El gol socialista de Butragueño

19 de junio de 1986. España se enfrentaba a Dinamarca en los octavos de final de los mundiales de México, en plena campaña electoral. El PSOE había ganado por primera vez las elecciones en 1982. Ahora intentaría revalidar, con éxito, su mayoría absoluta.

El estadio de Querétaro estaba a reventar. “La maquina danesa” –así se referían a esta selección los periódicos del momento– se adelantaba de penalti. Zubizarreta se tiró al otro lado. A partir de ahí comenzó el show de Emilio Butragueño. El jugador del Real Madrid hizo cuatro de los cinco goles que consumaron la remontada española. Para anotar el primero de ellos cazó una cesión del defensa danés a su portero. El delantero blanco, el más listo de la clase, corrió y empujó el balón hacia la portería antes de que el cancerbero pudiera despejar. España empataba el partido y el Buitre había marcado el gol más socialista de su carrera.

De repente, aparecieron las siglas del PSOE

Al día siguiente, el telediario de la noche de RTVE deleitaba a sus espectadores con los goles de Butragueño, que daban a España la posibilidad de romper la trágica barrera de los cuartos de final frente a Bélgica, logro que se escaparía en los penaltis. Pero de repente, aparecieron las siglas del PSOE durante la repetición del primer gol del delantero.

En ese instante, Enric Sopena, entonces director de informativos de Televisión Española, pegó un brinco en su despacho. Estaba a punto de irse a casa, pero se quedó a supervisar el último telediario del día. “¡Joder, la que se va a organizar!”, pensó. Sopena reunió a sus ayudantes más cercanos y acordó iniciar una investigación para aclarar lo sucedido. “Nos reunimos aquella noche y al día siguiente. No era fácil. RTVE es una máquina enorme y, en ese momento, había mucha gente trabajando. No hubo manera de averiguar nada”.

¿Qué pasó exactamente aquella noche? Cuenta El País, en su edición del 21 de junio de 1986, que tanto el realizador como el jefe del servicio técnico atribuyeron el error a un letrero que estaba preparado para lanzarse en un momento posterior: “Las siglas del PSOE se colaron cuando unos ayudantes de realización lo pincharon al tratar de encontrar otro”.

Todo el mundo se lavó las manos, nadie se atrevió a dar la cara

Sopena, por su parte, no ve tan clara la teoría del error: “No sé qué pudo pasar, pero no descarto un fallo intencionado. Quizá me la jugara alguien de la vieja guardia de RTVE. Tenga en cuenta que, hasta que no ganó el PSOE las elecciones en el 82, estuve vetado en esa casa. No como director, también como periodista. También pudo ser un mero despiste, pero quedémonos con la trama intencionada, que es mucho más emocionante", bromea el ahora director de El Plural.

“Pero, ¡tenga en cuenta una cosa!-insiste el aquel día responsable de informativos de TVE- ¿No cree que si hubiera sido un simple error, esa persona hubiese venido corriendo a pedir disculpas y a explicar que se le había escapado un rótulo? Todo el mundo se lavó las manos. Nadie llegó a dar la cara”.

No hubo manera de acallar las críticas

Sopena reconoce que, aunque recuerda el gol del Buitre como una anécdota divertida, fue un episodio duro para él: “Algunos medios de comunicación llegaron a decir que, como era tan socialista, coloqué las siglas del PSOE en la pantalla de forma intencionada. Salí mil veces a hacer declaraciones y no hubo manera de acallar las críticas”.

¿Tuvo realmente algún efecto en la campaña el gol de Butragueño? “¡Qué tontería! Pensar eso es faltar al respeto al ciudadano. ¿Cómo alguien va a cambiar su voto por eso? Si uno está disfrutando de los goles de España y le ponen unas siglas del PSOE encima, lo único que hace es pensar: ‘Qué pesados estos socialistas’. En todo caso sería contraproducente”.

El domingo 22 de junio, tres días después de aquel telediario, los españoles votaron con el gol de Butragueño copando pantallas y periódicos. Mingote, que aquel día dibujó la portada de ABC, pintó a un ciudadano que lanzaba su voto a una portería de fútbol que tenía una urna en su interior. Decía Sopena: “La que se va a liar”. Y se lió.