Quién ganará el 20-D aún está sin decidir y a los cuatro partidos con opciones para gobernar -PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos- les persiguen sombras y fantasmas que luchan a diario por enterrar. Mientras Mariano Rajoy inventa un pacto tripartito en favor de Albert Rivera, el líder de Ciudadanos cree que no alcanzará la presidencia si el PP consigue salvar “al soldado Sánchez”. Los fantasmas de campaña se multiplican a dos semanas de las elecciones.
1. El fantasma del todos contra el PP
El titular de portada del domingo de La Razón es de una entrevista con Albert Rivera: “Sería presidente con el apoyo de Sánchez e Iglesias”, dice el candidato. La coordinadora de la campaña de Rivera, Imma Aguilar, que según ha contado a EL ESPAÑOL estuvo presente en la entrevista, ha tuiteado que Rivera no dijo esa frase.
La frase textual de Rivera, de donde se extrae el titular, es su respuesta a la pregunta: “¿Aceptaría el apoyo de Sánchez y de Iglesias para ser investido presidente?” Rivera responde: “Según qué condiciones pongan: si me van a hacer desnaturalizar todo el programa reformista de Ciudadanos o pedir que España vuelva a los bandos o cosas que choquen de frente... No voy a ser presidente a cualquier precio”. Rivera da a entender que para recibir el apoyo de Iglesias, Podemos debería aceptar el programa de Ciudadanos.
Desde el partido han hablado con el periódico y les han dicho que no se puede poner una frase entre comillas que el entrevistado no dijo. Por la mañana, parecía que La Razón había aceptado porque el titular web iba cambiando con otras versiones: “No voy a ser presidente a cualquier precio” y “No me comprometo a que gobierne la lista más votada”. Albert Rivera ha tomado los cambios como si fueran una rectificación: “La Razón obligada a desmentir su portada. Le sale mal al PP la política de la mentira. La ilusión vencerá al miedo”. Pero La Razón no ha publicado ninguna rectificación por escrito, y en conversación con EL ESPAÑOL, su director, Francisco Marhuenda, ha negado que fueran a hacerlo.
Al mediodía, La Razón ha tuiteado que mantenía su versión: “La Razón no rectifica el título de portada de Albert Rivera porque es lo que dice en la entrevista”. El periódico ha vuelto a poner entonces el título original en la web. El titular es tan ambiguo que permite la interpretación que había hecho el vicesecretario del PP, Pablo Casado: “Aviso a votantes despistados: Albert Rivera afirma que votaría con Iglesias y Sánchez”. Por el camino se había perdido ya la gran condición: si aceptan el programa de Ciudadanos.
Desde Ciudadanos han aprovechado la polémica para vincular La Razón a la estrategia del PP. Fran Hervías, secretario de organización de Ciudadanos, ha tuiteado: “El PP marcó su estrategia. Lo que nadie pensaba es que iban a usar la mentira y la manipulación periodística”. La imagen que acompañaba a la frase de Hervías es un titular de El Mundo: “El PP ordena endurecer los ataques contra Albert Rivera”.
La Razón pertenece al Grupo Planeta, como las televisiones de Atresmedia. A pesar de haber dado espacio y audiencia a menudo a Albert Rivera y Pablo Iglesias, La Sexta emitió el sábado por la noche una entrevista amable con el presidente Rajoy. El lunes Atresmedia ha aceptado un debate con los tres candidatos -Sánchez, Rivera e Iglesias- más la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. En el debate de presidenciables de El País, el periódico optó por dejar un atril vacío en lugar de admitir a la número 2, Sáenz de Santamaría.
2. El fantasma del pacto de perdedores
La vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, aprovechó un acto de Nuevas Generaciones en Alicante para advertir a los votantes de los peligros que tiene, a su juicio, votar a Albert Rivera. “Hay que volver a confiar en aquel que ha hecho de España la historia de éxito de la recuperación, en la persona que trabaja con humildad por cada uno de los españoles y que trabaja sabiendo las reformas que le sientan bien a España”.
Para Levy, votar al candidato de Ciudadanos “es de alto riesgo porque puede acabar en el PSOE, ese voto puede acabar dando la Moncloa al Zapatero 2, que es Pedro Sánchez, y volver a la España de la crisis y del paro. Cuidado con los votos al señor Rivera porque están camuflando a Pedro Sánchez”.
3. El fantasma de la 'Operación Menina'
Este sábado, Pablo Iglesias consiguió marcar la agenda política con una de esas frases ingeniosas que hacen fortuna en el imaginario colectivo. “Hay en marcha una 'Operación Menina' para hacer presidenta a Soraya Sáenz de Santamaría con los votos de Albert Rivera”, afirmó en un mitin de Podemos celebrado en Málaga. Solo unas horas después, esta vez en L'Hospitalet de Llobregat, insistió en esta idea y fue más allá al emplazar al candidato de Ciudadanos para que aclare si existe tal plan entre bambalinas: “Albert, dijiste que no investirías a Mariano Rajoy, ¿pero investirías con tus votos a Soraya?”.
