Nuestro país acumula días de calor intenso. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ya ha calificado este episodio en sus análisis preliminares como extraordinario e histórico, tanto por su extensión como por lo extremo del evento, con anomalías de hasta 4,2 grados. Entretanto, la sequía se agrava: no hay previsiones de lluvia y las reservas de agua no dejan de disminuir.
Así lo corrobora el informe Sequía en Europa basado en datos satelitales y publicado ahora por el Joint Research Centre (JRC), una Dirección General de la Comisión Europea que se encarga de proporcionar asesoramiento científico y técnico a la institución y a los estados miembros. Como concluye, la sequía severa que lleva afectando a varias regiones de Europa desde principios de año continúa empeorando.
“Las condiciones secas están relacionadas con una amplia y persistente falta de precipitaciones combinada con olas de calor tempranas en mayo y junio”, recoge el documento. En España, según datos de la AEMET, el valor medio el valor medio nacional de las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre de 2021 hasta el 12 de julio de 2022 se cifra en 418 mm, lo que supone un 25% menos de lo normal en este periodo (561 mm).
Esto tiene un efecto directo sobre la disponibilidad de agua en los embalses. De acuerdo al último boletín del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), la reserva hídrica se sitúa al 43,2% de su capacidad. Esto es un 31% menos de lo que han acumulado nuestros embalses en los últimos 10 años.
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Los que están en una peor situación son los del Guadalquivir, Guadalete-Barbate y Guadiana, que se encuentran por debajo del 30% de su capacidad y han reducido sus reservas algo más de la mitad con respecto al último decenio. También las Cuencas Internas de Cataluña han disminuido en torno a un 40% su capacidad, lo que deja sus reservas actuales más bajas de lo habitual, en un 48,3%.
En estas zonas están sufriendo ya los estragos de esa falta de agua. En localidades como Archidona, en Málaga, su alcaldesa ya ha anunciado que no habrá suministro de agua entre las 12 de la noche y las siete de la mañana. También en otros municipios de Córdoba u otros de Huelva como Aracena, donde sus 9.000 vecinos también están sometidos al racionamiento de agua. Por la noche, en esa misma franja horaria, no sale nada de sus grifos.
Son interrupciones de suministro que, no son exclusivos del sur peninsular. La falta de lluvias y la escasez de agua está afectando a localidades de todo el país. Ocurre, por ejemplo, en la montaña navarra. Allí, en poblaciones como Mezkiritz, Lintzoain y Bizkarreta-Gerendiain del entorno del valle de Erro, la situación se complica y sufren igualmente cortes de agua nocturnos.
En declaraciones recogidas por el Diario de Navarra, Enrique Garralda, alcalde del valle, asegura que ve “preocupante” la situación de los pastos, porque “están totalmente secos y amarillos”. Lamenta que apenas tienen para alimentar a las vacas y esto va a crear sobrecostes insostenibles para los ganaderos.
La falta de lluvias también está afectando a otros puntos de Galicia o Cataluña, por ejemplo. En la comunidad gallega, se mantiene la situación de sequía prolongada en toda la demarcación Galicia-Costa y son varios los municipios con restricciones de agua. En Cataluña pasa parecido. Varios municipios de Tarragona enfrentan medidas de ahorro hídrico para evitar llegar a una situación crítica en sus reservas.
Menor rendimiento en los cultivos
Este episodio de sequía que está sufriendo España se extiende a lo largo y ancho del continente europeo. Según el reciente informe de la Comisión Europea, el 46% del territorio de los países comunitarios se encuentran ahora en situación de prealerta por sequía y en torno a un 11% de su suelo refleja una clara falta de agua. Esta situación es especialmente preocupante en el sur, pero ya está afectando también a países del norte de la UE.
La falta de lluvias acumuladas en Europa occidental encuentra parte de explicación en una expansión sin precedentes del anticiclón de las Azores en los últimos 1.200 años. Según el estudio publicado recientemente en Nature, los cambios en la posición del anticiclón crean vientos que llevan la humedad hacia la zona mediterránea. Sin embargo, esto no está ocurriendo y las precipitaciones están disminuyendo.
Por este motivo, ante la escasez de lluvias y en base al último informe de la Comisión, los ministros de Agricultura de los países de la UE prevén reducciones en los rendimientos de los cultivos. La humedad del suelo es claramente negativa en la mayoría del continente y en zonas como España, Portugal o Italia, la afectación persiste.
Además, las altas temperaturas favorecen la evapotranspiración de las plantas, lo que genera una demanda de agua mucho mayor. Como recoge el informe, esto contribuye a un empeoramiento sustancial de la sequía. A mitad de junio, cuando aún no había comenzado el verano, países como el nuestro o Francia marcaban máximas de 40 grados en algunos puntos.
Este calor -en muchos casos temprano e intenso- ayuda a evaporar el agua acumulada en los embalses, lo que tiene un efecto directo sobre el caudal de los ríos. Pero además las altas temperaturas favorecen también la evaporación del agua que se encuentra en el suelo y en la vegetación, con lo que aumenta su combustibilidad. No hay más que ver la oleada de incendios que está sufriendo el continente europeo este verano.
De hecho, el documento de la Comisión señala precisamente esto. De acuerdo a sus conclusiones, la falta de agua en los suelos de países como España está favoreciendo la aparición de incendios más virulentos. La reducción de las aguas subterráneas ha generado un estrés sobre todo en la vegetación del norte de España.
Esta situación ha obligado a realizar cortes de suministro en Francia o Italia, donde las condiciones meteorológicas están golpeando especialmente fuerte. En Italia ya han declarado el estado de emergencia por la peor sequía vivida en 70 años.
El informe de la Comisión señala además que, de acuerdo al boletín de junio del Monitor de Cultivos en Europa, la escasez de agua y las altas temperaturas están conduciendo a los países comunitarios a un escenario muy negativo en lo que se refiere a los cultivos de cereales, entre otros. Sobre todo, la reducción puede afectar a Francia, España, Rumanía, Portugal, Italia y algunas zonas de Alemania, Polonia, Hungría, Eslovenia y Croacia.
El informe alerta de que, debido a la situación meteorológica, el suministro de agua puede verse comprometido en los próximos meses. Además, la reducción del volumen de agua almacenada está teniendo graves impactos en el sector energético tanto para la generación de energía hidroeléctrica –lo que podría ayudar a disparar los precios de la luz– como para los sistemas de refrigeración de otras centrales eléctricas.