Las ciudades se están reinventando. Y con ellas, el futuro de la arquitectura y de la edificación se redibuja. Para enfrentarnos a los retos que la emergencia climática pone en nuestro camino, las urbes llevan años adaptándose. Porque, según ONU-Habitat, estas consumen el 78% de la energía mundial y son responsables de más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta.
Y eso que, por el momento, apenas ocupan el 2% de la superficie terrestre. Por eso, en el corazón de esa transformación hacia un mundo más inclusivo y sostenible, se encuentran los edificios en los que vivimos y trabajamos.
Para conseguirlo, en 1993 se creó la certificación LEED, una distinción que en los últimos años está cobrando especial relevancia. Originario de Estados Unidos, este certificado es uno de los más conocidos y prestigiosos del sector de la construcción. En España, por ejemplo, en 2021 había cerca de 960 proyectos.
Esta certificación, que se obtiene a través del Green Building Council (USGBC), garantiza la aplicación de ciertos estándares de eficiencia energética y del uso del agua o de la utilización de materiales de construcción sostenibles. En España, es la Spain Green Building Council la encargada de los edificios LEED.
¿Qué es la certificación LEED?
Este certificado reconoce que un edificio se haya construido pensando en la sostenibilidad desde su concepción. Es decir, que todos los procesos de construcción cuentan con una planificación y una estrategia de sostenibilidad. Esto se aplica tanto a la obra en sí como a la optimización de recursos naturales.
Requisitos para que tu vivienda sea LEED
Sostenibilidad del emplazamiento
La localización del inmueble es clave para conseguir esta certificación, especialmente por todo lo relacionado con el respeto al entorno y la eficiencia en los procesos de construcción.
Eficiencia hídrica
El edificio tiene que cumplir con un mínimo de aprovechamiento y eficiencia en el empleo del agua tanto durante su construcción como cuando ya está terminado.
Energía y atmósfera
El impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera tienen que estar reducidas al mínimo. Además, la eficiencia energética tiene que ser la máxima de la construcción.
Materiales y recursos
Los materiales que se utilicen para la construcción han de ser sostenibles, reutilizables y respetuosos con el medio ambiente.
Calidad del aire interior
La climatización de la vivienda es clave. Los edificios que no tengan que recurrir a ningún tipo de energía para la climatización, ya sea la calefacción o la refrigeración, son los que obtienen una mejor calificación con este certificado.
Innovación en el diseño
Esta categoría tiene en cuenta todas las mejoras de diseño que necesita el edificio para que su rendimiento esté por encima de los estándares LEED.
Los criterios de eficiencia no serán los mismos en las viviendas unifamiliares que en los bloques de edificio, pero la certificación LEED siempre presupone que la edificación cumple un mínimo de requisitos respecto a su sostenibilidad.
Beneficios de la certificación LEED
- Ahorro en la construcción, gracias a la reutilización de materiales y a la optimización de recursos.
- Reducción de residuos y menos gastos en traslados a vertederos y puntos limpios y de reciclaje.
- Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y respeto a la biodiversidad del entorno.
- Los edificios con certificación LEED tienen un ahorro energético de entre un 30% y un 50%, lo que implica que tenga una mayor demanda y, por ende, un mayor valor de mercado.
- Incremento en bienestar y salud: los edificios LEED son más verdes, saludables y seguros, ya que fomentan los espacios habitables con luz natural, buena ventilación y buen control acústico y térmico. Es decir, promueven una mejor calidad de vida de las personas que habitanen ellos.