"La contaminación por plásticos sin control se convertirá en un factor que contribuirá a la sexta extinción masiva", señala José Luis García Varas, responsable del programa marino de WWF España. La evidencia apunta a que la contaminación por plásticos del océano es irreversible. "Una vez distribuidos en el océano, estos desechos son casi imposibles de recuperar", explica el especialista.
El pasado miércoles WWF publicó el informe Impactos de la contaminación por plásticos en los océanos, sobre las especies marinas, la biodiversidad y los ecosistemas, elaborado por el Alfred Wegener Institute Helmholtz Centre for Polar and Marine Research (AWI). En él proporcionaba la descripción más detallada hecha hasta la fecha, basada en más 2.500 estudios, del nivel de contaminación por plásticos que enfrentan nuestros océanos y las especies y ecosistemas que los componen.
Los resultados son alarmantes. Se estima que la contaminación por plásticos se cuadruplicará en 2050 y muchas áreas sufrirán riesgos ecológicos graves que perjudicarán los esfuerzos actuales para proteger la biodiversidad. El informe señala que en varias regiones del mundo habrá concentraciones de microplásticos por encima de un nivel umbral de 1,21 x 105 por metro cúbico.
Esta concentración de microplásticos en los océanos representa el límite a partir del cual comienza a haber riesgos ecológicos significativos. El umbral ya ha sido superado en cuatro zonas: el Mediterráneo, el Mar de la China Oriental, el Mar Amarillo y el hielo del Océano Ártico. Se ha documentado que las partículas de microplásticos pueden llegar a las costas, hundirse en el fondo marino, ser ingeridas por organismos vivos, congelarse con la banquisa y hasta pueden encontrarse en el agua o incluso en el aire.
Se estima que la contaminación por plásticos se cuadruplicará en 2050
Exceder los umbrales de contaminación plástica ecológicamente peligrosos podría provocar, en el peor de los casos, efectos adversos en las especies y los ecosistemas marinos, incluida la reducción de las poblaciones submarinas.
La contaminación por plásticos exacerba aún más los impactos negativos para los ecosistemas marinos, que ya se encuentran expuestos a problemas como la sobrepesca, el calentamiento global, la eutrofización o el transporte marítimo.
Macroplásticos, microplásticos y nanoplásticos
Los plásticos comprenden aquellas macromoléculas sintéticas compuestas por polímeros producidos sintéticamente o por procesos de conversión natural. Aunque existen numerosos criterios para clasificar los plásticos, si atendemos a su tamaño, existen macroplásticos, microplásticos y nanoplásticos.
De mayor a menor, los macroplásticos son los plásticos más grandes. Este grupo lo conforman aquellos plásticos de más de 5 milímetross. Por su parte, losmicroplásticos son partículas diminutas de plásticos de entre 0,5 milímetros y 0,1 micrómetros. Por último, los nanoplásticos son las partículas de plásticos con un tamaño menor a 0,1 micrómetros.
El agua, el sol, el viento y los microorganismos van degradando los macroplásticos vertidos al océano hasta convertirlos en microplásticos; y estos microplásticos se degradan a su vez en nanoplásticos. Estos dos tipos de plásticos son ingeridos por el plancton, los bivalvos, los peces y hasta las ballenas, que las confunden con comida.
La contaminación por plásticos se suma a problemas como la sobrepesca, el calentamiento global, la eutrofización o el transporte marítimo.
La naturaleza duradera del plástico significa que la absorción de microplásticos y nanoplásticos en la cadena alimentaria marina continuará acumulándose y alcanzando niveles peligrosos. Ya se ha documentado que, por ejemplo, el mejillón atlántico y las ostras, dos especies consumidas por los humanos, ingieren microplásticos en sus hábitats naturales. Por tanto, los plásticos llegan incluso a la cadena alimentaria humana.
La ingesta es sólo una de las externalidades que tienen los plásticos sobre las especies y ecosistemas marinos. La asfixia, los enredos o la contaminación química son otros efectos negativos.
En el caso de esta última, el informe indica que las sustancias químicas peligrosas que se encuentran en los plásticos pueden ser alteradores endocrinos, unas partículas que "interfieren con las hormonas, alterando la reproducción, el desarrollo y el comportamiento de varios tipos de vida marina".
Similarmente, también pueden convertirse en contaminantes orgánicos persistentes. Hay sustancias persistentes, como los bifenilos policlorados (PCB), que "afectan la salud de los organismos y el medio ambiente".
