Comprobar la autenticidad de lo que se ve en internet es cada vez más complejo, y con la inteligencia artificial está llegando ya al siguiente nivel en escuelas, gabinetes jurídicos, y ahora hospitales. Ahora, gracias a las aplicaciones generativas, hay quien está suplantando la identidad de médicos conocidos para apoyar la venta de fármacos y pastillas fraudulentas. La regla número uno del marketing es generar confianza, y lo mejor es siempre que la recomendación la haga una voz amiga.
Fue el caso de la Susana Monereo, jefa del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, a quien suplantaron recientemente su identidad para vender pastillas para el adelgazamiento. "Figura perfecta en España", titula un post en internet describiendo unas pastillas aparentemente milagrosas para "perder peso sin pasar hambre y sin agotadores entrenamientos". Junto al mensaje había una foto de la doctora Monereo en el programa ¿Qué me pasa doctor?, del doctor Bartolomé Beltrán.
Susana Monereo ha denunciado el caso a la policía. También ha usado sus redes para denunciar esta estafa para vender pastillas fraudulentas, por la que cobran 130 euros. Este tipo de acciones ponen en entredicho la profesionalidad de los expertos, y minan la confianza de los pacientes. Por eso siempre se recomienda buscar en fuentes fiables, y poner en duda preventiva todo lo que salga en las redes sociales si no está verificado el punto de origen.
En temas de salud, todo el mundo duda ya de los productos 'milagrosos' que prometen resultaos 'espectaculares' sin apenas esfuerzos. Pero cuando estas promesas vienen acompañadas por una cara experta y conocida, las cosas cambian. Monereo tiene una extensa carrera dedicada a la salud y a la alimentación.
Como ella misma decía en un artículo de EL ESPAÑOL: "Una cosa son los fármacos porque pasan los controles y tienen estudios que han demostrado que hay eficacia. Y otra cosa son los productos que se encuentran por internet, que no han pasado los controles ni los análisis científicos, que tienen unos efectos que no son más que placebo. Yo llevo toda la vida peleándome con esto".
Medicina y tecnología
Y es que siempre ha habido estafadores y estos, igual que la tecnología y la medicina, han ido mejorando sus técnicas para hacerse cada vez más creíbles. Cada vez se extienden más bulos climáticos, como que todo el plástico se recicla o la reforestación es la panacea. Por eso, al igual que para comprobar fake news políticas, se recomienda siempre seguir las guías oficiales.
Sin embargo, no se puede demonizar la tecnología y la inteligencia artificial por el mal uso. Los avances no son malos o buenos, sino el uso que se les dé. En los últimos años, la IA se ha hecho un aliado inestimable a la hora de establecer diagnósticos.
Aunque hay que tener claro que se está muy lejos de sustituir por completo al personal médico, se abre un inmenso abanico de posibilidades. Según el doctor José Miguel Laínez, presidente de la Sociedad Española de Neurología, las especialidades que más se beneficiarán de los avances en la inteligencia artificial son neurología, radiología, oncología y cardiología.
Por eso conviene recordar que el mismo ChatGPT ve "poco probable" que la IA sea capaz de sustituir al personal sanitario: "No sustituirá completamente al personal sanitario, pero complementará sus funciones. Sin embargo, aspectos esenciales como la empatía, la interacción humana y la toma de decisiones éticas siguen siendo exclusivos de los seres humanos".