Dos años y medio han pasado desde que empezó uno de los peores acontecimientos de la historia. La Covid-19 nos ha cambiado a nivel físico y mental, pero también nos ha hecho darnos cuenta de la importancia de la salud.
Han pasado casi tres años desde que el virus se incorporó en nuestros día a día. Por eso, ahora, agotados de escuchar noticias sobre la pandemia, la gente tiende a relajarse y son otras preocupaciones las que cobran más importancia.
Sin embargo, y precisamente por ello, cada vez son más las personas que tienden a resfriarse, contraer otros virus o, incluso, siguen contagiándose de la Covid.
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Pero si de algo nos ha servido la pandemia, es para darnos cuenta de que existen hábitos en términos de higiene y prevención de la salud que no debemos abandonar. Pequeños gestos que, en ocasiones, han servido para salvar vidas, protegernos ante virus y bacterias e impedir contagios.
La frase "prevenir antes de curar" es un fiel reflejo de lo que debemos tener en cuenta si no queremos enfermar. Por eso, ahora que algunos empiezan a volver de vacaciones, parece buen momento para recordar cinco hábitos adquiridos durante la pandemia del coronavirus y que nos pueden ayudar a estar sanos una vez volvamos a la rutina de nuestras vidas.
1. Lavado de manos
Las manos son una pieza clave para el ser humano, una herramienta diaria y una posible enemiga a la hora de portar el virus, gérmenes y bacterias.
Nos ha costado entender que cuidar de las manos era cuidar de la salud y es que ¿quién no tose y se tapa con la mano o quién no se lleva a lo largo del día las manos a la cara? Por suerte, la Covid nos ha enseñado a controlar estos gestos o, al menos, a higienizar nuestras manos antes de realizarlos.
El doctor Kerry Hancock asegura en el diario británico The Guardian que aunque ahora se sabe que el SARS-CoV-2 se propaga principalmente por el aire, la higiene de las manos es la "piedra angular" de la prevención de infecciones, y una forma sencilla de cortar la transmisión de otros virus y bacterias.
2. Vacunación
Sin duda, uno de los aspectos más polémicos y que más debate ha generado ha sido la vacuna de la Covid. Pero la vacunación no ha nacido con la pandemia y es que, para hablar de la primera vacuna, habría que remontarse al siglo XVIII.
Los expertos aseguran que una buena forma de prevenir cualquier virus –o al menos hacerlo más liviano– es vacunándose. Que los gobiernos de casi todo el mundo ofrezcan la posibilidad de vacunarse ante las gripes y los virus es una gran iniciativa que podría hacer que las personas consideren la vacunación contra enfermedades como la gripe como parte de su práctica normal.
3. Aislarse en caso de enfermar
Una de las lecciones más importantes de la Covid-19 ha sido la importancia de que las personas enfermas se mantengan alejadas del trabajo y los eventos sociales. Algo que ha costado entender.
Somos una sociedad que en ocasiones vive para trabajar, por lo que darse unos días de baja o descanso por enfermedad parece impensable. Sin duda, quedarse en casa, aislarse o ponerse la mascarilla cuando uno enferma sirve también para proteger a los demás de contagiarse. Actos de compromiso y empatía con el resto que, se han quedado desde la pandemia.
4. Limpieza del aire
Algo tan sencillo como cuando nuestra madre entraba al cuarto de niños después de dormir y nos decía que ventiláramos o la obsesión de abrir las ventanas para evitar contagios de Covid es a la vez muy beneficioso para la salud. Un gesto que, sin duda, podría tener la clave de nuestro bienestar.
Los expertos aseguran que la concentración de aires durante largas horas en el tiempo puede suponer una condensación de multitudes de bacterias y posibles virus a contraer.
“Sabemos que, especialmente en las enfermedades transmitidas por aerosoles, la ventilación es fundamental”, dice Hancock a The Guardian. Además, la Organización Mundial de la Salud tiene consejos sobre la evaluación del flujo de aire para los administradores de edificios.
5. Actuar ante de 'ir a peor'
La pandemia también ha subrayado la importancia de que las personas con enfermedades crónicas tengan un plan a seguir si su salud empeora. Sin duda, todos los pacientes con enfermedad pulmonar crónica ahora han tomado conciencia de que deben tener planes de acción por escrito, para reconocer si sus síntomas empeoran, si necesitan aumentar sus medicamentos o comenzar otro tratamiento.
Tener en cuenta que se puede empeorar es clave para poder recuperarse a tiempo.