Sensibilizar y concienciar a la mayor parte de la población sobre la importancia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta es la premisa bajo la que nació el proyecto Insiight, un espacio que pretende hacernos más conscientes de los retos globales a los que nos enfrentamos como sociedad y, a través del aprendizaje situado, actuar para transformarla en favor de la sostenibilidad.
Insiight difunde retos a través de las principales redes sociales donde varios famosos y personalidades comprometidas se implican en esa labor de concienciación y contribuyen a su difusión. La idea es que esos retos redunden en acciones cotidianas y muy sencillas, pero que tienen un gran impacto positivo en la transformación social.
El proyecto también se vertebra mediante charlas y seminarios en centros educativos, siempre con la idea de que las pequeñas acciones pueden acabar siendo el motor de importantes cambios a nivel planetario. Y es aquí donde Insiight adquiere una dimensión muchísimo más amplia, ya que se embarca dentro de una iniciativa mucho más amplia: el proyecto SFERA.
Ideado y desarrollado en la Universidad Camilo José Cela (y patrocinado por la Edmond de Rothschild Foundation), SFERA es un espacio colaborativo de innovación social en el que estudiantes de múltiples disciplinas pertenecientes a universidades de toda Iberoamérica trabajan juntos para plantear y desarrollar retos que supongan transformaciones sociales y medioambientales con impacto local o global.
El director del proyecto, Ignacio Sell, comenta que “lo fascinante de SFERA es ver cómo jóvenes formados en distintas áreas educativas, con distintos intereses, y de distintos países, son capaces de coordinar una acción conjunta para buscar soluciones a retos globales”. Además, Sell destaca esa colaboración constante: “Cada grupo, desde sus áreas de conocimiento, pueden trabajar en equipo para buscar soluciones a esos retos”.
SFERA se sostiene sobre cuatro pilares que le dan su nombre: lo social (poner a la sociedad en el centro de cada desafío); el compañerismo (con una plataforma online respaldada por una red de profesionales en emprendimiento social); la responsabilidad (fomentar la consecución de los ODS); y la acción (aumentar la transferencia de conocimiento entre la Universidad y la sociedad mediante iniciativas sociales emprendedoras).
Fusión del individuo con el planeta
El proyecto SFERA está pensado sobre la base de la metodología Kah, una palabra que en sánscrito representa la conjunción de cuerpo, alma y mente; la fusión entre el yo y nuestro planeta. “Como individuos debemos aspirar a descubrir nuestro propósito de vida y conectarlo con nuestro desarrollo profesional. Como comunidad global debemos aceptar que somos parte de un sistema en el que todos estamos conectados y somos interdependientes”.
Por lo tanto, el fin último de SFERA es hacer confluir ese yo individual con el nosotros colectivo, impulsando desde las universidades una nueva filosofía de vida emprendedora en la que confluyan el propósito de vida de cada individuo y las necesidades más acuciantes a las que se enfrenta toda sociedad.
Con el foco puesto en el avance, el desarrollo y la sostenibilidad, el proyecto SFERA nació para contribuir al impulso de una sociedad inclusiva, donde sus integrantes estén informados y sean solidarios. El emprendimiento social juega un papel fundamental, ya que se entiende como una filosofía de vida que debe impregnar a todos los participantes del sistema: empresas, gobiernos y sociedad civil, así como consumidores e inversores.
En cada una de sus ediciones, SFERA ha ido sentando las bases para contribuir a esta transformación, abordando cada vez una temática distinta. En la edición de 2022, la segunda de esta iniciativa, tuvo como elemento principal la educación en Derechos Humanos. Así, durante el programa el foco estuvo puesto en el debate y las iniciativas sobre innovación en la educación en entornos vulnerables y con brechas de desigualdad social en países iberoamericanos.
Sell incide en que “esto no es un concurso competitivo, sino un concurso colaborativo” y, por lo tanto, no se puede hablar de ganadores ni perdedores. El director explica que “durante todo el período de formación, cada equipo está constantemente interconectado con el resto, y todos aportan a los proyectos de sus compañeros [...] Al final hay que premiar solo a un grupo, pero todos los proyectos se enriquecen y se retroalimentan mutuamente”.
Gana la alfabetización ecológica
Con Girasol, un proyecto sobre alfabetización ecológica para personas con discapacidad, cuatro estudiantes de la Universidad de Costa Rica se alzaron con el triunfo de la edición de SFERA 2022 entre 11 centros participantes, llevado a cabo hace unas semanas en el Instituto Tecnológico de Monterrey (México).
Girasol expone un manual detallado donde desarrolla cada tipo de discapacidad y explica cómo las personas que las padecen pueden contribuir a la lucha contra el calentamiento global, fruto del cambio climático. Esta competición pone de manifiesto la importancia de crear espacios donde el aprendizaje y la colaboración vayan de la mano, y demuestra que cualquiera puede aportar y convertirse en un agente de cambio y promover la innovación y la acción social.
El equipo ganador disfrutará de un un máster en la Universidad Camilo José Cela, con alojamiento y manutención incluidos, así como un capital semilla para poder llevar a cabo el proyecto presentado y la posibilidad de participar en un programa de incubación que organizará la propia universidad.
Ignacio Sell también insiste en que, aunque “el premio lo reciben los cuatro integrantes de un equipo” los demás participantes también quedan satisfechos por haber formado parte de la iniciativa, y explica que la Universidad Camilo José Cela le aporta a los ganadores “contactos institucionales para que puedan ser arropados por empresas e instituciones” a la hora de poner en marcha el proyecto que han desarrollado sobre el papel.