Un año más, el producto estrella de las Navidades –y de cualquier celebración especial– se ha vuelto a pagar a precio de oro. El motivo es sencillo: su carne se considera exquisita y, por eso, se comercializa en todas sus etapas de desarrollo, también a nivel mundial. Eso lleva a la pesca constante de esta especie y a su exportación de manera clandestina a Asia para su cultivo.
Por eso, "un kilo de angula puede costar entre 300 € o 500 €, cuando se transporta a este mercado [el asiático] hace que se transformen en 6.000 €, pero se termina vendiendo por 18.000 o 25.000 €", explica Carlos Fernández, catedrático de Zoología en la Universidad de Córdoba (UCO). Esto hace de la comercialización ilegal de la anguila un gran negocio.
Esta pesca ilegal de una especie eminentemente europea para exportar a los países asiáticos tiene como objeto sacar a la angula y llevarla a estanques donde crecen, se desarrollan y después las venden como producto elaborado.
César Vila, responsable del programa del seguimiento del estuario del Guadalquivir del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA), cuenta que en Andalucía está prohibida la pesca de la angula, "que alcanza tanto valor en Navidad".
En este sentido, los expertos señalan la labor de control del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA). Este organismo "es el brazo de la ley, al menos en Andalucía, que está luchando contra esta pesca ilegal", explica Vila. Y añade que "no es una especie de interés alimentario, no es necesaria para el ciudadano, está muy relacionada con el lujo". Por eso considera que aplicar políticas duras contra su consumo es esencial, "en Andalucía se hace", señala.
Su conservación, en riesgo
La última evaluación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en 2020 indicaba que el estado de conservación de anguila europea era crítico, encontrándose dentro de su Lista Roja. En España, Andalucía es una de las comunidades autónomas que más está trabajando en su conservación, pero su futuro, según los expertos, no parece halagüeño.
Ahora están llegando a las costas europeas el 5% de angulas que llegaban durante los 70
Las anguilas europeas se distribuyen por todas las costas atlánticas y mediterráneas de Europa, así como por el norte de África. Proceden del mar de los Sagarzos, área en el océano atlántico y único mar que no baña las costas de ningún país. Desde ahí salen todos los alevines, es decir, las angulas. "Utilizando las corrientes del Golfo llegan a Europa", explica Fernández.
Actualmente, en su descenso por el Golfo, las corrientes se están viendo alteradas por el cambio climático, desplazando a las anguilas a lugares que no son los más propicios para su desarrollo.
Los científicos dieron la voz de alarma cuando descubrieron el descenso de esta especie. Sin embargo, no es hasta 2007 "cuando la Unión Europea (UE) desarrolla un decreto que obliga a los estados miembros a diseñar planes de conservación de las especies", cuenta Fernández.
No obstante, a pesar de este avance, en España cada comunidad autónoma ha aplicado la legislación de forma distinta. La especie sigue descendiendo, lo que de muestra que "todas las medidas de conservación que se están desarrollando España y Europa no están siendo eficaces", destaca este catedrático.
Factores ambientales
Existen factores ambientales que influyen en la desaparición de la anguila y, por tanto, de su cría, la angula. Cuando este animal sale del mar de los Sagarzos sigue su camino por los estuarios y llega a los ríos, donde esperan varios años mientras se desarrollan. El problema, como dice Fernández, es que ese hábitat de crecimiento "se ha perdido en más de un 80% porque se han construido presas en los ríos que los bloquean e impiden que lleguen". Asimismo, aquellas que superan este escollo, muchas veces mueren por las turbinas.
Pero la contaminación de los ríos también influye en su supervivencia. En su etapa de desarrollo, la anguila se llena de grasa para prepararse para su proceso migratorio. Al alimentarse y absorber esa grasa, sin quererlo, también acumula los metales pesados del río. "Se intoxica, eso le hace perder salud y capacidades migratorias, además, hace que su éxito reproductivo sea muy bajo", explica este experto.
En este sentido, Ana Bernal, técnica de campo en biodiversidad para WWF España en Doñana, cuenta que una de las prioridades es "recuperar la longitud y permeabilidad de los ríos y cauces fluviales", pero también de las marismas, "donde se crían".
Fernández señala la entrada de un parásito que trajeron las angulas asiáticas, que no mata a la especie, pero "afecta a la vejiga natatoria", un órgano interno que si se ve dañado, produce que muchas mueran antes de terminar su trayecto migratorio. El experto alerta: "Si las fuerzas negativas que han llevado a la especie a esta situación continúan más allá de 10 años, se extingue".
Más normativa para su futuro
Actualmente, según cuenta Fernández, "están llegando a las costas europeas el 5% de las angulas que llegaban en los años 70". Lo que demuestra que se ha perdido el 95% de la entrada de esta especie.
Desde WWF han lanzado una campaña para luchar contra el declive de la anguila europea. Esta iniciativa surge después de analizar el informe realizado por FishSec sobre el grado de cumplimiento de la medida que obliga "a establecer una veda de tres meses consecutivos en el periodo de migración de la anguila", con el objetivo de favorecer su migración. Sin embargo, desde la organización aseguran que los países lo están cumpliendo de forma muy dispar.
Fernández concluye afirmando que lo que está ocurriendo actualmente es que aunque haya reuniones, proyectos e investigaciones, la anguila sigue estando en niveles mínimos. Si no se protege el medio natural en el que vive y se desarrolla esta especie, su precio en Navidad será lo de menos. Porque, como lamenta el experto, "acabaremos de conocerla perfectamente cuando no la tengamos en el medio porque se ha extinguido".