La agresión al presidente del Gobierno ha conmocionado la recta final de la campaña pero la dirección del PP no está dispuesta a utilizar el brutal puñetazo como arma arrojadiza. Esta misma mañana el propio Mariano Rajoy ha pedido "no sacar conclusiones políticas" del incidente durante su paseo electoral en Pontevedra. "Que nadie lo haga", ha dicho en en una entrevista en el programa matinal de Telecinco: "Estamos en un país civilizado y no andamos a bofetadas. Ha sido una excepción".
Los máximos responsables de la campaña del PP han actuado en consecuencia y han preparado un argumentario para exigir que la agresión no se asocie de ninguna manera con el tono elevado de Pedro Sánchez contra el presidente. El líder del PSOE se granjeó el lunes una oleada de críticas tras recordar una y otra vez a Rajoy los casos de corrupción del PP y atacarle en uno de sus puntos más débiles: Bárcenas.
El "usted no es decente" del candidato socialista a La Moncloa en el cara a cara de la Academia de Televisión fue leído como una salida de tono agresiva de Sánchez. A tres días para que abran las urnas, la caravana popular quiere seguir su camino con normalidad dejando de lado el incidente de Pontevedra.
El discurso del equipo de campaña es claro: "Hacer lo que hace el presidente. Unidad de mensaje y no utilizar el mensaje políticamente", aseguran fuentes populares.
Con esta instrucción del equipo de campaña del presidente intenta contener resbalones como los de la cabeza de lista por Segovia, Beatriz Escudero, que en un tuit relacionó los "insultos" de Pedro Sánchez con la agresión. "El me siento orgulloso de insultarle de Sánchez lleva al me siento orgulloso de pegarle", llegó a decir en un tuit. Horas después, Escudero se ha visto obligada a rectificar.