El Partido Popular ha salido en tromba a defender a Mariano Rajoy para mitigar los efectos de los 18 minutos más tensos del debate, en los que Pedro Sánchez puso contra las cuerdas al presidente del Gobierno con los casos corrupción. Soraya Sáenz de Santamaría ha dicho que el candidato socialista perpetró "el mayor ejercicio de macarrismo político a la desesperada".
En un mitin en Barcelona, la vicepresidenta ha acusado a Sánchez de "embarrar el campo", frente a un Rajoy que demostró que tiene "proyecto, programa y equipo" para gobernar España cuatro años más. Según Sáenz de Santamaría, la actitud hostil del líder del PSOE "no es buena para nadie".
"Cuanto más débil, más agresivo", ha dicho. "No es que haya perdido, que lo ha hecho, es que ha perdido muchas opciones para continuar en la vida política, porque a los ciudadanos eso no les gusta y no lo perdonan".
Los líderes del PP en campaña han repetido este mismo argumento en sus intervenciones: Rajoy llevó las propuestas y Sánchez, los golpes bajos. En el mismo acto de Barcelona, Alicia Sánchez-Camacho ha dicho que Sánchez demostró "muy mala educación y muy malas formas": "No nos merecemos políticos que insulten y políticos como Pedro Sánchez".
Alfonso Alonso y Alberto Núñez Feijóo también han criticado la actitud "maleducada" del candidato socialista. La secretaria general María Dolores de Cospedal ha querido contrastar la "dignidad política" de su líder, con la "demagogia y la mentira" de Sánchez.