Considerada el pulmón del mundo, la selva amazónica ha perdido una superficie forestal superior al tamaño de Francia desde 1970, según datos de Greenpeace. La sensibilidad de los europeos por semejante tragedia se ha podido plasmar en una encuesta realizada por la firma de investigación de mercado GlobeScan el pasado mes de julio.
El resultado no deja lugar a dudas. Publicada el Día de la Selva Amazónica, demuestra que hay una abrumadora mayoría de europeos (82%) que cree que las empresas no deberían vender productos que destruyan los bosques del mundo. Y el 78% piensa que los Gobiernos deben prohibir los productos que provocan la deforestación.
Además, cuando se informa que el Parlamento de la UE ha propuesto tal ley, el apoyo se eleva al 81%. El estudio paneuropeo se ha realizado en nueve países del norte, sur, este y oeste de la UE. Los ciudadanos europeos consideran que las instituciones públicas deben proteger los bosques y no lo están haciendo.
[La UE no puede protagonizar la deforestación importada]
Casi la mitad de los europeos (46%) en todos los países encuestados esperan que las grandes empresas sean los actores más responsables en la protección de los bosques, en particular las personas de altos ingresos y las que viven en áreas rurales.
Sin embargo, una gran mayoría de europeos (64%) cree que las grandes empresas son las peores cuando se trata de prevenir la deforestación, lo que refuerza el llamado a regular el mercado para garantizar que solo se vendan productos libres de deforestación en la UE.
Perder clientes
Para GlobalScan y los movimientos ambientalistas que han encargado la encuesta, los resultados tienen consecuencias en la decisión de compra. Casi tres de cada cuatro europeos (73%) dicen que están dispuestos a actuar contra las empresas que fabrican o venden productos que impulsan la deforestación, dejando de comprarles por completo (37%) o reduciendo la cantidad que les compran (36%).
Una parte más pequeña de este grupo (15%) iría tan lejos como para convencer a otros que conocen de que dejen de comprarles también.
El riesgo de perder clientes debido a los vínculos con la deforestación es especialmente alto en España e Italia, donde casi la mitad dejaría de comprar productos de estas empresas.
Decisión en el Parlamento Europeo
El próximo martes 13 de septiembre, el Parlamento Europeo votará una nueva ley que pretende garantizar a los ciudadanos que los productos que compran en la UE están libres de deforestación.
Más de 8 de cada 10 (83 %) europeos creen que, además de abordar la deforestación, la ley debería exigir a las empresas que dejen de vender productos que destruyen otros ecosistemas críticos, como sabanas y humedales. De manera similar, el 82% de las personas encuestadas piensa que la ley debería cubrir los productos que degradan y destruyen los bosques del mundo, mientras que el 81% piensa que debería proteger los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas.
Europa es uno de los mayores impulsores de la deforestación global en el mundo, solo superado por China. La agricultura industrial impulsa casi el 90% de la deforestación tropical, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La Amazonia es el bosque tropical más grande del planeta. En concreto, se extiende por nueve países, entre los que destacan Bolivia, Perú, Colombia y, especialmente, Brasil —alberga el 60 %—.