La innovación es uno de los pilares fundamentales para afrontar los retos globales del presente. Con la emergencia climática en el horizonte, el sector tecnológico se erige como un pilar clave para construir alternativas y estrategias. En este aspecto, Indra es un referente tanto en nuestro país como a nivel europeo.

Una figura destacada en este campo dentro de la compañía es Laura Saralegui, responsable de innovación abierta, un área desde la que lidera las iniciativas de emprendimiento corporativo, con el proyecto Innovators como principal apuesta.

Ingeniera industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y MBA por el Instituto de Empresa, hace una década Saralegui fue la ganadora de la competición Women Entrepreneurs in Europe. Además, cuenta con varios años de experiencia gestionando programas de innovación transversal en áreas tan de actualidad como la sostenibilidad o la energía.

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¿Cómo contribuyes a la innovación desde tu puesto actual en Indra?

De tres formas. La primera tiene que ver con crear cultura de innovación entre todos los profesionales de Indra, generando contenido sobre innovación, tecnologías, presentando experiencias de emprendedores, con encuentros con emprendedores, etc. Esto nos ayuda a ponernos en su lugar y valorar sus propuestas.

Para ello, una vez al mes organizamos una reunión con muchas personas inquietas por la innovación y tratamos temas muy tecnológicos. Fomentar esto es generar las bases de una cultura innovadora que luego se ve en los productos y en que todo el mundo esté a favor e implicado en la innovación tanto en su día a día como en su puesto de trabajo.

La otra forma de contribuir es con las iniciativas de intraemprendimiento o emprendimiento corporativo. A este respecto, tenemos una convocatoria anual que se llama Innovators, un encuentro de ideas abierto a todos los profesionales de la compañía con la que se busca promover el talento interno como fuente de ideas innovadoras disruptivas para resolver los retos de la empresa.

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En Innovators, las distintas unidades de negocios exponen en el comité de innovación cuáles serán los retos más inmediatos y, tras un periodo de recepción de ideas, se van vertebrando propuestas concretas. En este punto ya somos capaces de pedir a nuestros profesionales detalles más concretos que simplemente una idea.

Después seleccionamos diez, y trabajamos en robustecer la propuesta para que la presenten ante el comité de innovación y ante miembros de la alta dirección. Siempre buscamos que la idea sea sólida, por lo que seleccionamos cuatro y les damos continuidad. Son los emprendedores quienes tienen que actuar para impulsarla, pero nosotros los apoyamos en todo el proceso.

Por último, otra forma de contribución es a través de las startups. Observamos el ecosistema de emprendimiento a nivel europeo, donde nos conocen mucho más y culturalmente es más fácil trabajar. Nuestra labor consiste en evaluar lo que está ocurriendo en ese ecosistema y ofrecerle esas oportunidades a nuestras unidades de negocio.

Fruto de ese trabajo de fondo cada vez más tenemos directores y gente de perfil más técnico que es consciente del valor de incorporar una solución de una startup en el producto que está formando Indra. Todo esto es un trabajo de colaboración constante.

¿Qué está haciendo Indra para fomentar el intraemprendimiento de sus profesionales? ¿Puedes citar proyectos completos?

Hay uno que ya ha pasado a ser producto, que ya no es solo un proyecto. Hace tiempo conseguimos que formase parte de un proyecto europeo de I+D. Con la primera fase del desarrollo ya concluida, se ha estado presentando en ferias comerciales en Berlín o Estados Unidos, y ya no es un producto de I+D, sino un producto comercial de Indra.

Se llama Sala Virtual de Crisis. A partir de una incidencia que se haya detectado en infraestructuras viales, túneles y terminales, se genera una Sala de Crisis Virtual, desde la que el sistema automáticamente invita a participar a las personas o entidades con competencias en cada tipo de incidencia (incendio, accidente, vertido de sustancias peligrosas…).

El sistema incluye de una manera jerárquica a las personas o entidades que deban participar también según cada protocolo (bomberos, ambulancias, centro de control, administración, seguridad, etc.) para gestionar la incidencia o crisis en tiempo real y de la forma más coordinada posible. Es un entorno virtual que además soporta la tecnología de gafas de realidad aumentada.

¿Alguna de las ideas propuestas por los empleados se ha convertido en un producto o solución que se haya comercializado en el mercado?

Tenemos un ejemplo de Innovators, de 2018, que se llegó a comercializar con varias de las principales aseguradoras de España. Los procesos de dar parte al seguro a veces son un poco complicados, y este proyecto presentó una propuesta para dar partes de manera muchísimo más ágil y autónoma, reduciendo el trabajo del peritaje y garantizando que el asegurado también saliera beneficiado.

