Amarga victoria del Partido Popular. Mariano Rajoy ha ganado las elecciones, pero todo apunta a que un pacto de izquierdas podría triunfar. Con el 99,8% de los votos escrutados, el PP ha conseguido el 28,7% de los votos, 123 escaños, y el PSOE aguanta la segunda posición seguido de Podemos, el partido revelación de la noche. Albert Rivera solo consigue retener el cuarto puesto, un pinchazo que complica a Mariano Rajoy mantenerse en la Moncloa cuatro años más. "Voy a intentar formar gobierno", dijo el líder del PP casi a medianoche, cuando salió al balcón de Génova para celebrar el que ha sido el peor resultado electoral de los conservadores desde 1989.
El PP soñaba con alcanzar los 130 escaños y que Rivera consiguiera los 50, suficiente para formar una coalición de centro derecha. Sin embargo, la realidad es bien distinta y con este Parlamento tan fragmentado, al PP le va a resultar imposible poder formar Gobierno, ya que siquiera sumando los votos de Ciudadanos alcanzan la mayoría absoluta de los 176 escaños. Enfrente, el bloque PSOE y Podemos queda prácticamente empatado en número de escaños a la pinza PP-C´s.
El PP triunfó en las urnas y así lo ha transmitido su cúpula, pero ha perdido casi cuatro millones de votos y 63 escaños con respecto a las elecciones de 2011. La obsesión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en las últimas semanas es que quien lidere la lista más votada intente formar gobierno y así lo dijo en su primera comparecencia pública tras la noche electoral. "No será fácil, pero en las dificultades se ve a los políticos de verdad. Será necesario hablar y dialogar mucho. Lo voy a intentar".
Sin embargo, con este resultado, los conservadores son conscientes de que un bloque de izquierdas puede perfectamente echarlos del Gobierno. Algunos dirigentes ya vaticinan en privado que el pacto será "todos contra el PP".
El primer cargo público en hacer declaraciones media hora después de que los colegios electorales cerraran fue Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación. Con bastante prudencia, el popular adelantaba que el PP “sigue siendo la fuerza preferida por los españoles” tras una legislatura “difícil”, aunque se resistió a decir si Mariano Rajoy se sentía satisfecho con el resultado.
El presidente del Gobierno llegó a la sede nacional del partido hacia las ocho de la tarde acompañado de su mujer, Viri, su gran apoyo durante toda la legislatura. El líder del PP siguió el recuento electoral desde su despacho y estuvo acompañado por algunos dirigentes de su partido como la secretaria general, María Dolores de Cospedal; su jefe de campaña, Jorge Moragas; el comisario europeo Miguel Arias Cañete y los vicesecretarios Casado y Fernando Martínez-Maíllo, entre otros. A la hora de salir al balcón, todos arroparon al presidente en un intento de transmitir un mensaje de unidad en uno de los momentos más delicados para Mariano Rajoy.
Opciones escasas
Desde este lunes, la cúpula de los conservadores se centrará en encontrar apoyos suficientes para que Mariano Rajoy pueda formar un gobierno estable aunque son conscientes de que las opciones que tiene son más bien escasas. Fuentes de la dirección nacional insisten en que “el que gana debe gobernar” y tienen la sensación de haber hecho “un buen trabajo” durante la campaña electoral. Además, aplauden el “descalabro” de Ciudadanos, un partido que creció al calor del buen resultado de las elecciones catalanas pero que tenía un efecto “que no era real”, dicen fuentes populares.
El PP ha convocado a su Comité Ejecutivo Nacional para la tarde de este lunes. Allí se analizarán detalladamente los resultados electorales de este domingo y se estudiará qué opciones hay de poder gobernar. La dirección de campaña insiste en el argumentario: “El PP es el partido más votado, ha ganado las elecciones y debe intentar formar gobierno”.