En los últimos días, las palabras más escuchadas dentro del ámbito meteorológico han sido la 'ruptura del vórtice polar estratosférico'. El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, ya advirtió el pasado 25 de noviembre que “no es descartable” una gran ola de frío en el continente europeo, incluido España, en el inicio del invierno.
Los madrileños y todo el centro peninsular se acuerdan bien de la última vez que ocurrió un fenómeno similar, que trajo como consecuencia la borrasca Filomena a principios de 2021. Pero ¿qué es exactamente el vórtice polar?
Según como lo define la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), un vórtice polar es un área de baja presión y aire frío que rodea a los polos de la Tierra. Es básicamente un vórtice que hace que el aire frío se mantenga en las zonas polares durante el invierno.
No obstante, tal y como explica la Aemet, tenemos que distinguir entre el vórtice polar troposférico (que es permanente) y el vórtice polar estratosférico (que se produce solamente entre otoño y primavera). Durante el invierno, este último podría expandirse o incluso romperse debido a calentamientos estratosféricos repentinos, enviando aire frío al sur y provocando olas de frío en Europa y Estados Unidos, recoge la agencia Europa Press.
Cuando el vórtice polar del Ártico es especialmente fuerte y estable, explica la NOAA, anima a la corriente en chorro polar (en la troposfera) a desplazarse hacia el norte. Esto es, el aire polar más frío se queda en el Ártico.
Al contrario, cuando el vórtice se debilita, cambia o se divide, la corriente en chorro polar a menudo se vuelve extremadamente ondulada, lo que permite que el aire cálido inunde el Ártico y el aire polar se hunda en las latitudes medias.
Asimismo, advierte Amy Butler, experta en estratosfera de la NOAA, la gente suele confundir el vórtice polar con la corriente en chorro polar, pero los dos se encuentran en capas completamente diferentes de la atmósfera. La corriente ocurre en la troposfera, a altitudes entre 5 y 9 millas sobre la superficie.
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¿Cómo afecta el cambio climático?
Si bien se trata de un fenómeno meteorológico que siempre ha estado presente, según señala Butler, el calentamiento global está “afectando al vórtice polar de una manera que, paradójicamente, haría que los brotes de clima invernal severo en las latitudes medias sean más probables”.
Así, dilucida, “las olas siempre están ahí, pero cualquier cosa que cambie su fuerza o ubicación, incluidos los cambios en la temperatura y la presión de la superficie que resultan de la pérdida de hielo marino, puede influir potencialmente en el vórtice polar”.
En las últimas dos décadas, el polo norte ha perdido alrededor de un 30% de su volumen de hielo marino durante el invierno. Tal y como expresó a EL ESPAÑOL, Santiago Giralt, glaciólogo del Instituto de Geociencias de Barcelona (GEO3BCN-CSIC), “el gradiente de temperatura entre los polos y el ecuador disminuye mucho y provoca una climatología variada y extraña que hace que, de repente, tengamos unos veranos muy extremos o unos inviernos especialmente fríos”.
Por eso, “cuando tocas el sistema climático o una parte importante de la regulación del clima de la Tierra [como el Ártico], los efectos son globales”.
En la misma línea se expresa Butler, que indica que, con la tendencia actual de calentamiento, podríamos ver un “aumento en la gravedad de los eventos climáticos invernales individuales en algunos lugares”. En definitiva, el cambio climático trae consigo fenómenos meteorológicos más extremos.
Qué efectos tendrá en España
Una ruptura del vórtice polar podría producirse en las próximas semanas, aunque por el momento es imposible saber si esto se traduciría en una ola de frío en Europa que pueda afectar directamente a España, señaló Del Campo a Europa Press.
En todo caso, este hecho está condicionado por “múltiples factores”, aunque admite que las condiciones para que se produzca una ola de frío este año es “más favorable que en años anteriores”. "Las piezas del puzle atmosférico encajan con un escenario de una posible rotura del vórtice polar estratosférico, pero aún no es seguro que vaya a suceder", indicó a la Agencia Efe el portavoz de Aemet.
Llegue a producirse o no, avanzó a Efe, el otoño meteorológico podría ser uno de los más cálidos de la serie histórica, con una temperatura muy cercana a la del otoño de 1983, año más cálido registrado hasta ahora.