En Castilla-La Mancha existen numerosas fortalezas muy bien conservadas y dignas de visitar, pero hay una de ellas que va un paso más allá. Se trata del castillo medieval de Sigüenza, en la provincia de Guadalajara, una impresionante edificación transformada en hotel que ofrece al visitante una experiencia de lujo.
Todo aquel que desee dormir como un rey, puede hacerlo en este impresionante Parador del siglo XII. Sin duda, un plan muy entretenido para aquellos amantes de la naturaleza, de las escapadas y de las visitas a los edificios más históricos.
Este castillo pertenece al siglo XII y cuenta con una gran historia y muchas peculiaridades, ya que está construido sobre un anterior castillo musulmán de comienzos del siglo VIII.
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Además, fue la residencia habitual de obispos saguntinos hasta mediados del siglo XIX, por lo que las personas que decidan visitarlo podrán conocer de primera mano una parte de la historia de España.
Alojamiento de 4 estrellas
Una de las grandes ventajas del castillo medieval de Sigüenza es que, además de que puede ser visitado, los ciudadanos que acudan también pueden pasar la noche en este inédito lugar. El motivo de que se pueda dormir en él es que se trata de un monumento que se reconvirtió en 1972 en un hotel de la red de Paradores Nacionales.
Decorado con mobiliario castellano y con espectaculares camas con dosel en sus habitaciones, este alojamiento de 4 estrellas es un lugar perfecto para una escapada romántica o para la celebración de una boda, puesto que también conserva la capilla del siglo XIII y ofrece espacios como el Salón del Trono y el patio de armas.
Los usuarios que decidan hospedarse y pasar la noche en este Parador Nacional van a contar con todas las comodidades que tendrían en sus casas. Estamos hablando de que estas habitaciones disponen de aire acondicionado, calefacción, secador de pelo, WIFI, TV, minibar y hasta caja fuerte.
Además, quienes decidan acercarse a este castillo, que se encuentra a poco más de una hora y media de Madrid, podrán disfrutar y degustar ricos platos de cocina castellano-manchega en su restaurante.
Entre los platos más sabrosos que se pueden degustar en el restaurante de este hotel destacan platos como el arroz caldoso de hortalizas de otoño y conejo de campo, la muestra de quesos de la zona, así como otros platos como el cabrito asado y el estofado de jabalí.