El gas metano se esconde detrás del dióxido de carbono cuando se apunta con el dedo a los culpables del calentamiento del planeta. Aunque el CO₂ tiene más visibilidad desde el punto de vista político y mediático, un esfuerzo rápido y a gran escala para limitar las emisiones de metano -mediante tecnologías ya existentes- podría reducir la tasa de calentamiento actual en un 30%.
Durante el último siglo, la cantidad de metano en la atmósfera ha aumentado más del doble, siendo el responsable del 25% de los gases de efecto invernadero. Y según un artículo de científicos de las universidades de Princeton, Duke, Penn State y Texas A&M (EEUU) y la organización ambientalista EDF (Environmental Defense Fund), ese esfuerzo rápido y a gran escala para limitar sus emisiones ya es posible mediante tecnologías y datos actuales.
Incluso, en un futuro cercano, las herramientas mejoradas de control, entre ellas los satélites como MethaneSAT, podrían acelerar y facilitar la detección y el control de las emisiones, si se utilizaran.
Emisiones 'fugitivas'
Las emisiones de metano se producen, sobre todo, en el sector de los combustibles fósiles, aunque también en la agricultura y el transporte marítimo. Es un gas que, sobre todo, 'se ventila' (se libera intencionalmente) a la atmósfera en el transporte del gas natural.
Solo en 2021, la industria mundial del petróleo y el gas desperdició 19.000 millones de dólares en gas natural debido a las emisiones de metano. Como resultado de estas emisiones, el impacto climático de la industria del petróleo y el gas es mayor que el impacto combinado de todos los vehículos de pasajeros a gasolina del planeta.
Incluso cuando se quema, aunque se libera dióxido de carbono, el metano todavía puede escapar durante la quema como resultado de una combustión incompleta. Según las estimaciones actuales, el 54% de las emisiones de metano en el sector energético son emisiones fugitivas del sector del petróleo y el gas, el 34% son emisiones fugitivas del sector del carbón y el 11% del sector residencial y otros sectores finales.
Acciones de bajo coste
El informe de EDF demuestra que limitar la contaminación por metano proveniente de la producción de petróleo y gas es la opción más rápida y rentable para desacelerar el calentamiento de manera casi instantánea. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el 70% de las emisiones de metano en esta industria se puede reducir mediante tecnologías existentes (al encontrar y reparar fugas, reducir la quema y poner fin al venteo).
Y con un bajo coste. Según la Evaluación global del metano del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente/Coalición Clima y Aire Limpio (PNUMA/ CCAC), entre el 60 y el 80% de las medidas de mitigación disponibles en el sector del petróleo y el gas tienen costes netos bajos o nulos.
Grandes empresas europeas, que participan activamente en la Alianza para la reducción de las emisiones de metano provenientes de la producción de petróleo y gas (OGMP) y en la Iniciativa climática del sector de petróleo y gas (OGCI), se han comprometido a compartir datos fiables y a limitar las emisiones en las fases iniciales de exploración y producción y han expresado interés en que se establezcan normas internacionales.
Medidas para reducir el metano
La organización ambientalista EDF señala que la implementación de acciones para limitar las emisiones de metano será más fácil a medida que podamos recopilar mejores datos sobre el origen de las emisiones de metano.
Las nuevas tecnologías aceleran y facilitan la detección de emisiones. Por ejemplo, los láseres de energía solar pueden identificar fugas y brindar análisis de datos en tiempo real a los administradores de instalaciones en dispositivos móviles. Los drones con sensores también pueden escanear instalaciones en busca de emisiones.
Los satélites, como MethaneSAT, localizarán y medirán las emisiones de metano con precisión y a una escala nunca antes alcanzada, y establecerán un nuevo estándar de transparencia.
También, EDF propone que la UE desempeñe un papel central para garantizar compromisos ambiciosos para reducir las emisiones de metano en las cadenas mundiales de suministro y así armonizar las normas internacionales sobre emisiones de petróleo y gas.
La Comisión Europea debe incluir medidas normativas como un marco obligatorio de medición, notificación y verificación (MRV) para abordar todas las emisiones de metano vinculadas a la energía y relacionadas con todo el gas consumido en la UE.
También una obligación para las empresas de implementar prácticas sólidas de Detección y reparación de fugas (LDAR) en toda la infraestructura de gas fósil, la prohibición formal del venteo y la quema de rutina y un requisito obligatorio basado en el desempeño en términos de emisiones de metano de un 0,20% de intensidad de emisión de metano en las fases iniciales de exploración y producción para 2025.
Para España, la organización propone que se debe incluir las emisiones de metano para lograr reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.