Vista aérea de Alalá del Júcar, Albacete.

Vista aérea de Alalá del Júcar, Albacete. Ayuntamiento de Alcalá del Júcar

Turismo

Uno de los pueblos más bonitos de España está en Albacete, según National Geographic

Un pintoresco municipio perfecto para una escapada que destaca por su insólita localización y su singular apariencia.

24 septiembre, 2024 20:20

En Castilla-La Mancha hay muchos municipios bonitos e históricos, pero solo algunos tienen un encanto especial que les hace resaltar por encima del resto. Es el caso de Alcalá del Júcar, en la provincia de Albacaete, uno de los 100 pueblos más bonitos de España según el último ranking de National Geographic.

Tal y como cuenta la revista, este centenar de localidades rurales son "imprescindibles" en nuestra geografía. Muchas llevan años recibiendo a viajeros de todo el mundo, algunas siguen guardando maravillosos secretos y otras son realmente peculiares o muy curiosas. 

Sea como fuere, todas están ligadas por dos características: su pequeño tamaño y su riqueza cultural y paisajística. "La España menos poblada tiene muchas maravillas en miniatura que conviene marcar en el plano de las escapadas por su patrimonio, urbanismo o por su relación con el entorno", señala. 

Sobre Alcalá del Júcar

De Alcalá del Júcar, cuenta la revista a sus lectores, destaca su insólita localización y su singular apariencia. "Surcada por el cauce de los ríos Júcar y Cabriel, en la comarca de la Manchuela, exhibe un aspecto diferente al resto de la comunidad", apunta.

El paisaje "modelado" por los ríos crea un "juego de contrastes" que mezcla la planicie de llanura propia de la zona con los desniveles de los valles que lo rodean, y tampoco pasan por alto la arquitectura del "puñado de casas coronadas por tejados anaranjados" encaramadas a la peña sobre la que los almohades construyeron un castillo en el siglo XII.

Alcalá del Júcar. Turismo Castilla-La Mancha

Alcalá del Júcar. Turismo Castilla-La Mancha

A juicio de la publicación, una de las estampas más bellas de esta localidad se refleja en las aguas del río Júcar, atravesadas por un puente romano (s. XVIII) que conecta el casco antiguo con la zona moderna del municipio.

Por último, resalta la "esbelta torre de la iglesia de San Andrés, cuyos elementos góticos brillan con una luz especial al caer la tarde" y las "numerosas cuevas", algunas con más de 700 años de historia, escavadas gracias a la roca caliza que sustenta el pueblo.