Castilla-La Mancha esconde multitud de rincones donde disfrutar de espectaculares puestas de sol. Lugares que ya sea por su belleza natural o patrimonial convierten este acto cotidiano en toda una experiencia para vista. Quizá lo más recurrente sea pensar en paisajes muy característicos como los que dibujan Toledo, Cuenca o los molinos de Campo de Criptana (Ciudad Real) como las puestas de sol mejor valoradas en la región. Sin embargo, la revista Traveler ha elegido otra localidad de la región entre los mejores atardeceres de España: Brihuega (Guadalajara).
La publicación confiere a esta población alcarreña este privilegio gracias al juego de colores que presentan sus campos de lavanda cuando la planta alcanza la floración. "Los tonos morados de los campos de lavanda de Brihuega ganan en intensidad justo antes de fundir a negro", destaca en una clasificación donde comparte protagonismo con el Templo de Debob el Madrid o La Albufera de Valencia, entre otros lugares.
El cultivo de la lavanda ha llevado a Brihuega a ganarse el sobrenombre de la 'Provenza española'. Desde que hace cuatro décadas comenzase a popularizarse la introducción de esta variedad de esta planta aromática en la comarca, el sector ha crecido hasta el punto de representar el 10 % de la producción mundial y ser el lugar donde marcas de lujo como Loewe adquieren esta esencia para sus perfumes.
Festival de la Lavanda
Sin duda, uno de los mejores momentos para disfrutar de esta puesta de sol coincide con la celebración del Festival de la Lavanda que tiene lugar cada mes de julio. Se trata de un evento donde se mezcla la belleza natural del paisaje con el olor de la lavanda y la música de los conciertos que se organizan durante el ocaso.
Durante el evento, los asistentes tiene la obligación de ir ataviados con ropa blanca logrando así una postal con un juego de colores único.
Además, el festival cuenta con el aliciente de tener entre su programación a grandes chefs de fama mundial que otorgan a la gastronomía un papel muy relevante.