La sostenibilidad no tiene que ver únicamente con el medio ambiente, las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, el reciclaje o la transición energética. Dentro del concepto de sostenibilidad hay otros muchos elementos que conforman un todo global que repercute directamente en el equilibrio entre acción humana y medioambiente, y en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos del planeta.

La contaminación, la gentrificación, la gestión de residuos, el consumo y el agotamiento de recursos naturales, o la crisis climática, son los desafíos más habituales a los que se enfrentan las ciudades modernas. Sin embargo, desde hace varios años, hay múltiples urbes comprometidas con llevar a cabo políticas municipales enfocadas a reducir el impacto medioambiental.

Precisamente, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible hace referencia a la implementación de ciudades y comunidades humanas inclusivas, seguras, resilientes, y donde se puedan desarrollar unas condiciones de vida ecológicas y respetuosas con el entorno.

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Tal y como expone el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU- HABITAT), una ciudad sostenible, no solo se preocupa por el medioambiente, sino que también busca que sus habitantes tengan acceso a los servicios públicos básicos de manera segura y asequible, como la vivienda, la Sanidad, la Educación o el transporte.

Además mira por la protección de su patrimonio cultural, por que la planificación urbana sea inclusiva, por apoyar los vínculos económicos, sociales y ambientales entre las zonas periurbanas, por implementar políticas de inclusión y eficiencia de recursos, o por proporcionar acceso a espacios verdes públicos

En España, hay algunas urbes que están lanzando planes e iniciativas pioneras orientadas a reducir el impacto medioambiental, por ejemplo promoviendo el comercio de proximidad frente a las multinacionales y las grandes superficies, fomentando el consumo responsable y el reciclaje, o renovando el espacio urbano y reacondicionando edificios públicos para hacerlos más accesibles y sostenibles.

Teniendo todo esto en cuenta, estas son algunas de las ciudades más sostenibles de nuestro país para visitar aprovechando las vacaciones:

1. Vitoria

La capital alavesa es una de las ciudades pioneras en Europa en lo que a sostenibilidad se refiere. Hace 10 años, en 2012, ya fue declarada Capital Verde Europea debido a la gran cantidad de parques y zonas verdes que están distribuidos por su plano urbano.

Este reconocimiento nació en el año 2008, y desde entonces Vitoria ha sido la única urbe española en lograr el galardón. De hecho, los 250.000 habitantes de la ciudad viven a menos de 300 metros de un parque o un jardín.

Vitoria también destaca por su alta calidad del aire y sus planes de potabilización de agua y gestión de los residuos, y es una de las ciudades con los niveles más bajos de contaminación lumínica.

2. Málaga

La ciudad de la Costa del Sol es otro referente de respeto medioambiental y vanguardia ecológica en España, y ha puesto en marcha numerosas iniciativas. Una de ellas fue la instalación de contadores inteligentes y propuestas para intentar reducir el consumo de electricidad en lugares y edificios públicos.

3. Barcelona

Hace unos años, Barcelona revolucionó el transporte público urbano con una iniciativa para reducir tiempos en los traslados y hacer del metro y el autobús una alternativa atractiva al coche. Con esto, la ciudad condal logró reducir los atascos y las emisiones de CO2 y mejorar la calidad del aire.

Sin embargo, la gran innovación de Barcelona son las supermanzanas, unas zonas delimitadas que aglutinan varias manzanas tradicionales y las transforman en espacios más amplios donde no pueden entrar los vehículos con motor de combustión interna.

El experimento empezó en Poblenou, y el éxito fue tal que se han ido implementando más supermanzanas en otras zonas de la ciudad, como Horta y Sant Antoni. Una de las ideas principales de esta iniciativa es devolverle a los ciudadanos parte del espacio que ocupan los vehículos.

4. Oviedo

Asturias es uno de los enclaves más verdes de España —y de Europa— y su capital, Oviedo, lleva años fomentando la plantación de árboles en el espacio urbano (en sus calles hay plantados más de 10.000), contribuyendo a mejorar la calidad del aire y a la creación de un espacio público saludable.

5. Sarriguren

Este municipio navarro erigido entre campos de cereal alberga la primera ecociudad de España, lo que le valió el premio Europeo de Urbanismo en 2008, y la convierte en una localidad pionera a la hora de respetar criterios medioambientales.

Casi todas las viviendas de Sarriguren son ecológicas, y consumen menos del 50% de energía que una casa tradicional, ya que en los tejados son habituales las placas solares. Los 15.000 vecinos de la localidad están rodeados por miles de metros cuadrados de naturaleza, un pulmón verde a apenas cinco kilómetros de Pamplona.