Más de 1.700 puntos limpios fijos y móviles velan por el correcto proceso de reciclaje de las miles de toneladas de basura que se desechan cada día en España. Su uso es extremadamente necesario, ya que en ellos se recogen todos los excedentes que los contenedores convencionales no alcanzan a reciclar: desde pilas, televisores, equipos de sonido, electrodomésticos y escombros hasta aceite, camas e incluso de aquellos molestos objetos decorativos de los que nos tenemos que deshacer pero sabemos muy bien cómo.
La basura depositada en los puntos limpios, también conocidos como 'puntos verdes', es almacenada durante un tiempo y después enviada a plantas de gestión de residuos, donde es tratada y posteriormente destruida o reconvertida para darle nuevos usos. Los puntos limpios, por tanto, son instalaciones municipales y de uso libre que juegan un papel determinante en el proceso de reciclaje: cualquiera puede acceder y depositar aquellos excedentes que no van en los contenedores convencionales.
De entrada, existen diferentes tipos de puntos limpios: los de proximidad, los fijos y los móviles. Los primeros, los de proximidad, se sitúan generalmente en instalaciones municipales, como centros culturales y deportivos. Son más pequeños, su horario de apertura depende del centro en el que se encuentre instalado y en ellos se suelen depositar pequeños residuos domésticos, como aceite vegetal usado, tapones de botellas, libros y revistas, pilas, baterías, bombillas, cartuchos de impresora, cápsulas de café o CDs y DVDs.
Los puntos fijos son los más populares y efectivos, ya que suelen ser más amplios y permiten a los ciudadanos deshacerse de elementos más grandes, aunque siempre con ciertas limitaciones: por ejemplo, se pueden llevar maderas, pero sólo hasta 150 kilogramos, o escombros procedentes de obras domésticas. También aceptan ropa y calzado utilizado, residuos grandes como muebles, colchones, puertas e incluso todo tipo de desechos convencionales (consulta aquí la lista de residuos permitidos por la Comunidad de Madrid), además de los desechos ya mencionados en los puntos limpios de proximidad.
En un tercer lugar están los puntos limpios móviles que, tal y como señala el propio ayuntamiento de Madrid, "son vehículos itinerantes especialmente diseñados para hacer las funciones de recogida a particulares de ciertos residuos y con ello facilitar su valoración o eliminación posterior". Estos vehículos permanecen parados durante varias horas para que los ciudadanos de cada distrito puedan utilizarlos. En ellos se puede desechar basura pequeña, igual que en los puntos de proximidad, pero no se permiten vidrios, papeles y cartones ni residuos orgánicos u otros elementos voluminosos.
Errores comunes
Muchas personas cometen grandes errores a la hora de reciclar. Los puntos limpios, a pesar de que acogen prácticamente todo tipo de basura, no son espacios en los que se pueda tirar todo. De hecho, hay elementos que no se pueden llevar a los puntos verdes. Por ejemplo, algo tan evidente como los residuos radiactivos
Tampoco se pueden llevar desechos sin separar, al igual que no es recomendable lanzar desechos orgánicos, que deben ir siempre en el famoso contenedor marrón o verde. Los cauchos y los residuos médicos, como las pastillas o las mascarillas, tampoco están permitidos. De hecho, los medicamentos caducados deben depositarse en los contenedores especiales con el logotipo Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases (SIGRE) y las mascarillas van en la bolsa de basura orgánica convencional.
El aceite usado, los vasos de cristal rotos, las bombillas e incluso los juguetes de plástico deben ir al punto limpio.
Sobre los residuos considerados "peligrosos" cabe un matiz: depende del punto limpio es cuestión. Tal y como señalan desde Ecoembes, las "radiografías, termómetros, agujas, aerosoles, pilas y baterías, envases contaminados con pictograma de peligrosidad (como los raticidas), pinturas y disolventes, fluorescentes y bombillas de bajo consumo, aceite mineral o sintético de motor, entre otros, lo más común es que deban depositarse en un punto limpio". No obstante, señalan, cada punto limpio acepta distintos tipos de residuos, por lo que si tienes dudas lo ideal es llamar al ayuntamiento para consultar si aceptan aquello de lo que te tienes que deshacer.
Otro error común es tirar el aceite por el desagüe del fregadero, cuando el lugar correcto es, precisamente, el punto limpio. El aceite utilizado, en vez de desecharlo, debe enfriarse y guardarse en envases de vidrio correctamente cerrados y después debe llevarse a uno de estos espacios municipales, ya que se puede reciclar y ser reconvertido en biocombustible, abono, jabón, pintura o incluso en velas.
Otros elementos que se suelen tirar en los contenedores de reciclaje convencional y que, realmente, deberían ir al punto limpio, son los vasos de cristal, jarrones o espejos rotos; las bombillas, independientemente de su estado o consumo; las vajillas de casa e incluso los juguetes de plástico inservibles que ya no se puedan donar a organizaciones benéficas.
Localizar el más cercano
Uno de los grandes escollos a los que se deben enfrentar muchos ciudadanos es a la falta de acceso a puntos limpios. Todo municipio con más de 5.000 habitantes debe tener uno, y el ratio nacional es de 24.445 habitantes por punto limpio, aunque muchos consumidores ni siquiera saben dónde se encuentra el suyo.
Por eso el Órgano de Consumidores y Usuarios (OCU) puso en marcha una iniciativa para encontrar fácilmente puntos limpios de proximidad, fijos o móviles, en la zonas residenciales. Se trata de un buscador en el que se puede localizar el punto verde más cercano tan sólo introduciendo la Comunidad Autónoma y el municipio en el que se vive.
Otra app útil para encontrar puntos de reciclaje cercanos es CleanSpot. Esta aplicación móvil busca, en palabras de la organización, "mejorar la reutilización y la recogida selectiva de residuos mediante la concienciación, incentivación y gamificación del reciclaje". Su forma de operar es sencilla: se selecciona el elemento a reciclar y la app localiza los puntos de reciclaje y de reutilización cercanos, como puntos limpios, contenedores especiales o centros de recogida.
CleanSpot encuentra los más cercanos en base a la geolocalización del usuario. Además, calcula cuánto CO2 se evita con el reciclaje y, al depositar los residuos, otorga puntos y premios virtuales a los consumidores con el objetivo de fomentar aún más el reciclado.