Era el primer gran debate electoral. Lo protagonizaban cuatro mujeres, aunque sólo dos, Margarita Robles (PSOE) y Carolina Bescansa (Podemos) son candidatas a estos comicios. Junto a ellas, Andrea Levy (PP) e Inés Arrimadas (Ciudadanos), diputadas en el Parlament de Cataluña.
El debate de Antena 3 no quedará para la historia pese a algunos momentos de tensión. Venezuela, la violencia machista o los pactos electorales se llevaron buena parte del tiempo del debate. Estos fueron sus cinco momentos clave.
Los lapsus de Robles
La exmagistrada del Tribunal Supremo, que en su minuto final reivindicó haber abandonado la "cumbre" del poder judicial por la política, tuvo varios lapsus que lastraron su discurso e hicieron las delicias de las redes sociales. "El Partido Socialista se ha puesto para otro lado, el Partido Socialista no ha ayudado, no colaborado con los jueces", dijo en el capítulo de la corrupción. "Esto lo ha hecho el PP", trató de enmendar después. Pero ya era demasiado tarde. Inés Arrimadas no podía contener la risa y la cámara captaba el momento. Robles también acusó al PP de "tirar los trastos" al Tribunal Constitucional, a pesar de que lo que quería decir es que trasladó el problema de Cataluña al alto tribunal.
La corrupción
Fue otro de los grandes momentos del debate. Levy se afanó en decir que su partido lucha contra ella, pero con escaso éxito. A Bescansa le pareció "una broma" y a Arrimadas le sonrojó que Rita Barberá siga siendo senadora, y por lo tanto aforada, para evitar dar explicaciones por el caso Taula. Robles acusó al PP de atacar a los jueces en vez de colaborar con ellos y citó las descalificaciones recientes de miembros del PP hace los magistrados que investigan causas relacionadas.
El factor Tsipras
A pesar de que Vicente Vallés hizo una pregunta directa sobre Venezuela, PP y Ciudadanos coincidieron varias veces en atacar a Podemos con otro ejemplo más cercano, el del primer ministro griego, Alexis Tsipras.
Inés Arrimadas recordó a Carolina Bescansa que Tsipras, viejo aliado de Pablo Iglesias, llegó al gobierno griego gracias a promesas similares que años después terminaron en un corralito y los recortes económicos más grandes de la Unión Europea. Iglesias puso reiteradamente el ejemplo de la nueva izquierda que representa Tsipras en el nacimiento de Podemos. Pero esas referencias y a otras a la unidad de la Europa del sur han desaparecido de su discurso.
Arrimadas y Levy también recordaron a Tsipras en la discusión sobre los refugiados. El primer ministro griego, que afronta una crisis humanitaria de primera magnitud con la llegada masiva de refugiados, no es partidario de abrir las fronteras de su país.
El catalán de Levy
La representante del PP Andrea Levy consiguió un golpe efecto al utilizar el catalán en su 'minuto de oro'. Levy pidió el voto para el PP y en catalán dijo que su partido no iba contra nadie sino “a favor”, tal y como reza su lema.
Arrimadas usó una fórmula similar a la de Pablo Iglesias en el debate a cuatro del pasado 20-D. Pero en lugar del “no olviden” eligió el “no me conformo”. Las dos miraron a cámara.
El tono presidencialista de Bescansa
Carolina Bescansa utilizó un tono suave y una mirada casi triste. Por momentos parecía que se iba a echar a llorar. Huyó de grandes confrontaciones y afeó a las demás participantes sus reproches, por momentos agrios. Bescansa estaba más segura de lo habitual y trataba de actuar como si ya estuviera en el Gobierno, con un tono presidencialista e institucional, que contrastaba mucho con el de sus compañeras de debate.