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La Región de Murcia es uno de los territorios del país a los que más afecta el cambio climático. La secretaria autonómica de Acción Climática, Marta Cruz Ferreira, asegura que "el aumento de temperaturas, las sequías intensas y los fenómenos meteorológicos extremos han aumentado el riesgo de erosión, inestabilidad de laderas y desertificación". En esta tesitura, avanza que las previsiones "no son tranquilizadoras".

Ferreira ha trasladado estas preocupaciones a los representantes de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, en un encuentro celebrado este fin de semana en Bruselas. En esta cita, la secretaria del Gobierno regional ha informado de que el Ejecutivo autonómico va a poner en marcha una serie de medidas "con el objetivo final de aumentar la resiliencia de nuestros montes".

La secretaria de Acción Climática alerta de que "se espera un otoño de alto riesgo biológico". Para prevenirlo, Ferreira explica que algunas de las medidas que ha puesto en marcha el Palacio de San Esteban pasan por la "aplicación de silvicultura adaptativa, diversificación del estrato de matorral, mejora de la disponibilidad de agua para vegetación o el fomento de recarga de acuíferos".

"También vamos a apostar por el aprovechamiento de biomasa forestal para reducir el riesgo de incendios y la afección por plagas". Además, el Ejecutivo autonómico está desarrollando una serie de iniciativas para monitorizar el estado de los bosques que hay a lo largo de la comunidad murciana.

La secretaria de Acción Climática de la Región de Murcia, María Cruz Ferreira, junto al jefe de unidad de Usos del Suelo de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Ion Codesco. CARM

Algunas de esas medidas contemplan "la digitalización de cartografías de las zonas de vulnerabilidad o el uso de nuevas tecnologías para medir índices de sequía". Para llevar a cabo esta monitorización, la secretaria de Acción Climática explica que su departamento usará sistemas de teledetección con el apoyo de los satélites Copernicus o de drones.

"Estas actuaciones van a requerir de inversiones importantes añadidas". Por ello, Marta Cruz Ferreira considera "fundamental que las políticas y programas europeos tengan en cuenta los problemas específicos en los hábitats forestales que tenemos en la Región de Murcia". Un buen ejemplo de esos programas son los 2,5 millones de euros, procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Rural (FEDER), y que se invertirá en acciones para adaptar los montes al cambio climático.

Estas actuaciones contemplan la utilización de técnicas de silvicultura adaptativa, trabajos ecohidrológicos sobre el suelo y la vegetación, así como recuperación de la biodiversidad en el sotobosque, junto a un incremento de la captura de carbono por parte de los sistemas forestales.

Albardines secos por la falta lluvias en Mahoya, Abanilla. Ecologistas en Acción

Desde Ecologistas en Acción valoran a EL ESPAÑOL | Enclave ODS que las medidas propuestas por la Secretaría de Acción Climática "pueden ser positivas y pertinentes si se hacen bien". Sin embargo, esta organización critica que llevan "décadas insistiendo en que la Región de Murcia necesita un plan forestal que contemple, con medidas y presupuesto, el escenario de cambio climático en el que ya estamos inmersos".

Un portavoz de la organización ecologista valora que la inversión de 2,5 millones de euros con fondos europeos "es escasa y debería incrementarse mucho" durante los próximos años. "Cada vez vamos a tener que intervenir más en la gestión forestal regional, conforme sigan avanzando las consecuencias del cambio climático".

A juicio de Ecologistas en Acción, las medidas que se deben poner en marcha deben tener en cuenta difícil escenario que hay en la actualidad: "En la gestión forestal tenemos dos dificultades principales. Por un lado, la masa forestal pertenece mayoritariamente a propietarios particulares, lo cual dificulta la adopción de medidas desde la Administración pública".

"Por otro lado, la gestión forestal debería abordarse desde una perspectiva global y teniendo muy en cuenta las consecuencias del cambio climático en nuestro territorio, para lo que es imprescindible un buen plan regional de gestión forestal. Tenemos algunas medidas previstas de manera dispersa en diferentes documentos, pero que no se cumplen".

En definitiva, Ecologistas en Acción reclama una Ley Forestal Regional y la aprobación de los Planes de Ordenación Forestal de los Montes Públicos que están guardados en un cajón: "Esos documentos se tienen que dotar de un presupuesto para ejecución".

Pérdidas millonarias

La tendencia cada vez mayor hacia la sequía en la Región de Murcia no es una novedad. Sin ir más lejos, el pasado 24 de junio la consejera de Agricultura, Sara Rubira, mantuvo una reunión en Madrid con los responsables de las organizaciones agrarias COAG, ASAJA y UPA, para abordar las pérdidas de los agricultores y ganaderos murcianos por la escasez hídrica.

Una foto de archivo de un invernadero listo para sembrar hortalizas. EFE

Esas pérdidas alcanzan los "289 millones de euros en los últimos dos años", según recogía un comunicado emitido por el Palacio de San Esteban. En esa reunión, la consejera Sara Rubira afirmó que "la sequía extrema sigue afectando a la Región de Murcia por tercer año consecutivo".

Las previsiones no son positivas. De hecho, según un estudio elaborado en 2022 por el investigador del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), Diego José Fernández, en el sureste peninsular "se producirá a medio-largo plazo un descenso de las precipitaciones que oscilaría entre el 10 y el 40%".

Los registros de precipitaciones que proporciona la AEMET ya atestiguan esa escasez de lluvias tan acusada en el sureste peninsular. Los territorios más afectados son la Región de Murcia y dos provincias limítrofes: Alicante y Almería.

"La reducción de las precipitaciones en el sureste español será más importante en las zonas interiores de la cuenca hidrográfica del río Segura, más alejadas del litoral", según el estudio del investigador del IMIDA. "Habrá un aumento de la evapotranspiración y un incremento de las necesidades hídricas de los cultivos, con consecuencias tanto para la disponibilidad como para la calidad del agua dulce".

Diego José Fernández advierte de que la consecuencia principal de esta alteración de las condiciones medioambientales de los ecosistemas mediterráneos tendrá una grave repercusión en el futuro: "Se va a producir una irremediable expansión del desierto en el sur de la península ibérica si no se toman medidas y se adaptan políticas para frenar y mitigar este incremento de la temperatura".