La polémica de la Supercopa en Arabia Saudí: ¿dónde quedaron los DD.HH.?

El Real Madrid se ha proclamado campeón de la Supercopa masculina de España tras derrotar al Athletic Club por dos goles a cero. El partido se disputó en el Estadio Rey Fahd de Riad, en Arabia Saudí. Los dos partidos anteriores, Real Madrid - Fútbol Club Barcelona y Atlético de Madrid - Athletic Club, también se celebraron en el país árabe. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha acordado que el torneo masculino se juegue en Arabia Saudí hasta 2029.

“Es la Supercopa de la igualdad”. Con estas palabras presentó Luis Rubiales, el presidente de la RFEF, en 2019, la primera edición de la Supercopa masculina de España de fútbol que se celebraría en Arabia Saudí.

La decisión de trasladar al país árabe la competición fue bastante criticada entonces. Por una parte, porque la mayoría de los aficionados no podrían viajar a ver los partidos. Por otra, por la ausencia de democracia y la situación de los derechos humanos en dicho país, especialmente los del colectivo LGTBi y, sobre todo, los de las mujeres, a lo que la RFEF respondió asegurando que las aficionadas podrían asistir a los partidos y sentarse en las mismas gradas que los hombres. Pero la Supercopa femenina sí se quedaría en España.

Tres años después, cualquiera de los aficionados que siguiese la final de la Supercopa el pasado domingo pudo darse cuenta de que las gradas del estadio de Rias estaban ocupadas en su práctica totalidad por hombres, aunque también asistieron algunas mujeres. La mayoría de estas iban cubiertas por un chador oscuro –pieza de tela semicircular que se coloca sobre la cabeza, cubriendo todo el cuerpo salvo la cara– y mascarilla negra, con las bufandas del equipo al que apoyaban anudadas sobre el atuendo.

Además, durante la entrega de premios, los espectadores pudieron contemplar cómo las mujeres que entregaban los galardones –el equivalente a las azafatas en España– iban cubiertas de negro, con mascarilla negra y sólo se les veían los ojos.

Rubiales justificó en 2019 la polémica decisión como una oportunidad para “cambiar las cosas” en el país saudí, decisión que además fue aprobada por la Asamblea del Fútbol Español. Actualmente, desde la RFEF argumentan que el principal motivo de celebrar el evento en Arabia Saudí es conseguir ingresos “para repartir ayudas económicas entre el fútbol no profesional español, incluido el femenino”.

Entre 240 y 320 millones de euros

La Supercopa masculina de España se ha celebrado en Arabia Saudí después de disputarse la temporada pasada en Andalucía por la situación sanitaria. Según han informado distintos medios, la RFEF ha conseguido mantener el acuerdo con Arabia Saudí de 40 millones de euros. Del total, 22 millones se destinarán al fútbol profesional y los equipos participantes, y 18 millones irán al fútbol no profesional.

Los acuerdos de renovación alcanzados establecen que la competición masculina se celebre en el país árabe hasta 2029. Según adelantó 2Playbook, la Federación activó la renovación automática por tres años y sumó después otras cuatro ediciones a cambio del “pago íntegro de las compensaciones económicas”.

Se argumentó que así la RFEF evitaba tener que afrontar las pérdidas económicas con fondos que necesita el organismo para los clubes modestos, que también se han visto afectados por la pandemia. Con la renovación, según las cifras que maneja EL ESPAÑOL, la RFEF se aseguraría entre 240 y 320 millones de euros las próximas temporadas, siempre que se respeten las cantidades del primer acuerdo.

“No todo vale por dinero”

Muchos aficionados se han preguntado estos días por qué la Supercopa, una competición nacional, no se ha emitido en la televisión pública. En 2019, RTVE rechazó optar a emitir la Supercopa por celebrarse en Arabia Saudí. Así lo adelantó la Cadena SER, la corporación explicó que era una decisión basada en la coherencia. “Si en RTVE apostamos por el deporte femenino ¿qué hacemos en un país donde las mujeres son encarceladas por defender sus derechos?” 