De ser cierta la 'Operación Menina', Rivera y los suyos ayudarían a gobernar al PP y, por ello, no pondrían en marcha la regeneración democrática que dicen defender. Por ello, resulta evidente que con estas afirmaciones Iglesias trata de sembrar la duda entre los potenciales votantes de Ciudadanos que sí apuestan por un cambio político de calado. Así, el candidato de Podemos intenta matar dos pájaros con un solo tiro: por un lado, resta la credibilidad de Rivera; y, por otro, provoca a Soraya al tacharla de “menina” justo antes del debate electoral que se celebrará este lunes.
4. El fantasma del pacto de las dos derechas
Los socialistas insisten desde el inicio de campaña, que coincidió con un estudio del CIS demoledor para sus expectativas, en dos mensajes clave: Albert Rivera es de derechas y el único voto útil es el destinado a Pedro Sánchez. En los pasillos del Congreso, Sánchez volvió a insistir este domingo en los dos argumentos: “El voto útil es más útil que nunca” porque, si Rajoy tiene un voto más que el PSOE, “Ciudadanos apoyará al PP”. Los socialistas argumentan que Rivera ha apoyado al PP en todas las comunidades autónomas donde el PP quedó primero.
Desde que el PSOE empezó a considerar como una amenaza a Ciudadanos, Sánchez ha comenzado a llamarles las “nuevas generaciones del PP”. De su programa electoral dice que se inspira “en la factoría de ideas del PP, la fundación Faes”, presidida por el expresidente del Gobierno, José María Aznar. En el PSOE confían en que el alto porcentaje de indecisos se decante por Sánchez ante la amenaza de cuatro años más de políticas conservadoras. Para ello, acusan a Rivera de estar a favor de los recortes y de los copagos en Sanidad y Educación.
5. El fantasma de 'Salvar al soldado Sánchez'
Albert Rivera ha recuperado el título de una famosa película de Steven Spielberg, Salvar al soldado Ryan. El presidente Roosevelt mandó a un pequeño escuadrón a rescatar al soldado Ryan justo después del desembarco de Normandía. Todos los hermanos Ryan habían muerto en la guerra, menos uno. El presidente quería devolverlo vivo a su familia.
Según Rivera, el esfuerzo del presidente Rajoy es salvar al único “soldado” que puede rescatarle: Pedro Sánchez. Si el líder socialista queda segundo, Rivera deberá optar entre permitir la investidura de Sánchez o Rajoy. Pero si Rivera queda segundo, Sánchez tendrá muy difícil hacer que Rajoy repita en lugar de aupar a Rivera a la Moncloa.
Las acusaciones de Rivera en esta presunta operación para “proteger la partitocracia” no eran menores: “Estoy seguro -dijo Rivera en un mitin de Tarragona el pasado sábado- que dentro de esa operación de salvar al soldado Sánchez está que en el cara a cara que tendrán los dos no hablarán de los EREs de Andalucía, de Bárcenas, de la corrupción de Pujol con el que pactaron”. El líder de Ciudadanos aprovechó para criticar al PSOE en su caída electoral: “El PSOE está roto y pacta con cualquiera y en cualquier sitio”.
6. El fantasma revolucionario de Podemos
Ninguna encuesta coloca al partido de Pablo Iglesias por encima del cuarto puesto, y todos sus contrincantes, sobre todo los de la derecha, respiran mucho más tranquilos. Sin embargo, antes y después de las elecciones del 24 de mayo Podemos era el mayor quebradero de cabeza del PP. Sus líderes se mostraban preocupados públicamente porque “más de un millón de personas hayan votado a un partido que tiene como modelo la Venezuela de Maduro”. Esperanza Aguirre, aspirante a la Alcaldía de Madrid que sufrió en carne propia el “pacto de perdedores” para arrebatarle el poder, llegó a acusar a Pablo Iglesias de “estar con el chavismo, con el castrismo y con ETA”.
Los miedos ahora se focalizan en Rivera, aunque el PP ataca al PSOE cada vez que puede por haber permitido a los partidos afines a Podemos gobernar en grandes urbes como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Cádiz. Los ataques, sin embargo, se han recortado mucho y ahora hasta se ve cierto feeling entre el líder del PP, Mariano Rajoy, y el de Podemos, Pablo Iglesias, que tras su visita a la Moncloa reconoció que el presidente del Gobierno ganaba en las distancias cortas. En el día de la Constitución, el jefe del Ejecutivo le dio la enhorabuena por la remontada de Podemos en las encuestas.
