En la provincia de Toledo se encuentra uno de los humedales de mayor importancia en Castilla-La Mancha, una zona con más de dos kilómetros de playa ideal para darse un chapuzón en los meses de verano.
Hablamos del complejo lagunar de Villafranca de los Caballeros, un oasis rodeado de naturaleza que consta de tres lagunas -la Laguna de la Sal, la Laguna Chica y la Laguna Grande- y cuyas aguas son medicinales.
La Laguna Grande es una de las más amplias de La Mancha y la única con uso recreativo. Sus orillas, con 2,5 kilómetros de playa, son un refrescante oasis en los meses estivales. Centro turístico de recreo de primer orden, con una importante infraestructura hostelera, es sin duda la más conocida y visitada. Además, forma parte de la Red Natura 2000 y es Reserva de la biosfera, Reserva Natural y Refugio de Fauna.
Se trata de una laguna endorreica, lo que significa que no tiene salida al mar, por lo que el agua llega a través del acuífero 20, el agua de escorrentía, la lluvia y artificialmente desde el rio Gigüela gracias a una pasarela.
Alto valor en flora y fauna
Otra de las zonas que forman este complejo es la Laguna Chica, intrerconectada con la anterior. Esta destaca por su alto valor en fauna y flora, siendo uno de los refugios más importantes de la comunidad autónoma. Entre su fauna podemos encontrar el pato colorado, el porrón moñudo, la focha común, la malvasía cabeciblanca, el ánade real o el porrón común. En cuanto a su flora, destacan grandes carrizales, enea, taray y limonios.
Por último, la Laguna de la Sal es de carácter endorreico estepario con acusada estacionalidad y escasa profundidad. Mantiene un régimen de ciclos cortos de encharcamiento-desecación, llegando a secarse en los meses de mayor déficit hídrico.