Cerca de un millón de especies se encuentran en peligro de extinción. Los últimos informes de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) no dejan lugar a dudas. Incluso, alertan sus expertos, algunos animales y plantas que creíamos comunes podrían desaparecer en las próximas décadas.
Detrás de este fenómeno se encuentra la brutal pérdida de biodiversidad que ha provocado, en las últimas décadas, el paso del ser humano por la Tierra. Las jirafas, los loros, los robles o los cactus forman parte de la 'lista roja' de flora y fauna en peligro del IPBES.
Todas las especies son esenciales para la vida de los ecosistemas. Desde los minúsculos insectos hasta el más anciano y majestuoso de los árboles. Y entre ellas, se encuentran las aves, esas que, según el listado de especies amenazadas del IPBES, están sufriendo más que nadie las consecuencias del calentamiento global.
El aumento de las temperaturas y la proliferación de los eventos climáticos extremos están afectando las pautas migratorias de estos animales. Como explicaba en una conversación con ENCLAVE ODS la investigadora del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad de la Universidad de Oviedo, autora del estudio El cambio climático desajusta el reloj de la naturaleza, "en la naturaleza todo está más o menos programado: cuando las plantas florecen, cuando los pájaros migran, etc."
El problema, explicaba, está en que "el clima está cambiando muy rápidamente". Y con él, "todas las especies están también cambiando su reloj". Sin embargo, a algunas de ellas les está costando hacerlo de forma sincrónica –como tradicionalmente se han adaptado a las variaciones en el clima–. Esto, que se produce por la velocidad a la que se está dando el cambio climático antropogénico actual, provoca "desajustes", según la experta.
[¿Quién está detrás del millón de especies extinguidas?]
¿Por qué es importante que las especies no se extingan?
En una entrevista con ENCLAVE ODS, el biólogo experto en polinizadores y en pérdida de biodiversidad, Dave Goulson, explicaba que "nos guste o no, somos parte de la naturaleza". Y ya solo por eso lo que ocurra en ella nos debería preocupar sobremanera.
Pero es que, además, "estamos conectados con todas las criaturas, las necesitamos, incluso si vivimos en una ciudad, necesitamos su ayuda para cultivar comida. Dependemos de todos los seres vivos para el suministro de alimentos", recalcaba Goulson.
Todos y cada uno de los seres que conforma la biodiversidad terrestre tienen su papel, cumplen su función y ofrecen servicios ecosistémicos gratuitos que hacen que el mundo siga girando. Por ejemplo, muchas aves funcionan como polinizadores –al igual que las abejas o las mariposas– y son vitales para que los cultivos florezcan de manera natural.
Y es que, como aseguró el biólogo marino Enric Sala a ENCLAVE ODS, "todo lo que necesitamos para sobrevivir depende del trabajo de otras criaturas, de plantas y animales". Porque, como remarcó, "todos esos servicios que obtenemos gratis no los podemos reemplazar de ninguna manera".
Económicamente, estimó el experto de fama mundial, estos servicios ecosistémicos que nos proporciona la naturaleza de manera gratuita "equivalen a 125 trillones de dólares, con 'te'". Una cifra que supera el Producto Interior Bruto de la economía mundial.
10 aves en peligro de extinción
Solo de aves, en el mundo existen alrededor de 18.000 especies. Muchas de ellas, por desgracia, están amenazadas o al borde de la extinción. Según un estudio de la Universidad de Washington, titulado Cuántas aves hay y por qué importa, reconoce que al menos el 12% está en situación crítica.
La situación no mejora a nivel nacional. Solo en España, alrededor del 25% de las aves está en peligro. A continuación, ENCLAVE ODS hace una selección de algunas de las especies –patrias e internacionales– que podrían desaparecer si no se toman medidas urgentes.
1. Urogallo cantábrico
El cambio climático, la lenta degradación de su hábitat y la caza han conseguido que el urogallo cantábrico haya desaparecido del 60% de los espacios que habitaba en 1982, en su mayoría en el norte de la península (Asturias y Castilla y León, y parte de los Pirineos).
Y precisamente por eso es una de las especies que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) cataloga como en peligro crítico de extinción en España.
