El cine se lanza a la conquista de lo sostenible a través del ecomanagement, el Sello Verde y el Rayo Verde
Las jornadas de cultura sostenible organizadas por el Teatro Real reunieron a expertos de la industria para charlar sobre los 'retos verdes' que afronta un sector que requiere una reconversión urgente.
21 marzo, 2022 18:13Las jornadas sobre cultura sostenible organizadas por el Teatro Real reunieron en su tercera mesa del lunes a diferentes expertos de la industria cinematográfica para conversar sobre los retos que afronta de cara al futuro el sector audiovisual. No tardaron en brotar términos como ecomanagement, Sello Verde o bosques del cine español.
"Existen unas nuevas reglas del juego. El audiovisual tiene que reformularse gracias a las plataformas", arrancaba la presentadora mientras introducía a Marta García Larriu, directora del Another Way Film Festival, quien precisamente criticó que existen muchas "relacionadas con una mejor producción" que se podrían llevar a cabo: "Hace falta exigencia" dentro del sector y menos "escurrir el bulto".
El productor de Morena Films Álvaro Longoria, otro de los ponentes de la mesa, secundó en parte las palabras de García Larriu y recordó que el cine no sólo tiene el deber de ser sostenible en su producción física, sino también en sus contenidos. Al ser una de las vías culturales más consumidas por la población, tiene una responsabilidad extra en materia de influencia cultural y en ejemplificar el cambio de pensamiento y de conducta a través de sus contenidos.
"No hay nada más potente que un producto de consumo que millones de personas pueden ver", señala Longoria. "Estamos muy retrasados en normalizar la sostenibilidad. Un buen ejemplo (de buena praxis) es No mires arriba. Esto es igual que la diversidad o el 'no fumar': ya no se hace en las películas", por lo que una actitud proclive a la sostenibilidad "se tiene que incorporar en el cine".
Precisamente Longoria fue uno de los más críticos con la proliferación desmesurada de los conocidos como 'sellos verdes': "¿Por qué hay tantos y cada uno tiene que sacar el suyo?", se preguntó antes de afirmar que hace falta "consenso" y una serie de líneas, auspiciadas y financiadas por las instituciones europeas, para establecer unas pautas de acción inspiradas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible que sean transversales y que todas las producciones europeas sigan a rajatabla para alcanzar la tan ansiada sostenibilidad.
"No hay transición ecológica sin digitalización", sostiene Elena Valderrábano, ESG Officer de Telefónica
Y pone un ejemplo práctico: "En Morena Films queremos compensar nuestra huella de carbono pero las ofertas que nos hicieron pasaban por que plantásemos bosques en Senegal o financiar autobuses eléctricos en Colombia. Eso no tenía mucho sentido", continúa el productor. "Así que de ahí nació el 'Bosque del Cine Español', algo mucho más pragmático", y explica que cada producción cinematográfica que quiera tener una huella de carbono cero, en vez de plantar en lugares que prácticamente ningún español visitará, se dé ejemplo en España. "¿Por qué no invertimos en proximidad en algo que dé riqueza y ejemplo?", valora mientras valora que así se podría "reforestar" España.
Otras formas de fomentar 'lo sostenible'
"Nosotros consideramos que no hay transición ecológica sin digitalización", exclamó Elena Valderrábano, Global Chief Sustainability (ESG) Officer de Telefónica. "Se debe trabajar en la inclusión digital, y eso tiene que ver con la producción audiovisual y cinematográfica en el sentido de hacer un uso responsable de la tecnología [...] Luego, en el apartado ESG, hay que predicar con el ejemplo. Si quieres hacer estas cosas todo en tu casa debe estar limpio".
Por su parte el prestigioso director de cine Miguel Ángel Tobías arrancó su intervención con una interesante anécdota. "Llevo 12 años trabajando en proyectos de sostenibilidad social y rodando documentales por todo el planeta [...] Hace tres años me planteé el reto de rodar la primera película de cine del mundo sostenible y con huella de carbono cero. Que son dos cosas diferentes. Steven Spielberg puede hacer una película altamente contaminante y compensarla, pero creo que en este caso había que dar un paso más".
Ese "paso más" consiste, esencialmente, en predicar con el ejemplo. Todos los vehículos de su rodaje fueron eléctricos, la ropa era ecológica o de segunda mano y los decorados fueron todos naturales. La comida, por supuesto, provenía de caterings sostenibles y los cubiertos eran reutilizables y con cero plásticos. "Y así hasta cien parámetros más", revela. "Primero decidí que íbamos a rodarla de forma sostenible y luego escribimos el guion. Así que la película hablaba de la necesidad de cuidar del planeta y de las personas".
"El cine puede concienciar, formar y educar: hay una misión clara y clave", reflexiona Carlos Antón de EGEDA
Tobías, al igual que Longoria y Larriu, considera que son las instituciones quienes en parte deben ser responsables de que exista una buena praxis en el cine. "Si no, quienes son los tontos de la clase no quieren jugar" en la misma liga. Eso es lo que dice que le pasará si nadie le reconoce el esfuerzo. ¿Para qué seguir haciéndolo bien y gastar más dinero del de una producción convencional si ni siquiera va a recibir una ayuda o un reconocimiento?
Carlos Antón, director de EGEDA, arranca su intervención con una anécdota: "Mi familia y yo paseábamos por un paraje natural de España y al día siguiente leímos en la prensa cómo cada poco tiempo se recogían en dicho paraje 5 toneladas de residuos no reciclables, y no precisamente de las papeleras [...] A mí me educaron en amar la naturaleza, el campo, cuidarlo, preservarlo y no dejar nada allí que la naturaleza no quiera. El cine tiene esa responsabilidad: dar un mensaje claro, clave como el del 'conductor designado', porque cambia comportamientos. Dejar de fumar cambia el comportamiento. El cine puede concienciar, formar y educar: hay una misión clara y clave".
Por su parte el vicepresidente de la Academia de Cine, Rafael Portela, resumió su planteamiento: "Desde la Academia tenemos [...] la responsabilidad y obligación de adoptar iniciativas concretas desde nuestro ámbito de actuación [...] por eso acordamos la creación del Sello Verde de la Academia de Cine [...] y dimos ejemplo en la gala de los premios Goya".
También anunció que desde el organismo cinematográfico se había creado, junto a la colaboración de Greenpeace, el premio Rayo Verde (en referencia a la película homónima de Éric Rohmer) para galardonar aquellos proyectos que hayan hecho una labor sobresaliente en materia de sostenibilidad a lo largo de su producción.