7. El fantasma de la gran coalición PP-PSOE
Desde hace no pocos meses, cada vez que a Iglesias le preguntan si pactará con el PSOE tras las elecciones generales, su respuesta siempre es la misma: la única opción de que ese acuerdo se cierre es que Podemos quede por delante de los socialistas. El secretario general del partido morado afirma que “el PSOE prefiere ponerse de acuerdo con el PP” y repite que “cuando están fuertes, los socialistas se olvidan de dónde vienen”. Iglesias completa su argumentación con los ejemplos de lo sucedido en varias ciudades como Madrid, donde el PSOE “nos ha apoyado porque estábamos más fuertes” o donde “ha demostrado que solo está del lado de la mayoría social cuando nosotros le superamos”.
Todas estas afirmaciones de Iglesias tienen el objetivo de minar al partido de Pedro Sánchez, que es, al cabo, el gran rival político de Podemos. Fagocitar al PSOE es ahora y ha sido siempre la intención del partido emergente. Con el fantasma de una posible gran coalición entre PP y PSOE, al estilo de lo que ocurre en Alemania, Iglesias quiere seducir a los electores que tradicionalmente han respaldado a la formación que ahora encabeza Sánchez. El propio candidato de Podemos no para de repetir en esta campaña que “cada vez más votantes socialistas quieren votarnos”.
8. El fantasma de la pinza Rajoy-Iglesias
El PSOE ve con extrañeza la cordial relación que forjan Pablo Iglesias y Mariano Rajoy desde hace semanas. Si Iglesias ha acusado al PSOE de ser casta como el PP y hasta de querer gobernar con los conservadores, ahora Podemos ha visto en el calor presidencial una vía al centro y a la moderación que persigue su estrategia de campaña.
En un abarrotado Congreso de los Diputados, Rajoy saludó a Iglesias, al que felicitó, pero no a Sánchez. La semana pasada, Sánchez apeló a no votar a Podemos por su naufragio en las encuestas, a pesar de que el partido morado va recuperando posiciones.
La división del electorado de izquierdas lamina de una manera determinante las expectativas electorales de los socialistas. Según el PSOE, al PP le conviene que Podemos esté fuerte para evitar que el PSOE se convierta en una amenaza. El PSOE considera a Podemos como una especie de Izquierda Unida reforzada y alerta con que todo voto que vaya para Pablo Iglesias es un voto que facilita la permanencia de Rajoy en la Moncloa. Entre otras cosas, porque Podemos pretende ocupar el lugar del PSOE, pero parece altamente improbable que puedan lograrlo en estas elecciones.
9. El fantasma de Susana Díaz
Cada vez que Susana Díaz alaba a Pedro Sánchez, en la calle Ferraz se echan a temblar. La frase de este domingo fue para recordar. Dos días después de que Sánchez dijera que sólo ofrecería un pacto a los demás partidos si gana las elecciones para después reconocer que lo intentará igualmente si queda segundo, Díaz fijó postura. "Estoy convencida de que el 20 de diciembre, quien gane, tiene la obligación de formar gobierno y que ese gobierno responda a lo que los ciudadanos quieren. Y creo que va a ser el PSOE el que va a ganar las elecciones”.
Puede que Sánchez titubee, pero Díaz no. Para la presidenta andaluza, Sánchez no debería tratar de gobernar a cualquier precio. En Sevilla rechinan las declaraciones que sugieren que Sánchez podría ser presidente al mismo tiempo con Ciudadanos y con Podemos, que boicotea el Gobierno de Díaz. Y si no gobierna, su liderazgo quedará gravemente herido y se abriría la carrera por su sucesión. Díaz trabaja en teoría por la victoria de Sánchez, pero donde más se emplea es en lograr unos buenos resultados en Andalucía. Y después del 20-D, ya se verá.
10. El fantasma del voto inútil
Tanto PP como PSOE intentan reconquistar el voto perdido alimentando la idea de que votar a Ciudadanos y a Podemos es un voto inútil. Los populares insisten en la idea de que “tanto PP como PSOE van a mejorar las encuestas” en un intento de frenar el auge imparable de Albert Rivera. Mariano Rajoy insiste en que su rival natural es Pedro Sánchez y envía a su número dos, Soraya Sáenz de Santamaría, a debatir con los emergentes, partidos “extraparlamentarios” que no merecen la atención del presidente del Gobierno.
En el PSOE intentan vender la idea de que votar a Podemos es “votar al populismo”. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado por activa y por pasiva que los socialistas no se aliarán con Podemos y niega que el auge de esa formación se deba a la caída del PSOE. Pedro Sánchez ha avisado de que quien "se frota las manos" con el auge de Iglesias es el PP, con una "táctica que perjudica al país". Además, ha subrayado que el final de Podemos es “la Venezuela de Chávez”, en referencia a “la pobreza, las cartillas de racionamiento, la falta de democracia y, sobre todo, la desigualdad” del país americano.