2. Búho nival
Esta ave oriunda del hemisferio norte robó los corazones de varias generaciones gracias a la saga de libros y películas de Harry Potter. El búho nival o búho de las nieves entró en las casas de muchos milenials en forma de Hedwig, la 'lechuza' del joven mago.
Por desgracia, esta clase de búho está considerada como vulnerable, y en algunos lugares, como Finlandia, está en peligro de extinción. Su población ha venido descendiendo en los últimos años (un 85%), especialmente por el deshielo de su hábitat, combinado con la desaparición de su alimento principal, los ratones salvajes.
3. Kakapo
El loro más grande y longevo del mundo es también uno de los símbolos de Nueva Zelanda. En 1995, solo quedaba medio centenar de kakapo en el mundo. Ahora, se conocen alrededor de 147 adultos vivos. No es de extrañar, por tanto, que esté clasificada como 'especie en peligro crítico'.
El kakapo es el único loro nocturno y no volador que se conoce. Puede llegar a pesar hasta 4 kilos y cuando se encuentra con un depredador, se queda paralizada. Esta ave confía en que sus plumas verdes jaspeadas le proporcionen el camuflaje perfecto en el bosque.
4. Cerceta pardilla
La cerceta pardilla está en peligro crítico de extinción en nuestro país y, por ello, es una especie protegida. Aunque parezca un simple pato, a principios del año pasado solo quedaban 45 parejas de este animal en nuestro país. Ahora, se pueden encontrar 700 crías de ella.
La degradación y pérdida de su hábitat es el principal motivo de la lenta desaparición de esta especie, amenazada en toda Europa.
5. Kiwi
Este pájaro no volador neozelandés tiene razones para volver a sonreír. A punto de desaparecer con la llegada de los británicos a su isla de origen, el kiwi, símbolo por antonomasia de Nueva Zelanda, ha evitado la extinción.
Sin embargo, eso no quiere decir que no esté en riesgo. Y no todas las especies de kiwi están fuera de peligro. El kiwi moteado ha pasado de solo contar con 5 ejemplares a ver cómo la 'familia' crecía hasta los 1.600, gracias a las labores de recuperación y conservación.
Sin embargo, el rowi o kiwi de okarito está considerado como una especie vulnerable por la UICN, pues que solo quedan 400 individuos. El cambio climático y la deforestación amenazan a este animal tan característico.
6. Alcaudón chico
La pérdida de hábitat y la proliferación de la agricultura intensiva en España han hecho que el alcaudón chico se encuentre en peligro crítico de extinción. Aragón y Cataluña son los enclaves en los que el alcaudón chico suele hacer su aparición.
7. Quebrantahuesos
El quebrantahuesos es una de las aves más amenazadas de Europa. En España, está catalogada como especie en peligro de extinción. El esfuerzo de conservación de este animal, capaz de alimentarse de huesos gracias a las células secretoras de ácido que posee, ha sido ingente en nuestro país.
A pesar de ello, sigue encontrando múltiples amenazas en su vuelo por el Pirineo o la Sierra de Guara. Especialmente, su hábitat se ve en peligro por culpa de los tendidos eléctricos, los raticidas utilizados y algunas actividades deportivas que se practican en la zona. Y eso que se ha convertido en un gran atractivo turístico.
8. Paujil de pico azul
El paujil de pico azul es un ave endémica de Colombia, que se ve amenazada por la cara y la deforestación de su hábitat. Esta ave es un importante polinizador, pues ayuda a extender semillas y funciona, además, como control de plagas en los ecosistemas en los que se encuentra.
9. Focha moruna
En España, la focha moruna se encuentra en peligro de extinción. Además, en Andalucía ha alcanzado la categoría de situación crítica. En nuestro país ya se han puesto en marcha programas de conservación de esta especie en Doñana y las Marismas del Odiel. Además, ha habido reintroducciones en humedales como la Charca de Suárez, en Motril, y en las lagunas de Roquetas de Mar, en Almería.
10. Ibis eremita
El ibis eremita o ibis calvo del norte es propia de Europa, Oriente próximo y África. Esta especie de ave está en peligro de extinción. Por el momento, solo podemos encontrarla en estado silvestre en Marruecos y en algunas zonas de Siria, aunque con un número muy limitado de ejemplares.