Con motivo de la semana del Orgullo, vuelven a aflorar los debates y las dudas sobre la diversidad de género. Cada vez surgen más siglas y son muchos los que se preguntan el porqué. Para salir de dudas, el diccionario de género se puede convertir en una herramienta más para desterrar el 'de lo que no se habla, no existe'.
Ya hace tiempo que las siglas del colectivo LGTBIQ quedaron obsoletas. Por eso, a las letras que hasta ahora designaban al colectivo integrado por personas lesbianas, gais, trans, bisexuales, intersexuales y queer, se les añade un signo '+', que hace alusión al resto de diversidades sexuales y de género.
Esta fórmula pretende dar cabida a cualquier otra forma de disidencia sexual o de género que no se sienta representada por el resto de siglas. Aunque, como asegura Paula Iglesias, vicepresidenta de la Federación Estatal del colectivo LGTBIQ+, no se descarta la posibilidad de "visibilizar alguna otra identidad específica, incluyendo su letra en el conjunto de siglas del colectivo".
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Pedro Bogo López, responsable del Área de Formación e Investigación de la Fundación 26 de Diciembre, por su parte, añade que muchas organizaciones utilizan también las siglas LGTBIQA+ para incluir a las personas asexuales, es decir, aquellas que no sienten atracción sexual.
En ocasiones, además, se incorpora la letra 'P' para hablar de las personas pansexuales. Es decir, aquellas que sienten atracción o afecto con independencia del género. Para la Fundacion 26D es clave la inclusión de todas ellas: "Cuanta más representación de letras, y de las más invisibilizadas, mejor", reivindica Bogo.
La diversidad de identidades es enorme y existen tantas formas de vivirlas, experimentarlas y expresarlas como personas hay en el mundo. Por eso, son muchas las asociaciones que reclaman la concienciación y el buen uso de los términos del colectivo.
Porque, como indica Iglesias, "la terminología correcta es la que hace referencia al colectivo LGTBI+, y no la que solo visibiliza la realidad gay". Tanto la Federación como la Fundación 26D abogan, por tanto, por la lucha contra el "gaycentrismo".
Las siglas LGTBIQ
Lesbiana. Mujer que siente atracción sexual y afectiva por otras mujeres.
Gay. Hombre que siente atracción sexual y afectiva por otros hombres.
Transexual. Persona cuya identidad de género no se corresponde con la identidad basada en el sexo que se le asignó al nacer.
Bisexual. Persona con atracción sexual tanto hacia el sexo opuesto como hacia el sexo propio.
Intersexual. Persona que nace con órganos reproductivos o sexuales que no se ajustan a lo que tradicionalmente se considera “masculino” o “femenino”.
Queer. Persona que no es heterosexual o cisgénero, y que rechaza ser clasificada por sus prácticas sexuales o su género para no limitar su experiencia como persona.
Para comprender todas y cada una de estas identidades es necesario hablar primero del concepto 'expresión de género'. Esta es una manifestación exterior que cada persona hace de su identidad de género, cómo se siente, pudiendo corresponder o no con la identidad basada en sexo que se le asignó al nacer.
Muchos de los conceptos no están incluidos todavía en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), lo que hace confuso el camino. Por ello, la pedagogía y la formación respecto a los términos que existen y los que van surgiendo son "más que necesarias", explica Iglesias.
Más que un nombre
Bogo recuerda, además, que categorizar identidades u orientaciones es sumamente importante para las propias personas del colectivo. Porque, recuerda, permite "encontrar referentes y también un grupo de apoyo mutuo, tan necesario para muchas personas".
Un ejemplo sería el de las personas no binarias. Para ellas, la identidad de género va más allá de 'hombre o mujer' y se encuentran fuera del binarismo de género. Es más, pueden identificarse con un tercer género o con ninguno.
Por otro lado, las identidades que conforman el paraguas del término trans suelen estar llenas de prejuicios y llevar a confusión. "Cuando hablamos de personas transexuales o de personas no binarias, no nos estamos refiriendo a la misma realidad", asegura Iglesias.
Para acabar con prejuicios y estigmas, desde la Federación Estatal del colectivo LGTBIQ+ abogan por una sociedad que utilice la terminología apropiada. Es decir, una que sea inclusiva, no estigmatizante, "para naturalizar a los ojos de quien no pertenece al colectivo la riqueza que supone la diversidad humana".
Y sobre todo, dicen, que se visibilicen aquellas letras que todavía son más desconocidas. Como por ejemplo esa "I que representa al 1,5% de la población y se habla muy poco de ella", asegura Bogo. Como las personas intersexuales de las que hablan desde la Fundación 26D, son muchas las realidades que han pasado demasiado tiempo ocultas.