Los equipos fantasma
De acuerdo con el informe de WWF, algunos objetos como las sogas, redes, trampas y líneas de monofilamento de equipos de pesca perdidos o abandonados afectan directamente a los animales marinos, causándoles heridas, asfixia, restricciones de movilidad y hasta la muerte.
"Las redes perdidas o abandonadas tienen una gran influencia sobre la vida marina", señala García Varas. A pesar de que no suelen tratarse de pérdidas voluntarias, sino accidentales, su efecto sobre los animales marinos es notable.
La ingesta, la asfixia, los enredos o la contaminación química son algunos de los esfectos de los plásticos sobre las especies y ecosistemas marinos.
"Hay en muchos casos tortugas o cetáceos que quedan atrapados, causándoles daños muy importantes y en muchos casos la muerte. Es habitual encontrar cetáceos varados con redes o alambres enredados. También se pueden encontrar animales con amputaciones de extremidades" explica.
Los equipos fantasma también suponen una amenaza significativa para los corales y los manglares —los ecosistemas marinos más amenazados por los plásticos—alrededor del mundo y pueden permanecer enredados por décadas, asfixiando, quebrando y abrazando estructuras e incluso matando arrecifes enteros. Por ejemplo, en Oahu (Hawái), el 65% de las colonias de coral tenían enredos con sedales de pesca y el 80% de estas colonias estaban total o parcialmente muertas.
Este problema ha llegado incluso a zonas remotas y profundas como el Océano Ártico, donde se descubrió que hasta el 20% de las colonias de esponjas tenían enredos con plásticos, los cuales han aumentado con el tiempo.
Pérdida de biodiversidad
Una de las especies más amenazadas por el drama de los plásticos es la pulga de agua (Daphnia magna) y a los organismos de su biocenosis. Su tasa de supervivencia se redujo drásticamente al estar expuesta a nanoplásticos y en algunos casos las poblaciones estudiadas alcanzaron una tasa de mortalidad del 100%.
Los equipos fantasma suponen una amenaza para los corales y los manglares.
Se observó que los nanoplásticos atravesaron la barrera hematoencefálica de los peces que consumieron estas pulgas de agua, causando cambios de conducta como reducciones en las tasas de alimentación y movilidad.
De acuerdo con WWF, en el Mediterráneo, por ejemplo, hay especies amenazadas por la exposición a los plásticos. Algunas, que ya se encuentran en grave peligro de extinción, como las focas monje o los cachalotes, sufren un estrés adicional que acelera su desaparición.
Un tratado global y vinculante
Desde WWF piden que se acuerde un nuevo tratado global y vinculante "que aborde todas las etapas del ciclo de vida de este material y que nos ponga en el camino para poner fin a la contaminación marina por plásticos para 2030".
La extracción de plásticos ya no es una forma viable para reducir el impacto ya patente de los plásticos en el océano. La organización exige que se aborden directamente las causas que provocan la contaminación de plásticos, es decir, que se reduzca la producción y consumo de este tipo de materiales.
El informe es incluso más tajante: "Aunque todas las fuentes de contaminación por plásticos se detuvieran hoy, la cantidad de microplásticos en los océanos se duplicaría antes de 2050".
El responsable del programa marino de la organización, José Luis García Varas, insiste en que "el impacto ya está ocurriendo y va a seguir ocurriendo durante mucho tiempo. Por eso abogamos por que se trabaje en evitar que los plásticos lleguen al mar".
"El problema que tenemos con los plásticos es que duran mucho tiempo. Una vez que llegan al mar es muy difícil la extracción. Hay algunas organizaciones que lo están haciendo, pero es algo que sólo se puede hacer con los macroplásticos", aduce el experto. Por esto, "la prevención es la única forma".
"Abogamos por que se trabaje en evitar que los plásticos lleguen al mar", explican desde WWF.
El documento vinculante "abordaría la reducción de los plásticos, sobre todo aquellos de un solo uso y la búsqueda de sistemas alternativos al plástico para la producción de la gran cantidad de elementos que ahora mismo emplean el plástico", detalla García Varas.
La Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA) se reunirá entre el 28 de febrero y 2 de marzo bajo el lema de "Fortalecer las Acciones para la Naturaleza para Cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible". Algunos asuntos que se tratarán son la basura marina, las soluciones basadas en la naturaleza, la recuperación verde y la gestión de los residuos químicos.