Un atasco en las tuberías es un dolor de cabeza que sufrimos casi todos alguna vez a lo largo del año. Agua rebosando por la pila o esperar tanto para que el desagüe se trague el agua que nos han salido nuevas canas son sólo algunos de los problemas que nos podemos encontrar. O también los desagradables olores que puede generar la obstrucción. 

Por lo general, solemos acudir a soluciones como productos químicos desatascantes del supermercado, aunque el problema que tienen es que, según detallan desde Ecologistas en Acción, “pueden estar compuestos por tóxicos”, incluidos el cloro y el ácido sulfúrico, ambos tóxicos y corrosivos. 

Otra de las soluciones más rápidas que solemos utilizar es la sosa cáustica, una potente sustancia química sintetizada desengrasante, y agua caliente. Si bien esta sustancia no se considera contaminante, pues se separa en componentes relativamente inofensivos, puede ser un irritante que, según el portal Ecocosas, puede “quemar la piel, irritar la nariz, la garganta y las vías respiratorias, por lo que el contacto debe evitar al máximo”. 

De hecho, señalan, su ingesta o sobreexposición puede incluso conducir a la muerte, por lo que siempre es mejor prevenir que curar. Por ello, desde ENCLAVE ODS te damos algunas soluciones eficaces para que no tengas que volver a poner en juego tu salud mental por taponamientos en las tuberías. 

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Vinagre y bicarbonato: amigos desatascantes 

La guía propuesta por Oxfam Intermón señala esta opción como el método “más tradicional”, además de ser extremadamente sencillo y eficaz. El efecto combinado del vinagre — que contiene ácido acético, lo que lo hace un limpiador eficaz y ecológico— y el bicarbonato —con una gran capacidad absorbente— hace a esta combinación mágica. 

Los pasos a seguir para desatascar las tuberías mediante este método son los siguientes: 

  • El primer paso a seguir es retirar todo el agua que se ha quedado estancada en el lavabo o el fregadero. Tras esto, verter media taza de bicarbonato en el desagüe y esperar pacientemente que actúe durante unos minutos. 

  • Echar medio litro de agua hivierdo en el desagüe y ver cómo hace su magia el bicarbonato. Dejar 10 minutos o hasta que se haya colado todo el agua. 

  • Toca segunda ronda de bicarbonato. Echa media taza y tras un rato, echa un vaso de vinagre encima. En este caso, la efervescencia será mayor que con el agua. Deja que la mezcla actúe otros 10 minutos. 

  • En último lugar, echa dos litros de agua hirviendo y voilà. En el caso de que no haya surtido el efecto deseado a la primera, se puede repetir el proceso durante dos o tres veces para eliminar todos los residuos que estaban provocando la obstrucción. 

Jabón y sal 

Otro de los métodos caseros más efectivos es el jabón en polvo, siempre y cuando no se trate de un atasco muy grande. Los pasos son muy sencillos: echar una gran cantidad de jabón en polvo en el agujero y después echar una olla de agua hirviendo. Una variante adicional es añadir sal a la olla cuando esté calentándose. De esta manera, podremos eliminar los malos olores

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El método manual

Sin complicarnos demasiado la vida, siempre podemos volver a los métodos de toda la vida. Esto es, utilizar alambres o desatascadores manuales. Algunas de las mejores opciones son el desatascador espiral o el típico en forma de campana. De esta manera, la limpieza es completamente ecológica, sin tener que echar ninguna sustancia adicional a las aguas. 

Si todo esto no funciona, quizás la obstrucción es demasiado grande y la mejor manera de limpiar las tuberías es desmontarlo y limpiarlo con agua hirviendo.