"Ojalá hayamos logrado cambiar la forma de entender los proyectos de vida de las personas con discapacidad". Así cerraba Raquel Cárcamo el evento Cafés que Cambian Miradas, organizado ayer por la Fundación A La Par, donde trabaja como sensibilizadora.
El objetivo del coloquio se define a la perfección con la frase que Cárcamo utilizó para concluirlo. Con ánimo, destreza y profesionalidad, demostró a todos los allí presentes que las personas con discapacidad pueden "hacer un trabajo igual de bueno que el resto, siempre y cuando nos den el apoyo que necesitamos".
Nacen con una barrera que la sociedad les impone. Su esfuerzo y trabajo es mayor cuando se proponen alcanzar una meta. Y esto es lo que ocurre cuando su objeto es convertirse en personas plenamente autónomas.
En este sentido, ellos nadan a contracorriente. Tienen límites, pero como explicó Iván Talavera, uno de los participantes en el coloquio, todo puede conseguirse: "Los límites los ponemos nosotros", enfatizó.
Los seis testimonios que amenizaron este café compartían un mismo sueño: el de la independencia. Algunos de los presentes tienen la suerte de poder vivirlo; otros todavía lo anhelan, pero trabajan intensamente para hacerlo realidad.
Una vida de entrenamiento
El Servicio de Apoyo para la Vida Independiente de Fundación A La Par prepara o "entrena" a los jóvenes con discapacidad en su trayecto hacia la independencia. La fundación dispone de casas –viviendas de apoyo y tuteladas– para enseñarles habilidades y aptitudes que les preparen para ejercer una vida completamente autónoma.
"Los límites los ponemos nosotros, hay que salir, vivir e intentarlo", explicó Talavera
La filosofía que promueve esta iniciativa es que las personas con discapacidad también pueden elegir dónde y con quién vivir. "Les damos la oportunidad de que tengan la experiencia que ellos quieran", cuenta Ana García, responsable del programa.
Luis Miguel Bravo se lanzó a esta aventura hace poco. Vive en una de las viviendas tuteladas de las que dispone la organización, y ayer contaba que le encanta disfrutar de la compañía de sus compañeros en el piso.
Sin embargo, ha sido en este nuevo comienzo cuando le ha tocado superar uno de los peores momentos de su vida. Perdió a su madre durante la covid-19. "Lo pasé mal porque estar metido en el piso no era para mí lo más fácil", confesó.
Para él, poder trabajar y vivir en un entorno independiente, con amigos en su misma situación, y el apoyo que la fundación le proporcionó durante la pandemia fueron esenciales.
El camino hasta la independencia es complicado, no sólo por el trabajo diario que la A La Par desempeña con sus beneficiarios. A veces, para acceder a un piso, las inmobiliarias recogen una serie de requisitos que ellos no suelen cumplir al contar simplemente con el salario mínimo.
¿Está la sociedad realmente preparada para apoyar su independencia? Aprender a normalizar estas situaciones ayudaría a mejorar sus vidas."Hay mucho trabajo por hacer para que todos pensemos que las personas con discapacidad pueden ser independientes con o sin apoyo", explicó García.
Iván Talavera, amigo de la fundación, lo dejó claro: "La sociedad puede o no integrarnos, pero esto depende de nosotros". La serenidad y capacidad de afrontar situaciones difíciles han resultado completamente inspiradoras en boca de este joven que ya vive en un piso con su mejor amiga.
Está seguro de que quiere seguir cumpliendo sueños: "Hay que salir, vivir e intentarlo", enfatizó. Y es que no importa el fracaso si tienes la voluntad de levantarte una y otra vez.
El mismo entusiasmo demostró María Fernández, que con solo 30 años ha roto completamente con la imagen preconcebida que rodea a las personas con discapacidad. Después de jornadas intensas combinando trabajo y estudio, ha conseguido –a través de una oposición– una plaza de administrativa en el Ministerio de Política Territorial.
Tras lograr su propósito, emprendió el gran camino de irse a vivir sola. Ahora, también es independiente económicamente y ya se está planeando su futuro: seguir estudiando y ascender es su próximo objetivo.
Reto familiar
En ocasiones, el mayor desafío es conseguir que las familias apoyen la elección de sus hijos cuando quieren embarcarse en esta aventura. Muchos padres y madres todavía no creen que estén preparados para iniciar el trayecto hacia la plena autonomía.
A veces, sin quererlo, impulsados por el temor, se convierten en el principal obstáculo que impide el desarrollo de sus hijos. Esto lo tiene claro Antonio Soto, padre de Cristina (44 años), que trabaja en un Centro Especial de Empleo.
"Podemos hacer un trabajo igual de bueno que el resto, siempre y cuando nos den el apoyo que necesitamos", aseguró Cárcamo
El cariño y respeto hacia su hija le dio la fuerza para apoyar su sueño: ser independiente. Soto explicó dos situaciones que les impulsaron –a él y a su esposa– a dar el paso en este gran proceso y luchar por los derechos de su hija.
Ayer contaba que estando en el hospital, un cirujano les dijo respetuosamente: "En la carretera hay muchos coches, unos son Mercedes y otros son un 600, como su hija", y concluyó: "En lugar de preocuparse, ocúpense para que siempre esté a punto".
Esta experiencia, junto con el miedo al qué será de la vida de su hija cuando ellos no estén, fue lo que les dio fuerzas para entender la necesidad de que fuera autónoma.
Gracias al gran apoyo familiar que le brindaron, hoy Cristina trabaja y ha comenzado a ser independiente. Su familia aseguraba durante el coloquio que se ha convertido en una persona más madura y con capacidad para hacer frente a situaciones que antes creían imposibles.
Para Soto lo más importante es que "ella cuando habla de su casa ya no se refiere a la nuestra, sino a la suya", concluyó.
Las personas con discapacidad también deben disfrutar de este derecho, "tenemos que ayudarles y escucharles", afirmó García. Y aunque muchos creen que conseguir independencia es para ellos imposible, utilizando los medios adecuados pueden tenerla.
La ganas de vivir y superarse se encontraban en cada palabra que emanaba de los participantes. Todos están acostumbrados a romper barreras y comparten la misma filosofía de vida. En palabras de Talavera, "tirar hacia adelante y luchar por nuestros sueños es lo más importante, nuestros padres no van a estar siempre".