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La contaminación del aire que respiramos puede suponer un gran perjuicio para nuestra salud. Por ello, en 2021, la OMS endureció los límites de polución que recomendaba cumplir a las naciones. De esta forma, intentó allanar el camino para conseguir una atmósfera más pura.

Para ello, cambió uno de los indicadores que estaba teniendo en cuenta hasta ese momento: las partículas en suspensión. Tal y como explica Ecologistas en Acción, pueden diferenciarse por su diámetro, que puede ser igual o inferior a los 10 micrómetros (PM10) o las menores a 2,5 micrómetros (PM2,5).

A día de hoy, las que se consideran un mejor reflejo de la contaminación urbana son las segundas. Esto se debe a que la mayor parte de ellas son de origen antropogénico. Es decir, provienen de actividades realizadas por el hombre. Principalmente, de las emisiones de vehículos diésel.

Contaminación iStock

Precisamente, el origen de las PM10 es el motivo por el que ya no se consideran como uno de los parámetros más exactos para medir la polución. Estas pueden tener una composición con importantes toques naturales, como partículas de polvo pertenecientes a intrusiones de viento del Norte de África.

A principios de este año, un estudio publicado por la Universidad de Monash (Australia), estableció una clara relación entre la mortalidad y los niveles de contaminación de PM2,5 en todo el mundo.

En él, aseguraban que "respirar PM2,5 durante tan solo unas horas, o pocos días, provoca más de un millón de muertes prematuras anuales". Especifican que este caso es especialmente grave en regiones de Asia y África.

Finalmente, hacen hincapié en la importancia de entender la carga de la mortalidad asociada a estas partículas. De esta manera, gracias a la concienciación de la población y de las instituciones, se podrá reducir la contaminación y sus efectos negativos. 

Esto no es de extrañar si tenemos en cuenta que, según Ecologistas en Acción, los efectos de la exposición a estas partículas puede empeorar enfermedades de tipo respiratorio, como la bronquitis, el asma y distintas alergias. También puede afectar a pacientes de dolencias cardiovasculares.

Las PM2,5 son más ligeras que las PM10, por lo que permanecen más tiempo en el aire. Esto provoca que permanezcan más tiempo en el ambiente y favorece su transporte por el viento a distancias largas. Además, también facilita su acumulación en el sistema respiratorio.

¿Cómo saber si estoy expuesto?

Es importante conocer el nivel de exposición a la polución al que estamos sometidos a diario, para poder prevenir problemas de salud o empeorarlos, en caso de tenerlos. Para ello, disponemos de herramientas como la aplicación AirVisual, desarrollada por la empresa IQAir. Es gratuita y compatible con dispostivios iOS y Android.

Esta misma compañía indicó que España duplicó en 2023 la concentración media de partículas PM2,5 recomendadas por la OMS. En cuanto a municipios en particular, el más contaminado de nuestro país el año pasado fue Mollet del Vallés.