En la provincia de Guadalajara y a poco más de una hora de Madrid se encuentra uno de los parajes más impresionantes de nuestro país: el 'Paisaje dulce y salado'. Un lugar idílico que conecta las localidades de Sigüenza y Atienza y que está rodeado de cascadas, conjuntos históricos, preciosos castillos y pueblos medievales únicos.

Tal es la belleza de este paisaje de cañones y gargantas que España ha presentado su candidatura para que sea declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en un futuro, un título concedido a aquellos sitios de importancia cultural o natural excepcional para la herencia común de la sociedad.

El 'Paisaje dulce y salado' forma parte de la paramera de Sigüenza, que se extiende entre el Sistema Central y la Cordillera Ibérica. La interacción entre el ser humano y este excepcional espacio natural ha conformado un ecosistema propio, definido desde la Edad Media, que se ha mantenido hasta la actualidad sin apenas modificaciones con una miríada de pequeñas aldeas y pueblos medievales.

Este área abarca una superficie de 219 kilómetros cuadrados. Está atravesada por el río Dulce, que va creando manantiales a su paso, y por el río Salado y sus salinas de gran pureza. De hecho, es una de las zonas de explotación salinera más antiguas e importantes de la península, documentada como tal ya desde el siglo XII. Todo ello enmarcado en un paisaje de gargantas y hoces que se van intercalando con zonas agrícolas.

Un paraje íntegro y auténtico

Este paisaje respeta tanto el requisito de integridad exigido por la UNESCO, al no haber sufrido apenas los efectos adversos de la era industrial y contener todos los atributos que justifican su excepcional valor, como el requisito de autenticidad, conservando una distribución espacial y un aprovechamiento de los recursos económicos.

En este espacio se integran 17 localidades -Sigüenza, Imón, Matas, Palazuelos, La Barbolla, Bujarcayado, Carabias, Cercadillo, Pozancos, Riba de Santiuste, Riosalido, Ures, Pelegrina, La Cabrera, Atienza, Cincovillas y la Olmeda de Jadraque-; las salinas de Imón y La Olmeda; los conjuntos históricos de Sigüenza, Atienza y Palazuelos; los castillos de La Riba de Santiuste, Atienza, Sigüenza, Pelegrina y Palazuelos; monumentos religiosos como la catedral de Sigüenza o la iglesia del Salvador de Carabias y bienes inmateriales como la caballada de Atienza.