Los dos partidos tradicionales están en empate técnico a setenta días de las elecciones generales. Los socialistas lograrían el 23,5% de los votos. El PP, 23,4%. La novedad está en que Ciudadanos se hace con la tercera posición con el 21,5%. Según el informe de Metroscopia de octubre que avanza El País, la formación de Albert Rivera se convierte en el árbitro de la vida política española.
Los resultados de la encuesta certifican que el escenario del 20-D es más incierto que nunca. Los sondeos indican que los españoles confían hoy más en el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que en Mariano Rajoy, aunque el líder más valorado por los españoles es Albert Rivera. Sin duda, Ciudadanos se ha aprovechado del éxito del 27-S para impulsar su conquista de votos de cara a sus primeras elecciones generales.
Hasta ahora, el perfil de votantes de Ciudadanos respondía a una persona joven y urbanita. El mensaje de Rivera, en términos electorales, apenas cuajaba entre el electorado más mayor ni en el ámbito rural. El esquema, sin embargo, se ha hecho trizas en los últimos meses. Ahora, la marea naranja está en plena efervescencia y obtiene la intención directa de voto más alta en todas las franjas de edad excepto a los mayores de 65 años, la única donde todavía resiste el PP.
Mientras PSOE y PP pelean por ocupar el primer puesto y sueñan con poder gobernar, siempre que lo permita Albert Rivera, Podemos se desplaza hasta la cuarta posición con el 14,1% de los votos. De confirmarse estos resultados, Pablo Iglesias sería el actor menos influenciable tras el 20-D y su partido, Podemos, el gran perdedor de las elecciones. Finalmente, Izquierda Unida quedaría relegada a la cuarta posición con el 5,6% de las papeletas.
Ciudadanos asaltó por primera vez otro Parlamento distinto al catalán en las elecciones del 24 de mayo. En la Comunidad Valenciana, consiguió 13 escaños gracias a los más de trescientos mil votos conseguidos. El experimento más difícil para el partido fueron las elecciones del 27-S. Con el independentismo más rebelde que nunca, Albert Rivera cedió la cabecera del partido en Cataluña a una Inés Arrimadas desconocida para la opinión pública. Hubo quien criticó al líder que abandonara la región en el momento más delicado para sus paisanos. Sin embargo, la jerezana consiguió el mismo número de votos que PP y PSOE: más de 700.000. Fue el primer paso firme de Albert Rivera hacia La Moncloa.
Fuentes internas del partido naranja aseguran a EL ESPAÑOL que este resultado es bueno, “pero no nos vamos a conformar”. Su intención, insisten, es “gobernar el país, y no vamos a parar hasta el 20 de diciembre”. Por su parte, el PP intenta cambiar de estrategia acercándose a los más jóvenes, los que se sienten más cómplices de los líderes emergentes. En un acto sin precedentes, Mariano Rajoy visitó este sábado un pueblo de Castilla-La Mancha para mantener un encuentro con los jóvenes de la localidad. El jefe del Ejecutivo mantuvo la misma dureza en su mensaje pero hizo un guiño a los adolescentes, que reconoció estar pasándoselo “pipa” con ellos: “El mejor capital que tenéis es vosotros mismos. Sed mejores, sabed más, conoced más y no renunciéis nunca”, les recomendó.