El nuevo Parador de Molina de Aragón (Guadalajara) abrirá el próximo mes de septiembre y dispondrá de 24 habitaciones, dos de ellas suites, sobre un espacio de 7.000 metros cuadrados.
Este hotel, que contará con cuatro estrellas y será el número 98 de la red española, ha sido recepcionado este viernes por parte de la directora general de la entidad gestora, Raquel Fernández, en un simbólico acto de entrega de llaves de manos del ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, con el que se pone punto final a un proyecto que arrancó en el año 2011.
Su construcción fue un compromiso del Gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero para dinamizar la economía de esta zona -tras el incendio de Riba de Saelices en 2005- y hoy, 13 años después, aquella promesa se convierte en realidad.
Para poder levantarlo, el Gobierno de España ha invertido más de 22 millones de euros. Se trata de un edificio de nueva planta orientado hacia el Castillo, en la zona alta, que quedará integrado en el paisaje gracias a los materiales utilizados, con la piedra como elemento principal, uniéndolo con la muralla que rodea a la fortaleza y con la imagen tradicional de las casas molinesas.
El establecimiento, de 7.000 metros cuadrados, dispondrá de tres plantas que contarán con bar-cafetería, comedores, dos salones de convenciones con un aforo de entre 300 y 500 personas, salones sociales, jardines y aparcamiento para 60 vehículos.
Importante atractivo turístico
Durante su intervención, el ministro de Industria y Turismo se ha mostrado convencido de que este alojamiento será "un importante atractivo turístico y un motor económico" para Molina de Aragón, Guadalajara y Castilla-La Mancha, porque "contar con un establecimiento así dinamiza el territorio, proyecta una imagen de turismo de calidad y excelencia, contribuye a la actividad económica en la zona y a la generación de empleo".
Por su parte, el presidente de la región, Emiliano García-Page, ha felicitado al "equipo técnico, arquitectos y constructora" y ha destacado el "empujón" de Raquel Sánchez y de Jordi Hereu, desde sus respectivas posiciones, para "acelerar una obra que se llegó a atragantar".
"Este parador va a recargar mucho la autoestima de Molina de Aragón y su confianza en el futuro. De manera que estamos muy contentos, sinceramente", ha zanjado.
El Parador de Molina de Aragón será el noveno de Castilla-La Mancha, después de los de Toledo, Cuenca, Albacete, Sigüenza (Guadalajara), Alarcón (Cuenca), Manzanares (Ciudad Real), Almagro (Ciudad Real) y Oropesa (Toledo).