Sellos que rompen barreras: así se facilita la inclusión laboral de las personas con discapacidad intelectual
ODS 8: El mantenimiento de las sacas de tela que transportan la correspondencia o el ensobrado de sellos de Correos, entre otras actividades, hacen posible la vida independiente de los cientos de personas con discapacidad de la Fundación A LA PAR.
28 septiembre, 2021 02:37Un hola tras otro recibe a Almudena Martorell cada mañana. La presidenta de la Fundación A LA PAR, que lucha por la participación igualitaria en la sociedad de las personas con discapacidad intelectual, recibe a ENCLAVEODS en su sede. Allí, en el madrileño barrio de Montecarmelo, una treintena de personas tardan pocos minutos en acercarse a saludar.
Entre el aluvión de "buenos días" se encuentra Adela, que se acaba de independizar con dos amigos. A su lado está sentada, trabajando, María Nuria, que gesticula efusivamente y muestra orgullosa lo que están haciendo: un sello nuevo con olor a rosa.
La primera parada es la sala de filatelia, donde se realiza el trabajo con sellos. Aquí se cortan, ensobran, se colocan en exhibidores para coleccionistas y se preparan envíos a suscriptores.
"Lo más difícil es el período de adaptación y la adecuación a qué tipo de trabajo pueden realizar mejor, por ejemplo cortar requiere conocimientos de cálculo", explica Jesús de Carlos, coordinador de esta sección.
Las personas con discapacidad que realizan estos trabajos, gracias la fundación y a Correos, pueden acceder a una vida plena y tener casa e independencia.
Alguien saluda de nuevo a Martorell. Esta sede es una auténtica ciudad de siete hectáreas en la que se ubican un centro especial de empleo para personas con discapacidad física e intelectual y un taller ocupacional.
En 1993, A LA PAR clasificó, lavó y reparó 450.545 para Correos. En 2020, la cifra ascendió a 2.465.767
El primero lo forman cerca de doscientas personas. En el segundo participan ciento cincuenta. Y hasta quinientas realizan tareas de imprenta, sellos, elaboración de dulces, carpintería, manutención de huertas, talleres de mecánica y de cuidado de sacas.
Pablo Fernández de Henestrosa, coordinador de todo este trabajo, recuerda cómo A LA PAR, elegida en 2007 por Naciones Unidas como una de las 85 oenegés de mayor confianza, colabora desde hace décadas con Correos. Y también con otras empresas e instituciones.
"Las sacas de Correos hay que clasificarlas, lavarlas, almacenarlas, repararlas… y también las bandejas, las jaulas y los carros transportadores de jaulas", cuenta. Este tipo de trabajos, como explica, al ser en cadena y continuados, son realizados aquí con un "increíble sentimiento de pertenencia" a la marca: "el grupo está muy orgulloso de trabajar para Correos".
Como explica Elena Fernández, subdirectora de Relaciones Internacionales, Institucionales y Sostenibilidad de Correos, a ENCLAVE ODS, la colaboración con la Fundación A LA PAR se inició en 1991. Correos les propuso "realizar servicios de clasificado, lavado y reparado de las sacas de tela que utilizábamos para el transporte de correspondencia", cuenta.
A partir de este primer contrato, y fruto de la calidad de los servicios proporcionados por la fundación, Fernández asegura que Correos fue gradualmente ampliando la oferta de servicios contratados y, con ello, generando nuevos puestos de trabajo.
Así, las cifras de producción fueron aumentando. Las sacas clasificadas, lavadas y reparadas al año pasaron de 450.545 en 1993 a 2.465.767 en 2020. Y se fueron diversificando.
Fernández cuenta que en 2005 emprendieron un nuevo reto: el manipulado de las nuevas emisiones de sellos para los abonados filatélicos de Correos. Un desafío que les suponía realizar un trabajo sumamente minucioso y de gran responsabilidad. "Su respuesta a lo largo de estos 15 años en el taller de filatelia ha sido fantástica", concluye.
70 años de historia
La Fundación A LA PAR nace en el año 1948 bajo el nombre Carmen Pardo-Valcare. Como relata Martorell, se creó cuando su bisabuela escuchó una petición que le conmovió de las personas de la leprosería de Trillo "para que sus hijos pudieran residir y estudiar en un lugar libre de esta enfermedad".
Pardo-Valcare compró los terrenos actuales, donándolos y construyendo el preventorio que sigue siendo en la actualidad el icono de esta fundación. Su hija apostó por la participación en la sociedad de las personas con discapacidad intelectual y su bisnieta, la actual responsable, sigue con aquella labor pero haciéndola crecer.
En colaboración con las familias, la Administración y el tejido empresarial español, la fundación consigue cerca de 150 inserciones laborales al año
Actualmente, A LA PAR gestiona programas de cooperación al desarrollo en ocho países de América Latina. Y en colaboración con las familias, la Administración y el tejido empresarial español, consigue cerca de 150 inserciones laborales al año. En 2010 iniciaron una Unidad de Atención a Víctimas con Discapacidad Intelectual para atender casos de abuso.
Más que sellos y sacas
"Artesanal, hecho a mano y de calidad", recalca María Fúster, directora del área de Empleo respecto a la sección de carpintería y muebles. Menciona que algunas de las creaciones que salen de ahí, ordenadas en dos colecciones anuales, se pueden adquirir en una famosa tienda de decoración de la calle Velázquez.
También, en la Feria de la decoración de París y otras similares de ciudades alemanas. "Un conocido decorador alemán nos encarga cada año 20.000 manteles individuales de madera, verdes y dorados", cuenta.
Martorell, presidenta de la entidad, no cree que nadie se olvide de 2020. Y mucho menos en la fundación. Han atravesado dificultades debido a la pandemia de la covid-19, pero también han tenido otros problemas como los relativos a Filomena o un pequeño incendio.
En 2020 se ha dado incluso el caso en el que el único sueldo que entraba en una casa era el del hijo con discapacidad intelectual
Han tenido que hacer un enorme esfuerzo de superación entre todos. Las circunstancias y el imprevisto no permiten a nadie escapar, pero para eso está la capacidad de solucionarlos. En este caso, han creado carpas y espacios nuevos para que el trabajo no cesara.
Martorell cuenta que han sido conscientes también "de un caso en el que el único sueldo que entraba en una casa era el del hijo con discapacidad intelectual". Se convirtió, así, en el único sustento de la familia.
A pesar de las circunstancias que conllevó el año pasado el estado de alarma y la pandemia, siguiendo todos los protocolos sanitarios para garantizar la salud de los profesionales que desempeñan su labor en este taller, han conseguido mantener la rutina de manipulado de sellos.
Elena Fernández, de Correos explica que, covid mediante, incluso se han alcanzado 3,5 millones de unidades de sellos, un millón de unidades de hojas bloque y 21.000 libros anuales. Y concluye: "Esto ha permitido que los filatelistas hayan seguido ampliando sus preciadas colecciones en pandemia. ¡Todo un logro!".