Las zonas verdes ayudarán a refrescar las ciudades en verano.

Las zonas verdes ayudarán a refrescar las ciudades en verano. iStock

Historias

Zonas verdes: el ignorado aliado con el que combatir las olas de calor

La vegetación baja la temperatura ambiente y mitiga la sensación térmica, además purifica el aire y reduce el ruido del tráfico.

10 julio, 2022 01:43

En verano las ciudades se convierten en hornos de hormigón y asfalto, en verdaderas islas de calor. La temperatura sube, el sol abrasa y caminar por las calles durante las horas centrales del día es una temeridad. A esto hay que sumarle los efectos de la crisis climática y las olas de calor que las golpean cada vez más a menudo.

Una de las soluciones más socorridas e inmediatas para combatir el bochorno es encender el aire acondicionado, pero para que el interior esté fresco, los compresores expulsan todavía más calor, además hacen ruido y contribuyen a que el consumo eléctrico se dispare. Sin embargo, entre la amalgama de edificios, coches y alquitrán hay una solución que suele pasar inadvertida, que reduce la temperatura y mejora la calidad del aire: la vegetación urbana.

Ciudades más frescas en verano

La ecologización de las ciudades no es un concepto nuevo, algunos urbanistas del siglo XIX ya empezaron a pensar en la inclusión de espacios verdes que permitieran a los ciudadanos poder pasear y relajarse. Sin embargo, es cierto que la emergencia climática le ha dado una perspectiva medioambiental a la idea de introducir vegetación entre el cemento y el ladrillo.

Un estudio publicado en la revista Nature a finales de 2021 demuestra la relación directa entre zonas verdes y la reducción de la temperatura media en las ciudades. Utilizando datos recogidos por medidores en casi 300 ciudades europeas, los investigadores demostraron que los árboles desplegados en el tejido urbano bajan la temperatura ambiente y mitigan la sensación térmica, sobre todo en aquellas zonas donde los picos de calor son más extremos, como los países del sur continental.

La masa vegetal ayuda a refrescar el ambiente a través del agua que evapora el sol cuando incide en las hojas, aportando sombra a superficies que de otro modo se habrían calentado sin más desprendiendo calor. El estudio concluye que, en un día soleado, un único árbol puede llegar a alcanzar la capacidad de enfriamiento de más de diez aparatos de aire acondicionado.

No obstante, la vegetación urbana no solo ayuda a combatir las altas temperaturas, también estimulan la aparición y el desarrollo de biodiversidad (nuevas especies de pájaros, insectos y roedores), favoreciendo la polinización cruzada.

[Vivir cerca de una zona verde puede ayudar a prevenir un ictus]

La mejora de la calidad del aire es otro de las ventajas de nutrir de verde el plano de las ciudades, ya que los árboles y plantas capturan las partículas de CO₂ y las transforman en oxígeno, reduciendo la contaminación.

Tal y como demuestra una investigación publicada hace unos años en la revista médica The Lancet, cada año se producen millones de muertes en todo el mundo asociadas a enfermedades y complicaciones respiratorias relacionadas con la contaminación del aire, que es el problema ambiental más grave para la salud.

Alivio estético y mental

El aluvión de tráfico genera ruido. Muchas zonas residenciales tienen problemas por la afluencia de coches en las horas punta. Está demostrado que una barrera vegetal con árboles, setos y arbustos reducen decibelios y protegen a las viviendas de la contaminación acústica generada por el tránsito. En las ciudades con un alto nivel de precipitaciones —sobre todo las del centro y norte de Europa—, la vegetación urbana funciona como un sumidero natural, evitando la escorrentía que provoca el asfalto y reduciendo el riesgo de inundaciones.

Las zonas verdes reducen el estrés y favorecen los vínculos sociales.

Las zonas verdes reducen el estrés y favorecen los vínculos sociales. iStock

Hay estudios que también vinculan la vegetación con la conectividad social en las ciudades, con la reducción de los niveles de estrés y con un impacto positivo en la salud mental. Según el documento, una distribución estudiada y equilibrada de zonas verdes en las ciudades mejora y fortalece los lazos sociales. Planificar ciudades más sostenibles no radica solo en mejorar los elementos bióticos de la vida urbana, sino que también se trata de mejorar los aspectos sociales de la vida urbana, donde se tiende a la individualización.

Planificación responsable

No vale con plantar árboles y esperar a que las olas de calor sean más llevaderas, la ecologización urbana requiere planificación. En primer lugar, no todos los tipos de árboles se adaptan de la misma forma al microclima de las ciudades, ni todas las especies son válidas para la reforestación.

Por ejemplo, una alta concentración de árboles con copas muy anchas puede generar un efecto techo e impedir que los gases contaminantes del tráfico se disipen en el aire, creando una burbuja de contaminación a ras de suelo. También hay que tener muy en cuenta no plantar especies que generen, por ejemplo, un exceso de polen.