¿Supondrá la impresión 3D la revolución de la arquitectura? La también denominada fabricación aditiva deposita el material tridimensionalmente en el espacio capa por capa hasta lograr la forma u objeto que se busca. Gracias al nuevo abanico de posibilidades que ofrece, la arquitectura y el diseño de interiores está aprovechando esta nueva tecnología para reinventar los espacios y reducir los residuos que se desechan en el proceso de construcción.
Carmelo Zappulla, arquitecto italiano, fundador y director del estudio External Reference de Barcelona, utiliza tecnologías y materiales innovadores en sus proyectos y establece un enfoque donde "la arquitectura se compone de elementos compatibles con una economía circular y que permiten su reutilización completa". Entre esas herramientas destaca la impresión 3D, sobre la que ha investigado posibles aplicaciones y soluciones prácticas tanto en el ámbito académico como en proyectos reales.
"Hemos visto que la manera más inteligente de reducir el ciclo y acortar distancias entre la construcción y el diseño es a través de la impresión 3D", explica el arquitecto. Esta técnica permite que todo el material que imprimen pueda usarse completamente y no deja ningún residuo, como podría pasar con la madera al cortar y adaptar.
Para aplicar las técnicas de impresión 3D se utiliza el conocido como ácido poliláctico (PLA), un termoplástico que se genera con recursos renovables como el almidón de maíz. Este polímero permite que, por su naturaleza biodegradable, posteriormente, cuando ya no se requiera de su uso, se pueda reciclar fácilmente o descomponer más rápido.
Muebles que absorben CO₂
Casa Sayrach es un edificio modernista que se encuentra en Barcelona y cuyas formas características sumergen a los viandantes en el mundo marino, en lo que parece una alegoría del mar Mediterráneo. En 2020, Zappulla reformó la planta principal del edificio y en parte de su nuevo mobiliario utilizó PLA para, a través de la impresión 3D, crear las sillas y las mesas.
La combinación de este material con un compuesto natural conocido como PureTech fue capaz de mineralizar y capturar algunos de los principales gases de efecto invernadero y contaminantes en la atmósfera, como el CO₂. Es decir, hizo que los muebles funcionaran como árboles. "No solo estás utilizando un material que no contamina, sino que tiene un efecto positivo en el medio ambiente porque absorbe CO₂ y las partes tóxicas del aire", explica el experto.
Fue en este proyecto, según Zappulla, donde empezaron a innovar con la impresión 3D, pues hasta ese momento su uso estaba más enfocado a las maquetas. "Nosotros lo hemos llevado a la realidad", añade. "Me di cuenta de la importancia de esta tecnología y que realmente no se estaba utilizando a gran escala. Nos arriesgamos: siempre debes tener el coraje para hacerlo".
Aunque empezaron con pequeñas piezas de mobiliario, como sillas o mesas, pronto se dieron cuenta de que podría aplicarse a otros espacios, aunque siempre haciendo frente a una de las mayores limitaciones de la impresión 3D: el tiempo. "Ahora estamos empleando sistemas de robotización aplicados a la arquitectura y al diseño", cuenta Zappulla. Se refiere a grandes brazos robotizados que depositan el material de forma aditiva a través de un extrusor, un sistema de empuje que lleva el filamento hasta la boquilla.
Una tienda totalmente impresa en 3D
El arte digital, junto a la fabricación aditiva y a la moda, han convergido para crear una nueva tienda en Dubai diseñada específicamente para la boutique de zapatillas y streetwear Presentedby. "Es como hacer un descubrimiento emocionante, un espacio fluido y sinuoso que impulsa al cliente hacia una experiencia auténtica", cuenta Zappulla.
El estudio External Reference fue capaz de crear un espacio en el que no sólo destaque la compra, sino el propio espacio impreso, que se consigue a través de la fabricación de módulos que, posteriormente, se van ensamblando.
"Desde un punto de vista sostenible, con este tipo de material, puedo imprimir una tienda que también puedo desmontar, triturar e imprimir de nuevo", explica. También se puede reconvertir: "Se vuelve un desecho natural, un material que se puede reabsorber". Además de eso, aporta ventajas desde un punto de vista creativo, pues este material aporta una mayor flexibilidad que la técnica de fresado habitual.
El bosque de la inteligencia
Esa creatividad cogió forma en los diseños de los espacios expositivos del Pabellón de España en la Expo Dubai 2020, donde el estudio de Zappulla, junto con Onionlab, crearon un bosque artificial impreso en 3D que produce oxígeno y un árbol interactivo que reacciona a los hábitos sostenibles del público.
El espacio está construido totalmente con materiales reutilizables, como madera, hierro y tela, que siguen los principios de la economía circular, ya que pueden ser reciclados y reutilizados en su totalidad o desmontados para su posterior uso. Además, la forma cónica del entorno contribuye a aumentar el flujo del aire para modular la temperatura del espacio de forma ecológica.
En el bosque de la inteligencia se encuentran los árboles creados con el polímero bioplástico sostenible elaborado con dextrosa de maíz y mezclado con el compuesto pure.tech que captura y mineraliza el CO₂. Asimismo, el paisaje es capaz de producir oxígenos y alimentos a través de la fotosíntesis gracias a fotobiorreactores que contienen microalgas, como la espirulina y la clorella.
En la misma línea, en 2020 consiguieron producir un árbol de Navidad completamente impreso en 3D. "Aunque es artificial, tiene un comportamiento natural absorbiendo más de 15 kg de CO₂ por año", cuenta Zapulla.
Para que estos espacios, la arquitectura y el diseño puedan seguir reinventándose, el arquitecto considera que las constructoras deben empezar a ver estas técnicas "como un futuro viable" y hacer "una mayor inversión en máquinas". Y aunque aún exista una falta de conocimiento sobre el tema, Carmelo Zappulla considera que, al menos, "ya estamos haciendo que el futuro de la impresión 3D se aplique también en la arquitectura", y pone como ejemplo los puentes impresos en metal de Holanda.