El chef José Andrés es uno de los muchos héroes que se han lanzado sobre el terreno para ayudar a los afectados por la guerra de Ucrania. A través de su ONG World Central Kitchen, el popular cocinero ha viajado a la frontera de Polonia para distribuir alimentos entre los cientos de miles de refugiados que huyen del horror de la invasión rusa. Su programa Peace & Food ha puesto a disposición del público una cuenta de Bizum para que todos podamos contribuir con ayuda humanitaria (código Bizum de World Central Kitchen: 03843). Pero no es la única forma de contribuir.
La psicóloga Laura Rojas Marcos es una de las tantas voluntarias que, como José Andrés, ha tenido el impulso de hacer el equipaje para viajar a la frontera polaco-ucraniana. Sin embargo, con las maletas ya preparadas, ella se encontró con el jarro de agua fría de la realidad: "Ayer me dijeron que la cosa se estaba poniendo bastante fea y que ya sólo van a trabajar con voluntarios que están y son de allí".
"No van a llevar a personas de otros países porque es una situación bélica de alto riesgo", confiesa Rojas, quien está en estrecho contacto con la ONG de José Andrés. Ha sido ella, ante la impotencia de no poder hacer más, quien ha tenido la iniciativa de impulsar a través de los medios de comunicación y las redes sociales los diferentes cauces a través de los cuales se puede enviar ayuda humanitaria a Ucrania.
"Es gente que desarrolla síndrome de estrés postraumático, trastornos de ansiedad y depresión", explica la psicóloga Laura Rojas
"Con todos estos terribles acontecimientos también está ocurriendo algo muy bonito, que es esa unión, esa solidaridad, ese movimiento social que ha cruzado Europa y el mundo entero", reflexiona la psicóloga. "Es esa necesidad del ser humano de querer ayudar. Me estoy encontrando a tantas personas que quieren hacerlo... Aunque a veces es frustrante y tienes sentimientos de impotencia, porque quieres hacer más".
Precisamente Rojas, quien durante años ha estado trabajando en Estados Unidos con víctimas del terrorismo y de otras crisis humanitarias, explica que este 'arropar al que lo necesita' es una cuestión vital para las personas más vulnerables. "Es gente que desarrolla síndrome de estrés postraumático, trastornos de ansiedad, depresión y por supuesto trastornos del sueño. Necesitan esa ayuda y tratamiento no sólo para sobrellevar, sino superar, que no olvidar, lo que han vivido".
ONG para contribuir
Una solución a esa frustración pasa por contribuir a través de ONG que operen sobre el terreno. Es el caso de la World Central Kitchen de José Andrés, el programa de ayuda humanitaria de la Cruz Roja (Código Bizum 33512), Médicos del Mundo (Código Bizum: 33509) o la propia ACNUR (Código Bizum 04893), tres fuentes cuya fiabilidad está comprobada, y a través de las cuales se pueden realizar donaciones económicas, las más sencillas y fáciles. Otras donaciones se pueden realizar en Cáritas España, Save the Children o en UNICEF.
En caso de ser una empresa, otra forma de ayudar pasa por contactar con Plan International España. "Si eres una empresa puedes apoyar a las niñas, niños y familias de Ucrania afectadas por la crisis humanitaria para garantizar que haya ayuda inmediata para la infancia y sus familias al cruzar países vecinos", explican desde la ONG.
Por su parte, algunas asociaciones locales, muchas de ellas de origen ucraniano, han hecho recogidas de medicina, de ropa y de alimentos para enviar por otros cauces alternativos a Ucrania. Es el caso de la Asociación Cultural Svitanok de Madrid o el Ucramarket de Méndez Álvaro, también en la capital.
Cada provincia tiene puntos de recogida estratégicos en sus respectivas ciudades, y corresponde a los vecinos informarse en sus ayuntamientos o asociaciones vecinales para descubrir cuál es el punto de recogida más cercano. En este tipo de lugares se puede entregar ropa, medicamentos e incluso alimentos.