Hace un par de años, en 2020, el Ministerio de Ciencia e Innovación otorgó a Indra el Premio Nacional de Innovación en la categoría de Gran Empresa. ¿Qué han de hacer las empresas para instaurar una cultura innovadora? ¿Cuáles son los ingredientes del éxito?

Efectivamente este aspecto es clave. Debe existir esa apuesta cultural desde la Dirección y traducirse en acciones concretas en toda la organización. Es decir, que todos los profesionales entiendan la apuesta por la innovación que hace la empresa. Y a la vez, hay que conseguir que la innovación la impulsen los perfiles más técnicos. Es la confirmación de que toda la organización está alineada y conocen y comparten el valor de la innovación.

Para mí, el éxito consiste en conjugar los intereses de quien piensa más a corto plazo y más a largo plazo. Hay que presentar proyectos que presenten una ventaja competitiva rápida y recuerden el valor de apostar por la innovación, pero no suelen ser tan intensivos en I+D, por eso hay que acompañarlos de una estrategia de inversión en I+D.

En relación con esto, precisamente Indra es la empresa española que más fondos europeos de I+D ha logrado de la Comisión Europea, y la primera compañía española y segunda europea más destacada en el programa de innovación Horizonte 2020.

Además, es la corporación española con mayor retorno económico obtenido y lidera el sector del Transporte Inteligente, Ecológico e Integrado dentro de este programa marco que ha impulsado las políticas de I+D+i y el desarrollo tecnológico en Europa desde 2014 hasta el pasado año.

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Indra también ha participado en cerca de un centenar de proyectos de I+D+i, en el marco de iniciativas tan ambiciosas como SESAR, que busca crear el Cielo Único Europeo, o Shift2Rail, que refuerza la red ferroviaria en el continente para impulsar el tren como medio de transporte más sostenible.

Sin embargo, además de invertir recursos propios y captar fondos, Indra cuenta con un modelo de innovación abierta que garantiza la mejor gestión del I+D+i y la creación de valor mediante innovadoras soluciones y servicios que dan respuesta a los nuevos retos de los clientes y de la sociedad.

¿Qué hace Indra para estar en contacto con el ecosistema emprendedor español y europeo? ¿Cómo se benefician las ‘startups’ y cómo se beneficia Indra de este intercambio?

Hay muchas formas de relacionarse con el ecosistema y hay que aprovecharlas todas. Hay muchos organismos públicos que fomentan el emprendimiento, y tener trato directo con ellos te permite tener acceso a startups con propuestas disruptivas y tecnologías de vanguardia, porque están recibiendo fondos por I+D y demuestran que tienen una idea muy interesante.

Al organismo público le interesa apostar por esas startups, y a nosotros también nos viene bien estar al tanto de lo que pasa dentro de ese ecosistema. Por otro lado, las universidades están apostando por nuevas empresas de nueva creación que se apoyan en desarrollos y tecnologías realizados en la universidad, y tener un buen trato con ellas también te permite conocer a pequeñas startups que aún no han dado el gran salto.

En los últimos tiempos vemos cada vez más agentes como fondos de inversión, incubadoras, aceleradoras… que están apostando por el emprendimiento, haciendo apuestas muy interesantes, o que aun no pueden optar a fondos europeos, por madurez de la propuesta o por tipo de tecnología, pero que están desarrollando proyectos muy curiosos.

Por lo tanto, es la confluencia de esos tres actores lo que nos permite estar al tanto de las novedades del ecosistema y poder apoyar ideas que más tarde se conviertan en proyectos importantes.

¿Piensas que la innovación ha de ser la responsabilidad exclusiva de un departamento o es una función transversal?

Es transversal, y como ejemplo te diré que en nuestro caso el equipo de innovación es muy pequeño. Lo que tenemos son compañeros en distintas unidades de negocio que nos ayudan a focalizar las opciones con las que contamos. Pero creo que lo verdaderamente importante es que todos estemos innovando y comprometidos con seguir innovando.

¿De qué modo una empresa como Indra se vale de la innovación y la digitalización para impulsar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de sus clientes, que son empresas e instituciones?

De muchas formas. Primero mediante el objetivo 9, el de construir infraestructuras y promover la innovación. Estar constantemente innovando permite generar conocimiento y generar nuevas industrias.

Luego hay muchos otras esferas sociales con las que contribuimos, como la inclusión laboral. Indra tiene muchos acuerdos con las universidades a través de un programa de cátedras accesibles para impulsar proyectos orientados a la inclusión de personas con discapacidad. Estamos contribuyendo a que esas personas se integren mejor en el entorno laboral.

Por último, en función del área de innovación que se esté aplicando, también se contribuye a la eficiencia energética, la reducción de consumo energético, la gestión de emisiones, etc. Nosotros, en tanto que empresa tecnológica, podemos impulsar la consecución de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.