Cuando se conoció la decisión de trasladar la competición al país saudita, Amnistía Internacional recordó a la RFEF el historial de vulneraciones de derechos humanos que acumula el país árabe. Rubiales defendió entonces la elección de la sede por tratarse de una competición “abocada a la muerte” que contribuiría “al desarrollo del deporte femenino y modesto de nuestro país”.

Por otra parte, el secretario LGTBI del PSOE, Víctor Gutiérrez, criticó el pasado martes 12 que la Supercopa de España se celebrase en Arabia Saudí y calificó el torneo como la “Supercopa de la vergüenza”. Lamentó que se lleve el fútbol español a un país que no respeta los derechos humanos. “No todo vale por dinero” añadió.

Derechos humanos en Arabia Saudí

Rubiales argumentó en 2019 que el traslado del torneo era una “oportunidad de cambiar cosas” en el país de Oriente Medio. Dos años después, Amnistía Internacional sigue denunciando la continua violación de derechos humanos en el país, en particular hacia las mujeres y personas LGBTI. La organización señala que el “breve respiro de la represión que se vivió en Arabia Saudí durante su presidencia del G-20 se desvaneció al acabar la cumbre, lo que demuestra que dichos avances respondían más a una campaña de relaciones públicas que a la voluntad de sus autoridades".

Tanto la RFEF como los equipos que participan en la competición han manifestado su compromiso con la defensa de los derechos humanos. Concretamente, la Federación de Fútbol ha declarado que “la mujer, junto a la buena gobernanza, la modernización y la transparencia constituyen un pilar fundamental en su trabajo”, así como su compromiso de liderar desde la Federación la lucha contra la discriminación y de defender y proteger a la mujer y a los menores en el fútbol.

Sin embargo, según denuncia Amnistía Internacional, la legislación saudí sigue discriminando a las mujeres y niñas, limitando sus vidas en aspectos como el matrimonio o la herencia. Por otra parte, a finales de 2019, la agencia de seguridad de Arabia Saudí clasificó la homosexualidad como “idea extremista” que podría castigarse con prisión.

Además, la libertad de expresión, de reunión y de movimiento “son una quimera”, según Amnistía Internacional. La organización ha documentado 39 casos de personas que permanecen en prisión por su activismo, defensa de los derechos humanos o sus críticas al gobierno saudí. Reporteros Sin Fronteras señaló que en 2021 Arabia Saudí fue el quinto país del mundo con más periodistas encarcelados (31).

En una reciente entrevista para el diario As, Rubiales cuenta que se entera de la propuesta de Amnistía Internacional de llevar brazaletes violetas como reivindicación de los derechos humanos por los medios de comunicación cuatro días antes de que le llegue la carta a la Federación. “Si quieres conocer a alguien, tienes que ser leal institucionalmente y mandar una carta y tener una reunión. No montar un lío mediático antes”.

La Supercopa femenina se queda en España

En 2020, Rubiales presentó la primera edición oficial de la Supercopa femenina de fútbol, apostando por un formato que fuese “el mismo para los chicos y para las chicas”. Lo que no es igual es el país en el que se disputa la competición, las mujeres se quedan en España. Desde la RFEF aseguran que, en la medida en que puedan consolidar la competición y consigan que sea un evento “atractivo para el público”, estudiarán su internacionalización.

En la reciente entrevista del diario AS, Rubiales declaró que hay que apostar por el fútbol femenino: “Llevamos mucho movilizándonos. Tenemos una comisión de designación de sedes y todos los partidos oficiales se ofrecen y hay otros que se quedan vacantes y tenemos que buscar otra opción”.

Aunque la RFEF ha buscado otros emplazamientos, la Supercopa de España femenina se disputará entre el 19 y el 23 de enero en la sede federativa, la Ciudad de Fútbol de Las Rozas. El miércoles 19 se enfrentarán Barcelona y Real Madrid, mientras que el Levante y Atlético de Madrid se medirán el jueves 20. El 23 de enero se jugará la final entre los dos finalistas.