de edificaciones visigodas y restos de la red de saneamiento que se construyó en época romana.
En el que fue el terreón del antiguo palacio de Eugenia de Montijo se sitúa el restaurante Federico, nombre del diseñador de la emperatriz, y en el que se puede degustar comida local y basada en la calidad del producto.
Más información:
Fontecruzhoteles.com/es/hotel-eugenia-de-montijo/Molinodealcuneza.com
Hospederias.castillalamancha.es/hotel-eugenia-de-montijo