Las altas temperaturas hacen que darse un buen chapuzón sea uno de los planes preferidos por los castellano-manchegos en verano. Cada vez son más los que buscan una alternativa para no tener que hacer largos viajes desde la región a las zonas costeras. Una de las mejores opciones es acudir a algunas de las piscinas naturales de la comunidad, auténticos paraísos tropicales de interior.
Por ello, si has pensado hacer una escapada estos días, tiene que conocer el Embalse de la Toba de Cuenca. Alimentado por el río Júcar, es la laguna más grande que se puede encontrar en el Parque Natural de la Serranía conquense.
Su zona de baño está en el municipio de Uña y es un destino ideal para visitar con la familia, tanto por las maravillosas vistas del paisaje natural como por la cantidad actividades que se pueden realizar allí.
Con unas 150 hectáreas de extensión, cuenta con diversos miradores desde los que se puede contemplar el horizonte coronado por la Muela de la Madera. Para llegar hasta allí es necesario utilizar el transporte particular, tomando la CM-2105, pasando por el pueblo de Villalba de la Sierra y el pueblo de Uña, siguiendo después las indicaciones hasta el embalse.
Perfecto para actividades
El embalse de la Toba se erige como un lugar perfecto para realizar actividades acuáticas tales como piragüismo, kayak, o buceo. Además, una de sus principales características es que se permite el baño durante todo el año.
Además, cerca del embalse encontramos la zona de 'Los Cortados de Villalba', donde se realizan otras actividades como barranquismo, o el Mirador del Ventano del Diablo, para completar el itinerario de la Vía Ferrata.
Para completar la visita al embalse, a 20 minutos en coche se encuentra el Mesón Nelia, un restaurante ubicado en la localidad de Villalba de la Sierra con una cocina conquense renovada. Como platos a destacar imprescindibles están las manitas de cerdo y el bacalao con pisto manchego.