Es la primera vez que en los 32 años de vida del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo publica el Índice de Desarrollo Humano (IDH) con un empeoramiento a nivel mundial durante dos años consecutivos.

Este Índice mide la situación de la salud, la educación y las condiciones de vida de los países y ha sido la ONU la que ha hecho publico el retroceso del 90% de los países a niveles de 2016. 

Ha sido en 2020 o 2021, cuando estos indicadores como la esperanza de vida, la educación y la economía se han visto deteriorados debido a la pandemia, las guerras y el cambio climático.

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El Índice de Desarrollo Humano creció de forma sostenida durante años, pero comenzó a caer en 2020 y siguió bajando en 2021, "borrando los logros de los cinco años anteriores", según el informe del PNUD.

La pandemia

El documento señala a la pandemia de Covid-19 como uno de los mayores motores de un retroceso mundial y a varias crisis políticas, económicas y ambientales que no han dado tiempo a los pueblos a recuperarse.

"Hemos tenido desastres y conflictos anteriormente, pero la confluencia de lo que estamos enfrentando ahora es un gran retroceso para el desarrollo humano", considera Steiner, Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo desde 2017.

Aunque no se ha calculado hasta ahora el índice del año, las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania en los alimentos y la seguridad energética dejan "un panorama sombrío" para 2022, según señala el administrador.

Pese a las cifras que observan un retroceso prácticamente universal, son algunos países los que están empezando a recuperar el terreno perdido, pero la recuperación es parcial y desigual, lo que amplía aún más las brechas.

Mientras tanto, América Latina, el Caribe, África Subsahariana y Asia Meridional se han visto especialmente impactadas. Además, la África subsahariana sigue siendo la región menos desarrollada del planeta, ocupando nueve de los diez últimos puestos del índice, siendo el otro Yemen.

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Sudán del Sur, Chad y Níger figuran en los últimos lugares mientras que en lo más alto se sitúan Suiza, Noruega, Islandia, Hong Kong y Australia.

Hay 12 países de América Latina que están dentro del grupo de desarrollo humano alto. El mejor ubicado es Chile, en el puesto 42. En el otro extremo, Haití, se ubica en el puesto 163 y está dentro del grupo de países con desarrollo humano bajo.

En América Latina, las dificultades económicas y los devastadores efectos de la pandemia de la Covid-19 contribuyeron a la desaceleración y el estancamiento en el avance de los logros educativos entre 2015 y 2021.

Educación

Según un informe de la UNESCO, UNICEF y la CEPAL, hay tendencias preocupantes como un menor crecimiento de la tasa de finalización de la educación secundaria.

Además, el porcentaje de la población fuera de la escuela en educación primaria y secundaria prácticamente no se ha modificado durante el periodo. En 2019 se estima que fueron 10,4 millones de niños, niñas y jóvenes los excluidos del acceso a la educación y estas cifras son anteriores a la pandemia.

Entre los aspectos positivos, en los últimos diez años la cantidad de analfabetos se redujo en 7,7 millones, aunque en las zonas rurales el 12,8% de la población joven y adulta es aún analfabeta.

Situación del agua

Además, otro de los problemas que evidencian la bajada del IDH se suma la falta de agua según alerta el informe de la Organización Meteorológica Mundial que asegura que esta provocará el desplazamiento de hasta 700 millones de personas de aquí a 2030 en África.

Las sequías fulminantes y las crecidas devastadoras están castigando ya duramente a las comunidades, las economías y los ecosistemas africanos.

El régimen de lluvias se ha alterado, los glaciares están desapareciendo y los lagos más importantes se están reduciendo. La mayor demanda de agua, junto con un suministro limitado e imprevisible amenaza con agravar los conflictos y los desplazamientos.

África solo representa entre el 2 % y el 3 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero sufre de forma desproporcionada los resultados del cambio climático.

El informe sobre el estado del clima en África de 2021 estima que el elevado estrés hídrico afecta ya a unos 250 millones de personas en este continente.

Situación de la mujer

Mientras que en otras partes del continente la migración es predominantemente masculina, un informe de OIM revela que los hombres y los niños representan sólo el 49,6%.

Alrededor del 60% de la población migrante de esta región son refugiados y solicitantes de asilo. Las mujeres representan el mayor número de ellos, ya que son más propensas a ser desplazadas por la fuerza.

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Los conflictos y la inseguridad siguen siendo los principales motores del desplazamiento en la región. En 2021 había 13,2 millones de desplazados forzosos en la región, incluidos 9,6 millones de desplazados internos y 3,6 millones de refugiados y solicitantes de asilo.

A diferencia de cualquier otra región del mundo, varios países del Este y el Cuerno de África, son a la vez destino y origen de los refugiados y solicitantes de asilo.

En 2021, el país acogió a 325.000 refugiados y solicitantes de asilo, mientras que casi 2,3 millones de sursudaneses fueron acogidos en el extranjero. Este hecho singular pone de manifiesto cómo los flujos de refugiados se contienen principalmente dentro de la región.