En Castilla-La Mancha hay muchos municipios bonitos e históricos, pero solo algunos tienen un encanto especial que les hace resaltar por encima del resto. Es el caso de Ayna, en la provincia de Albacete, uno de los 100 pueblos más bonitos de España según el último ranking de National Geographic.
Tal y como cuenta la revista, este centenar de localidades rurales son "imprescindibles" en nuestra geografía. Muchas llevan años recibiendo a viajeros de todo el mundo, algunas siguen guardando maravillosos secretos y otras son realmente peculiares o muy curiosas.
Sea como fuere, todas están ligadas por dos características: su pequeño tamaño y su riqueza cultural y paisajística. "La España menos poblada tiene muchas maravillas en miniatura que conviene marcar en el plano de las escapadas por su patrimonio, urbanismo o por su relación con el entorno", señala.
Sobre Ayna
La albaceteña Ayna, cuenta la revista a sus lectores, se encuentra enclavada en la "profunda garganta tallada por el río Mundo", entre "imponentes paredes de la Sierra del Segura". En los alrededores se encuentra la Cueva del Niño, donde perviven diversas representaciones animales paleolíticas que han sido fechadas alrededor del 16.000 a.C.
Los amantes de la natualeza tienen en Ayna un paraíso. Las mejores fotografías se pueden tomar desde el Mirador del Diablo, que ofrece "la panorámica del pueblo agarrado a la falda del monte San Urbán".
Después de un paseo por el núcleo urbano del municipio, "descubriendo cómo las serpenteantes calles se han adaptado a la orografía del terreno", el visitante llega a la calle Mayor, donde se encuentra la actual parroquia. Las ruinas del castillo de Yedra, una fortaleza de origen musulmán construida en el siglo XII, "custodian el pueblo e invitan a descubrir los alrededores".
Ayna ocupa el puesto número 19 en la lista de los 100 pueblos más bellos de España.